La meseta de adelgazamiento y cómo superarla

Un buen día nos decidimos y empezamos a hacer ejercicio, con lo lindo que está en nuevo Paseo Costero nos largamos a caminar, correr o andar en bici por la costa y, si de paso también nos cuidamos con las comidas, inevitable y satisfactoriamente empezamos a bajar de peso.

Sin embargo, aparece un obstáculo: la meseta de adelgazamiento. Se trata de un fenómeno por el cual el peso se estanca y deja de bajar, a pesar de seguir una alimentación saludable y hacer ejercicio regularmente.

Es un período en el que el peso no varía, ni sube ni baja. Esto suele ocurrir después de varios meses de adelgazamiento continuado y puede representar un gran reto, que en muchas ocasiones, desemboca en un abandono del programa de adelgazamiento.

El período medio en el que puede suceder la meseta suele ser después de 6 meses de pérdida continuada de peso. Sin embargo, esto puede variar según cada persona y sus circunstancias.

LAS CAUSAS

La causa principal de la meseta de adelgazamiento es la adaptación del cuerpo al nuevo balance energético. Al reducir las calorías que se consumen, el cuerpo obtiene la energía necesaria mediante la liberación de reservas de glucógeno y grasa. El glucógeno es un tipo de carbohidrato que se almacena en los músculos y en el hígado y que se quema rápidamente. La grasa es un tejido más resistente que se quema más lentamente.

Al principio, la pérdida de peso es rápida porque se pierde mucho glucógeno y agua asociada a él. Pero a medida que se avanza en el proceso, la pérdida de peso se hace más lenta porque se pierde más grasa y menos glucógeno. Además, al perder peso, también se pierde algo de masa muscular, lo que implica una disminución del metabolismo basal, es decir, de las calorías que se queman en reposo.

Esto hace que el cuerpo se vuelva más eficiente y gaste menos energía para realizar las mismas actividades. Por lo tanto, si se sigue consumiendo las mismas calorías que al principio, se llega a un punto en el que el gasto calórico se iguala con el consumo calórico y el peso se estabiliza.

CÓMO SUPERARLA

Para superar la meseta de adelgazamiento y seguir perdiendo peso, es necesario romper el equilibrio energético y crear un nuevo déficit calórico. Esto se puede lograr mediante dos vías: aumentando el gasto calórico o disminuyendo el consumo calórico.

Es posible también que hayamos relajado los hábitos sin darnos cuenta o cometido algunos errores en las cantidades o las elecciones alimentarias. Hay que llevar un control preciso de lo que se come y lo que se hace cada día y analizar si hay algún aspecto para mejorar.

Siempre que no se quede por debajo de las 1.200 kcal para las mujeres o las 1.500 kcal para los hombres, se puede recortar unas 100 o 200 k.cal al día eliminando algún alimento innecesario o reduciendo las porciones.

Tomar más agua, aumentar las proteínas y fibras, cambiar las rutinas e intensidad de los ejercicios y combinar los aeróbicos con los anaeróbicos son otros consejos útiles para superar la meseta.
Y más que nada ser paciente y perseverante sabiendo que las soluciones rápidas y mágicas no existen.