Le robaron las agujas de tejer de la vereda

Que a los dueños de lo ajeno les sirve todo, ya no es noticia. Sin embargo, que dentro del botín les sirva una agujas de tejer, sí. Así le ocurrió a una vecina de la zona de Artigas y 19 de Abril el pasado domingo cuando se encontraba tejiendo en la vereda de su casa. De acuerdo a lo narrado por la damnificada a EL TELEGRAFO, quien teje todo el año porque dona luego la ropa confeccionada, “me senté en el frente de mi casa como todos los días, me dio sed y fui para adentro a tomar agua.

Dejé una bolsita con mi tejido colgada en la silla playera. Me demoré un poco mientras saqué un poquito de hielo porque el agua estaba caliente y al volver para afuera, pensé que era una broma porque con la vecina somos chistosas las dos, que nos hacemos bromas, pensé que me la habría escondido ella. Le tanteé la puerta y vi que estaba cerrado, entonces miré para la esquina y como había viento vi que volaba lana, y me di cuenta que era la mía.

Miré para la volqueta desde donde colgaba más lana y vi mi tejido, pero mis agujas no estaban, me puse a llorar”. Hoy de mañana (por ayer) “encontré a las chiquilinas que barren en las calles, les pregunté si habían encontrado un par de agujas y lana, y les conté lo que me había pasado. Me dijeron que en una bolsa que ellas habían juntado basura había un ovillo grande de lana negra, pero las agujas no”. Acerca del hecho, que reconoce como insólito, dijo que “inclusive pasó la policía muchas veces por las calles de la vuelta, pero por acá no, y si los veía se lo iba a decir porque siempre andan los rastrillos. Por esta zona pasan todos los rastrillos del sur. Me podrían haber llevado la silla, porque era más cabal eso, pero no el tejido para tirármelo adentro de la volqueta. Eso es el colmo y yo no molesto a nadie, tejo todo el año. Me caí, estoy con un dedo quebrado pero asimismo tejo para las criaturas”, comentó la señora.