Leptospirosis: una preocupación significativa para la ganadería

Los primeros estudios sobre leptospirosis en Uruguay datan de 1959.

La leptospirosis, una enfermedad bacteriana causada por Leptospira spp., continúa siendo una preocupación significativa para la ganadería en Uruguay. Esta zoonosis afecta tanto a mamíferos domésticos como salvajes y puede presentarse de forma aguda o crónica en bovinos, dependiendo del serovar implicado.
En el marco de las 51ª jornadas uruguayas de buiatría en Paysandú, las doctoras María Valentina Macchi y Alejandra Suanes presentaron un trabajo denominado “Diagnóstico de leptospirosis bovina asociado a enfermedades reproductivas”.

En bovinos, la leptospirosis puede desarrollarse de manera aguda o crónica, con serovares incidentales y adaptados al huésped que influyen en la evolución de la enfermedad. Para su diagnóstico, se requiere una combinación de métodos directos e indirectos. Entre los métodos directos se encuentran la visualización directa de organismos mediante microscopía de campo oscuro, el aislamiento bacteriano y la PCR para la detección de ADN leptospiral. El aislamiento bacteriano es laborioso y puede tardar semanas en arrojar resultados definitivos, pero permite identificar las cepas circulantes. Por otro lado, la PCR es más rápida y sensible, permitiendo una detección temprana.

Los métodos indirectos, como la prueba de microaglutinación (MAT), se basan en la detección de anticuerpos en suero y son útiles en el diagnóstico de animales vivos. Sin embargo, el MAT puede presentar dificultades en la interpretación y correlación con la PCR, especialmente en infecciones crónicas. Es una herramienta útil para el diagnóstico a nivel de rodeo, pero presenta limitaciones en animales infectados de forma crónica a nivel individual.

En Uruguay, el diagnóstico de la leptospirosis en bovinos se realiza principalmente mediante MAT y PCR. La combinación de estas técnicas permite un diagnóstico más preciso y una mejor comprensión de la epidemiología de la enfermedad en el país. A pesar de la variabilidad en los registros de seroprevalencia a lo largo del tiempo, la leptospirosis es una enfermedad endémica tanto en predios lecheros como en carniceros. Es fundamental continuar profundizando en la investigación de esta enfermedad no solo por las pérdidas económicas que ocasiona en el ganado bovino, sino también por el riesgo potencial para la salud pública, especialmente en trabajadores rurales.

Historia y Estudios en Uruguay

Los primeros estudios sobre leptospirosis en Uruguay datan de 1959, cuando el doctor Raimundo Leaniz y colaboradores realizaron los primeros análisis serológicos. En 1965, el doctor Roberto Caffarena y su equipo realizaron estudios de seroprevalencia en ganado bovino, encontrando un 20% de prevalencia. En 1966, el doctor Cachione y colaboradores reportaron una seroprevalencia del 24%. En 2001, el doctor Gil y su equipo encontraron una prevalencia del 14% en ganado lechero. Más tarde, en 2005, Repiso y colaboradores realizaron un estudio sobre enfermedades reproductivas en ganado de carne, incluyendo la leptospirosis, y estimaron una seroprevalencia del 38,5%.

En 2003, Gil y colaboradores monitorearon la salud animal en la cuenca lechera sur de Uruguay, encontrando variaciones en la seroprevalencia de 11% a 50% según el área geográfica. En 2015, un nuevo estudio de seroprevalencia en ganado de leche y carne reveló una prevalencia del 27,8% a nivel de animal y del 86,92% a nivel de rebaño en lechería. En ganado de carne, la prevalencia fue del 23,38% a nivel de animal y del 69,22% a nivel de rebaño.

Impacto en la Salud Pública y Nuevas Investigaciones

Desde su reemergencia en 1998, la leptospirosis en humanos es de notificación obligatoria al Sistema Nacional de Vigilancia. La enfermedad se comporta como endémica con brotes epidémicos ocasionales vinculados a la actividad rural. La División de Laboratorios Veterinarios (Dilave) ofrece un servicio exclusivo de diagnóstico de leptospirosis, utilizando la prueba de aglutinación microscópica (MAT), considerada la prueba de referencia por la Organización Mundial de Sanidad Animal.

Recientemente, se han aislado 40 cepas de Leptospira spp. de 48 predios lecheros y carniceros.

Esta investigación reveló que los animales muestreados eliminaban leptospiras patógenas a través de la orina, lo cual es crucial para comprender la diseminación de la enfermedad y su impacto en la salud pública. En 2020, se inició un nuevo estudio para estimar las pérdidas reproductivas asociadas a la leptospirosis en 31 predios de carne. Los resultados mostraron una fuerte asociación entre la excreción de leptospiras patógenas y la infertilidad en vacas.

La lucha contra la leptospirosis en Uruguay es continua, y la combinación de técnicas diagnósticas avanzadas y estudios epidemiológicos detallados es esencial para mitigar el impacto de esta enfermedad en la ganadería y la salud pública.