Ecos inesperados e insólitos de La sociedad de la nieve

Primero fue el prejuicio social que siempre sobrevuela el inconsciente colectivo uruguayo. Los protagonistas de la tragedia-milagro de los Andes eran todos de clase alta. Un “problema” del que se seguirá hablando mientras se recuerde toda la historia.

Sin embargo, con el éxito masivo y mundial del filme gracias a la plataforma Netflix y más allá de cualquier aspecto cinematográfico –eso va en otra nota– recientemente han aparecido opiniones sobre la manera de retratar los hechos que hacen dudar de la cordura y la capacidad mental de quienes los dicen, o peor, quienes los escriben en las redes.

¿Por dónde empezar? Los conspiranoicos de siempre ya están poniendo en duda si el accidente de los uruguayos en los Andes realmente ocurrió, o si fue provocado para distraer al mundo sobre las diversas convulsiones políticas que tenían lugar en el mundo en aquellos años.

Claro, si se “duda” de que el hombre llegó a la Luna ¿por qué no dudar sobre un hecho que también se pudo “fabricar”? O tal vez, como también dicen, el avión no se accidentó, sino que fue derribado, también con el fin de distraer a la opinión pública. Para que no se pensara o se anticipara a los Golpes de Estado por venir, se tenía esta increíble historia de jóvenes supervivientes que habían llegado a los límites humanos más impensados para regresar a su hogar con vida.

¿Suena delirante? Por supuesto que lo es. Pero no es un invento, hay gente que realmente lo cree. Y eso es solo el principio.

LO CORRECTO POR SOBRE LO REAL

Una persona escribió en la red social X que la película le había gustado mucho pero que no le gustaba que “faltara el punto de vista vegano”. “Se ve que la película quiere decir que para ser fuerte hay que comer carne”, concluía esa persona. Bueno, antes de decir nada, hay que saber que la periodista deportiva Mina Bonino, que es la esposa de Federico Valverde, respondió a ese tuit diciendo que a ella lo que más le molestaba era “el machismo de la película”.

Porque, claro, no se salva ninguna mujer. “Sin duda nos quiere dar a entender que para ser fuerte hay que ser hombres”. Ambas cosas, en este momento de la historia, cuando en series y películas se preocupan muchísimo por dejar a todos contentos y ser políticamente correctos, da para pensar que, en una historia de sobrevivencia, se hubiese tenido en cuenta. Obviamente, lo que esa persona no identificada pasa por alto es un solo detalle: la realidad. En el caso de la periodista, días más tarde aclaró que el comentario fue irónico; es de esperar que haya sido así realmente.

Parece demasiado tener que decirlo a estas alturas, pero remitiéndonos a esas opiniones vamos a aclararlo; la historia de los sobrevivientes uruguayos en el accidente de los Andes en el año 1972 fue real. Lo que se ve en La sociedad de la nieve y en otras películas y documentales sobre el tema, fue lo que pasó. Ninguna mujer sobrevivió, el movimiento vegano prácticamente no existía y de existir, ponerse a debatir la historia desde ese punto de vista es lo más desubicado y superfluo que pueda concebir. ¿Quieren más? Hay más.

AVALANCHA DE SINSENTIDO

Siguiendo con esta verdadera avalancha de opiniones sin ningún sentido, también tenemos la del amigo español Pablo Tocino –apellido adecuado–, que es un comentarista de cine y que se puede salvar de nuestro escarnio mental por ser de España –país donde hace años que en cada película o serie que realizan tienen un personaje de cada minoría, sin faltar ninguna–, ya que también opinó sobre la película diciendo que lo que le faltaba, además de la “poca presencia femenina” era el “punto de vista homosexual”.

Tocino no puede concebir que entre todos los jóvenes varones que protagonizan la película “ni uno solo” tuviera alguna inclinación homosexual. Bueno querido Tocino, también es cierto que en tu crítica te excusas al decir que “odias” las películas que tratan de ser siempre políticamente correctas y dejar contento a todo el mundo, como casi todas las de Netflix. Pero después resulta que igual te molesta que en La sociedad de la nieve haya pocas mujeres y ningún gay.

Para empezar, y a riesgo de repetirme, la historia es real y al accidente solo sobrevivieron pocas mujeres que murieron tiempo más tarde y, para seguir, si alguno de los integrantes del grupo de sobrevivientes hubiese sido gay ¿en qué momento de esos infernales días que pasaron tenía que revelar su condición? En el año 1972. En un equipo de rugby. De un colegio religioso. ¿Está difícil no?

Pero bueno, la culpa no es solo de esta gente, también el cine de hoy nos está acostumbrando a pensar así. Vamos todos juntos de la mano en un barco donde todos estamos representados, mayorías, minorías y absolutamente todas las opiniones. Tal vez para la convivencia social sea bueno. Para narrar una historia real, por supuesto que no.

Fabio Penas Díaz