Amargo, así puede definirse el sabor que dejó el llamado a sala al alcalde de Porvenir, Ramiro Ayende, del que participó también el concejal Daniel Grongros. Tras tres horas y 15 minutos, Ayende gritó “si no le gusta como me siento, me voy” y salió huyendo del recinto de la Junta Departamental, dando por terminado de hecho el llamado, aunque hubo algunas intervenciones más. El presidente Marcelo Tortorella solo le había pedido que se sentará bien, que no “está en un bar”. Pero cansado de soportar andanada tras andanada, seguramente razonó que “soldado que huye sirve para otra guerra”.
Durante la sesión el edil interpelante David Helguera le pidió a Ayende que renunciara, lo que fue tomado por la Junta Departamental en su declaración, y la edila Sabrina Buono “como edil y como esposa del Intendente” pidió pruebas de -como ha repetido Ayende en varios medios de prensa- Olivera “está palanqueado por el narcotráfico” y anunció que habrá denuncia por difamación e injurias. Ayende bajó unos cuantos cambios y se limitó a referirse a “un hombre de oscuro pasado que sale en una foto; nunca dije que sacaba fondos para la campaña (política)”.
La sesión comenzó ya mal (como la mayoría de las cosas que terminan mal), cuando quien condujo el llamado a sala, el edil del Partido Colorado David Helguera, enfocó mal su intervención, con una extensa lectura y comentarios de la Ley 19.272, precisamente cuando en ese recinto todos deben conocerla muy bien. Cuando más de una hora más tarde Ayende pudo decir sus primeras palabras no lo perdonó: “quisiera saber para qué fui convocado porque me acabo de enterar por el diario; no vine a escuchar a un edil del Partido Colorado a que dé cátedra a un alcalde reelecto, un edil perdedor del Municipio de Guichón”.
La extensa perorata de Helguera sin ingresar al tema concreto, hizo que la sala se dispersara, que se generaran conversaciones paralelas y que, más adelante, la bancada del Frente Amplio -que no había votado el pase a comisión general, la que habilita recibir en sala a quienes no son ediles- tomara como divertimento las intervenciones de Ayende, riendo y festejando como los miembros de una claque de sala teatral. Para colmo Helguera también equivocó la manera de hacer preguntas, pues pedía “respuesta por sí o por no”, como si estuviera manipulando un detector de mentiras.
“MI PUEBLO FUE VIOLENTADO”
Ayende construyó un relato de persecución y aseguró decir solo la verdad. “Tomaron el municipio, lo usurparon, me quitaron todo. Hoy estoy pagando dos abogados de mi bolsillo mientras el Intendente usa los dineros del pueblo para recorrer los canales de televisión en todo el país hablando mal de mi”.
Con gracia contó a su modo los hechos ocurridos el 23 de agosto, cuando el intendente Nicolás Olivera concurrió porque estaba cerrada el área de Experiencias Oportunas del CAIF. “Cuando saco un vehículo para ir a ver un camino, llega (Guadalupe) Caballero con un marrón, un cortafierro, tres funcionarios policiales, uno de Tránsito y dos de la Intendencia y agarraron la puerta de entrada al municipio a marronazos. No podía tolerar eso, me corre sangre por las venas. Llegó el Intendente y chumbaba a la Policía. Le faltó decir tuca tuca, nada más”.
“Mi pueblo fue violentado cuando fue tomado el municipio, que quieren ¿que lo agarremos a besos? Ustedes los blancos dictadores…” dijo antes de ser interrumpido por Tortorella. “Nunca hice un acto de violencia, porque de otra manera habría caído preso. No vengo de una familia de narcotraficantes, sino de gente de bien. La gente de mi pueblo está caliente con el accionar del Ejecutivo comunal, mi gente es mansa pero cuando venga el voto, tendrán su castigo”.
