Servicio para el tratamiento de consumo problemático de Comepa cumple 15 años

El Servicio Interdisciplinario para el tratamiento de Vínculos de Dependencia y Adicciones (Sivida) de Comepa llegó a los 15 años de trabajos en su propuesta ambulatoria, especializada e integral para el tratamiento de personas con consumo problemático, lazos de dependencia y adicción.

En conferencia de prensa realizada ayer en el moderno espacio con que cuentan en la sede de Comepa en calle Setembrino Pereda, los integrantes del equipo destacaron la labor que realizan tanto en pacientes como con las familias de los adictos.

Rossana Pezzati, médica pediatra y coordinadora del servicio de promoción de salud y prevención de enfermedades de Comepa, contó que este servicio lo lleva adelante Sivida, un grupo de personas con “abordaje interdisciplinario” y en el “acompañamiento” del consumo problemático.

“Hace un montón de años que trabajamos juntos. Para nosotros es un tema muy importante, una problemática quizá en aumento y muy arraigada en nuestras sociedades”, dijo. La profesional llamó a “sumar esfuerzos” y avanzar, “porque este es un tema que no tiene reglas estrictas de tratamiento, sino que hay que ir como inventándose, reinventándose año a año para poder abordar de la mejor manera posible”.

De su lado, la coordinadora de primer nivel de atención de Comepa y médica de familia Paula Gauthier detalló que el servicio Sivida lo conforman seis técnicos: tres psicólogos, una licenciada en trabajo social, un médico de familia y una psiquiatra, y que funciona tres días a la semana –lunes, miércoles y viernes– entre las 17.30 y 21.30 horas.
“Hacen consulta individual, taller para los usuarios y después un taller de abordaje familiar. La llegada del paciente puede ser de forma espontánea; cada uno puede llamar a Comepa o venir personalmente a pedir hora. Otra forma de llegada es a través de derivación de los diferentes médicos. La consulta no tiene tique de costo y se han agregado algunas horas para poder cumplir con las demandas”, explicó Gauthier.

Un nuevo enfoque

El coordinador de Sivida, Sebastián Margalef, señaló que el enfoque no se dirige sólo hacia quien padece un problema de consumo, sino que engloba a toda la familia: “Sabemos que el consumo problemático no solamente afecta a los consumidores, sino que también a las madres, padres, abuelos, hijos. Todos sufren, se deprimen y también son usuarios de nuestro servicio, de nuestra institución”.

“Un enfoque muy importante que estamos haciendo en los últimos años es sobre el abordaje de los adolescentes con consumos problemáticos. Sabemos muy bien que la morbilidad aumentó muchísimo, un montón de consumos con bebidas energizantes, alcohol y otro tipo de sustancias. La institución se ha esforzado muchísimo para ofrecer mejores oportunidades para estos adolescentes. Y es por eso que estamos aquí”, ahondó este psicólogo.

“Si hablamos de sustancias que generan problemas complejos”, continuó, “el alcohol” aparece como principal. Margalef añadió que las otras “sustancias” se presentan en menor porcentaje y recordó una encuesta nacional de hace dos años realizada a estudiantes de entre 11 y 21 años de edad, en el que el 70% de los consultados aseguró que consumió alcohol en los últimos 15 días. En un sondeo que se hace cada cuatro años, la “edad de inicio va bajando” en cada instancia.

No obstante, “como dato significativo, cuando la familia se involucra, los resultados son mucho mejores. Hay que acordarse de que no se trata de dejar de consumir, sino de mejorar la calidad”, indicó el coordinador de Sivida de Comepa. El consumo “siempre genera un deterioro y conflicto en la familia, por eso el tratamiento es para todos”.

“Las mamás de los consumidores, las parejas, los hermanos, los primos, los abuelos, también sufren de trastornos mentales. Se angustian, se deprimen, y en este equipo abordamos el asunto con todos ellos. Si tenemos que derivar, lo hacemos pertinentemente, y si no, los tomamos directamente”, destacó.

Margalef insistió en que el foco se concentre en la persona que consulta, en qué hace por su vida y en qué modo puede ayudarse, en vez de “solamente criticarla”. “Recuerdo que, cuando hablamos de consumos problemáticos y de drogas, estamos hablando de prejuicios. Hablamos de prohibiciones, de muchas cosas que creemos que están mal; se demonizan las sustancias cuando simplemente son sustancias, las convertimos en droga. Hay un montón de prejuicios en este trasfondo. Entonces poder trabajar con esto en la familia es muy importante”, reflexionó.

Un aprendizaje

Pezzati, coordinadora del servicio de promoción de salud y prevención de enfermedades de Comepa, volvió a tomar la palabra y mencionó que algo que aprendió en Sivida es que el problema no se encuentra en “la droga en sí”, sino en lo que lleva al adolescente o adulto “a consumir y a tener un consumo problemático”.

“Tratamos de enfocar la atención de adolescentes desde una mirada positiva, no desde la negativa en el que veíamos al adolescente como un cúmulo de problemas y de riesgos. Hay que ver todo el potencial que tiene ese adolescente y la familia para poder acompañarlo. Tenemos que trabajar muchísimo con la familia, con la sociedad. También influye el centro educativo donde ese adolescente concurra, su grupo de amigos, el centro deportivo” al que asiste, agregó la pediatra.

Incluso, el éxito terapéutico ya no se mide solo por la cantidad de tiempo de abstinencia. “Para Sivida, el éxito está en que la persona acceda a una consulta, de calidad, especializada, que pueda formular un pedido de ayuda. Hay algunos que logran abstinencia, otros no, pero mejoran un montón los indicadores. Por ejemplo, alcanzan un proyecto personal, pueden lograr un empleo, vivir de sí mismos, volverse autodependientes, mejorar sus vínculos”, aseveró, de su lado, Margalef.
“La abstinencia se la plantea cada persona”, prosiguió. ¿Hay altas?: “Sí. Muchos pacientes se recuperan”.