El director del Banco de Previsión Social (BPS) en representación de los empresarios, José Pereyra, realizó una nueva recorrida por complejos habitacionales en Tacuarembó, Rivera, Artigas, Salto, Paysandú, Mercedes, Fray Bentos y Colonia, donde constató que persiste el deterioro de las viviendas, “la falta de control y el abandono” de las situaciones que preocupan a los adultos mayores.
Pereyra arribó el martes en medio de las precipitaciones ocurridas en el litoral, donde el temporal tuvo mayores registros en Paysandú y Salto.
Viviendas que se llueven
“El BPS tiene más de 6.000 viviendas. Hay empresas contratadas y funcionarios con obligaciones que son controlados. Cuando hacemos la denuncia, se nos responde que no corresponde y que es mentira. De alguna manera, molesta que hagamos informes porque cuando lo hacíamos verbal, nos quedaba la duda. Optamos que todo quede por escrito”, dijo a EL TELEGRAFO.
En el caso de los complejos de viviendas de Paysandú, “se envió un informe por escrito a la gerencia pertinente. Ahora regresamos a algunos lugares y vimos que la gente se animó a hablar”.
Pereyra detalló otras problemáticas que constata en el diálogo con sus habitantes. “Nos pasó en un complejo en Salto con problemas de inseguridad. Las personas que residen en el complejo nos comentaban que se tenían que tomar dos o tres ómnibus para hacer las denuncias policiales. Incluso, uno de los medios prensa escrita manifestaba que hubo casos de violaciones a personas mayores, quienes no hacían las denuncias porque demoraban. Pero hay un problema más grave, y es que los funcionarios del BPS sí tienen que ir al lugar y asistir”.
Desconfianza
Reconoció que “hay un problema de desconfianza porque alguien, que está contratado y en este caso es una trabajadora social, tiene la obligación de ganarse la confianza de las personas que viven en los complejos. Es decir, lo que pedimos es que se termine la anarquía en el organismo y si hay que tomar medidas con funcionarios de cargos medios o altos, que se tomen. Incluso los vecinos de ese complejo tienen miedo porque un famoso delincuente recientemente fue liberado y se encuentra en el barrio”.
Luego de los informes presentados en el directorio, “logramos algunas soluciones pero a partir de reiteradas negaciones. Por ejemplo, en una reunión del directorio, los representantes sociales marcamos algunos temas en la agenda. Cuando llegó el tema de la vivienda, preferimos retirarnos porque cuando hay una persona que piensa de una manera y todo el resto de otra, es preferible no ir”.
Según Peryera, su decisión “fue cuestionada, pero yo no hablo una vez por año con la gerenta de prestaciones. Tengo que hablar todas las semanas, cada quince días o al mes. Nosotros le enviamos los informes y no tenemos devoluciones. La llamamos a su oficina, a veces viene y a veces no. Ese es nuestro rol y no el de ir a escuchar una presentación donde plantea Disneylandia para después dormir tranquilo, cuando sé que la situación no es así”.
Pereyra aseguró que él va e ingresa en los hogares de los beneficiarios. “Vamos a las casas y muchas veces la gente nos pide que ingresemos a la vivienda. Eso ocurrió en el complejo Mburucuyá, ubicado sobre la calle Río Negro, acá en Paysandú. Ingresamos a la casa de un hombre que nos estaba esperando. Salió desde dentro de la casa con un paraguas y EL TELEGRAFO donde relataba nuestra visita anterior” (en la edición del 2 de diciembre de 2023).
Explicó que “esta persona tenía la cama ubicada a la entrada y sus cosas todas agrupadas. En el video que grabé muestra las habitaciones con recipientes que contenían el agua de lluvia que caía de los techos de la vivienda. Pero hay más casas que se llueven. Y en la edición anterior a esa casa no la conocíamos. Además de otros problemas, como la convivencia que demora mucho en solucionarse”.
Con respecto a la convivencia entre vecinos, el director señaló que “en los lugares donde se logra implantar un referente, muchos de estos problemas se solucionan. En lugares donde no hay presencia de la empresa, ni de asistentes sociales, ni funcionarios del BPS, ni algún tipo de liderazgo dentro de los complejos, seguramente sea un caos”.
Sin embargo, señaló que la información recogida en las recorridas por el país son plasmados en sendos informes que presenta antes las autoridades “pero no tienen retorno y ese es el problema”.