“PENSÉ QUE SE IBA A TOMAR MÁS EN SERIO, PERO ES LO QUE HAY”
Pero ese relato fue demolido por el concejal Daniel Grongros (Partido Nacional). “El alcalde miente, como viene mintiendo desde que asumió. Es totalmente autoritario. Tendrían que vivir lo que nosotros vivimos en el Concejo de Porvenir porque mirarla de afuera no es lo mismo que cuando se vive teniendo un alcalde mentiroso, violento verbalmente. Hay que ver cómo trata a las mujeres concejales, verlo y estar ahí. Con Darinka (Reimundez, quien se encuentra de vacaciones) somos los únicos dos que le hemos estado haciendo frente”, dijo.
“Con todo lo que marcó el edil Helguera sobran las razones para tener una solución, para que podamos trabajar todos, porque todo lo que dijo, los titulares (de EL TELEGRAFO, que fueron leídos en sala); hay miles de cosas contra el señor Ayende, pero acá se lo toman muy leve. Divide al pueblo. Los 550 que lo votaron para él son gente buena y trabajadora, los restantes son pichis, como dice”, agregó antes de subrayar: “¿Saben para qué estamos los concejales? Para firmarle las boletas de compra. Tiene contratos con monotributistas que los hace sin consultarnos. Cuando llegan las boletas, como sabemos que es gente que necesita trabajar se las firmamos. Hay un monotributista que trabaja en una máquina de 130.000 dólares que es de un pariente directo del alcalde; esas cosas pasan en Porvenir”.
“A los vecinos del Frente es a quienes más le demoran los servicios. Un conocido mio pidió el servicio de barométrica y tuvo que esperar tres meses. Iba al vecino, al de enfrente, al del costado, pero no a él. Y así con todo. Atenderá bien a los 550 que lo votaron, al resto no, la gente nunca le importó. Pensé que iba a ser otra cosa esto, que se iba a tomar más en serio, pero es lo que hay. Como soy concejal del Municipio de Porvenir estoy muy acostumbrado al destrato”, reveló.
La bancada del Frente Amplio se mostró combativa, protestó frecuentemente, pero se mostró monolítica al rechazar la violencia.
“NO VAMOS A ENTRAR EN DEFENSA DE VIOLENTOS”
“Considero que más allá de las diferencias que podamos tener -porque tengo montones de diferencias ante la actuación del alcalde- considero que es gravísimo que el Intendente haya intervenido el municipio”, dijo Verónica Villareal.
Andrés Imperial calificó a la sesión como el “gran culebrón de la coalición de gobierno, nacional y departamental, que nos da vergüenza a todos”.
“No vamos a entrar en defensa de violentos jamás”, aseguró Natalia Martínez.
“Este es un conflicto del Partido Nacional que no ha sabido resolverlo, así están invisibilizando los verdaderos problemas de la gente. Aquí hay un deterioro institucional enorme, me da vergüenza asistir a esta interpelación, ha sido un mamarracho porque lo trajeron al alcalde para acribillarlo; cuando era chico yo también hacia los mandados”, aseguró Fernando Rodríguez.
QUE RENUNCIE POR “MANIFIESTA INEPTITUD”
La declaración de la Junta Departamental -suscrita por las bancadas del Partido Nacional y del Partido Colorado- exhorta “al señor alcalde Ramiro Ayende a renunciar, ante la manifiesta ineptitud para el ejercicio del cargo, asegurando la paz social y política en el Municipio de Porvenir”.
Repudia “enfáticamente los hechos de violencia basada en género que han tenido como principal promotor al señor alcalde Ramiro Ayende, respecto a sus concejales así como autoridades del gobierno departamental de Paysandú”. Rechaza “el menoscabo a la función esencial de contralor de esta Junta, en una clara actitud que violenta el Estado de Derecho a partir del intempestivo retiro de Sala del señor alcalde Ayende”. Reafirma “el compromiso de la Junta Departamental en la búsqueda del efectivo cumplimiento del marco jurídico, garantizando a todos los pobladores del Municipio de Porvenir la prestación efectiva de los servicios públicos”.
También destaca la aprobación por parte de la Junta Departamental de “la readecuación operativa implementada por el Ejecutivo Departamental que ha permitido el correcto cumplimiento de los servicios municipales en la jurisdicción del Municipio de Porvenir”.
