“Había ansiedad” fue la expresión que empleó el gerente del Yacht Club Paysandú (YCP), Diego Pino, para aludir a la forma en la que los sanduceros han vuelto al río después que la bajante de las aguas ha permitido que se retomen los servicios. Lo mismo ocurre con el Club de Pescadores, que dio comienzo a la temporada veraniega en las últimas horas, y en el Amandayé Ipeguá, que había mantenido su actividad en el arroyo San Francisco, pero que ya regresó a su lugar habitual y que en los próximos días lanzará la Escuelita de Canotaje.
DAÑOS
“Por suerte comenzó a bajar rápidamente y estamos prácticamente en el entorno de los tres metros, lo cual permite brindarle servicio a los socios”, indicó Pino. No obstante, hay secuelas que afrontar. “El club fue muy afectado como no recordamos otra creciente que haya dejado tanta de esa tierra tipo arcilla, que en lugares teníamos una capa superior a los veinte centímetros, con lo cual nos genera un gasto y una logística muy importante, ya que hubo que contratar máquinas para retirar lo grueso, al menos”, dijo. Pero además de limpiar también hay reparaciones que atender. “Tenemos roturas de vidrios, techos, los deck, las instalaciones eléctricas hay que hacer todo nuevo aquello que quedó bajo agua, que fueron varios lugares. Es un gasto importantísimo que se genera”.
También procuran recuperar otros servicios, como los parrilleros, que siguen inhabilitados. Sí está en funcionamiento el área náutica, y “en primer lugar, hoy las embarcaciones están todas en el predio del club y hay que agradecer a Azucarlito, que nos presta un predio para llevar embarcaciones momentáneamente, un lugar cerrado y vigilado. Eso es importantísimo”, y se comenzó a brindar el servicio de rampa pues ya en estos días se empezó a a notar el servicio con los socios”. El calor y los días de buen clima invitaban “y por suerte se pudo, en los descuentos, disfrutar”.
PESCADORES
Para el Club de Pescadores la temporada “arrancó ayer (por el viernes)”, dijo a EL TELEGRAFO su presidente, Andrés Manisse, quien destacó que ya en la víspera hubo un volumen importante de embarcaciones en el agua, “más que nada pesca; han salido muchos pescadores porque la parte buena de la creciente, cuando el río se enoja y se hincha, nos ha traído una renovación en la fauna ictícola muy importante, que hacía falta”. Eso motivó las salidas de los pescadores deportivos que tienen al club como referencia.
Destacó asimismo el regreso a las actividades deportivas del plantel y la escuela de remo de la institución. “Está entrenando el equipo de competencia y la escuela de remo, que está funcionando, han empezado a salir. Una parte importante del entrenamiento es en el agua, y eso no se podía dar porque estaba muy peligroso el río, con lo que corría y con los materiales que traía era imposible poner los botes en el agua”.
El club se prepara para ser sede de una de las competencias del Nacional de Remo el próximo 5 de mayo, inicialmente. Por otra parte, Manisse adelantó que en el mes de febrero volverán a poner en actividad la Escuela de Pesca que tuvo muy buena repercusión el año pasado. “Hay muchos jóvenes que se dedican a la pesca, que te das una vueltita por la costa y vas a ver este la gurisada con sus cañas, pescando desde la costa. Bueno. Eso es importante y es muy sano también, estamos tratando de impulsar la escuelita de pesca para que no se desalienten, que aprendan a pescar y aprendan a conservar el recurso también y la seguridad”, señaló.
Asimismo, destacó que la actividad náutica sigue creciendo dentro del club, “con un parking náutico importantísimo. Es otra actividad que el club no la tenía desarrollada en todo su potencial, y estamos transitando por ese camino, que nos ha ido muy bien”. Destacó el directivo que cuentan “con la playa de maniobras más grande que hay por la zona, con 400 metros cuadrados, embarcaderos de nivel normal y de alto nivel, que hasta los 4,80 metros podemos dar servicio a las embarcaciones”.
REGRESO AL RÍO
El otro club que ha retomado su actividad a orillas del Uruguay es el Amandayé Ipeguá, el club de canotaje que tiene su sede en la vieja planta de Aguas Corrientes. “Por suerte el club está en una zona bastante alta y el agua llegó solamente a la parte donde tenemos guardadas las embarcaciones, pero el edificio, al ser de dos pisos, subimos las embarcaciones y no tuvimos mayores inconvenientes por eso”, explicó el directivo Danilo López. De todas formas, la institución no interrumpió sus actividades aún con la creciente, dado que se trasladaron temporalmente al arroyo San Francisco, que ofrecía mejores condiciones de seguridad. “Solamente los sábados, conseguimos una chacra donde podíamos dejar las embarcaciones y desde ahí salir por el San Francisco. Si bien afectaba la creciente del río, no había la corriente que había acá, no había tanto riesgo y se podía seguir practicando de una forma segura”, indicó. Tras la bajante se acondicionó la sala de botes y se trajeron las embarcaciones de nuevo. “Se hizo una travesía desde donde estaban las embarcaciones, que era la altura de Bulevar Artigas, en el arroyo San Francisco, y vinimos remando”, relató.
Ya de nuevo en la costa, se encuentran preparando el habitual lanzamiento de la escuelita, que se llevará a cabo el 6 de enero. “No lo habíamos podido hacer como todos los años en noviembre y ahora aprovechamos, vamos a hacer de 17 a 20 horas una actividad abierta, para que la gente que le interese saber de qué se trata que se pueda arrimar y puedan probar una clase abierta, sin costo y para todas las edades”. Durante enero hay otras actividades planificadas, más enfocadas en el funcionamiento de la escuelita, que tendrá horarios en la mañana y en la tarde.
RECOMENDACIONES
El YCP está planteando una serie de recomendaciones a los socios, que consiste básicamente en chequear las embarcaciones antes de salir a navegar, “que esté todo en orden: ventilar las embarcaciones, todas aquellas que por un tiempo no han sido utilizadas, todos los elementos de seguridad al día, ni que hablar de chequear el vencimiento del brevet, chalecos salvavidas que es fundamental y mantener la costa limpia, que también es parte de disfrutar en armonía”, dijo el gerente.
La institución también está preparando el cierre de su actividad deportiva, que había quedado pendiente. “Vamos a poder dar cierre al campeonato Santander. Va a ser el 6 de enero, vamos a dar el broche de oro al campeonato 2023”. Luego vendrá un receso de algunos días antes de retomar, el 15 de enero, las actividades de escuelita de vela a modo recreativo. Pino adelantó que también se retoma la actividad de gimnasia funcional y yoga, sin costo adicional para los socios de la institución, “de mañana y de tarde, que es una novedad porque recién hicimos los primeros pasos como experiencia y ha sido un éxito. La idea es darle más servicio a los socios con la misma cuota”, dijo.