
La Escuela 16 “Dionisio Díaz” de Cerro Chato celebró sus primeros 100 años de vida en la localidad, en una ceremonia que contó con la presencia del intendente Nicolás Olivera, el secretario general, Fermín Farinha; el inspector departamental de Primaria, Carlos Casaretto; la inspectora de zona, Cecilia Cabillón; la inspectora de Inicial, Adriana Novas, alumnos de la institución y vecinos.
El centro educativo cuenta con 54 alumnos; 40 corresponden a Inicial y Primaria, y los restantes 14 son de 7°, 8° y 9°, dado que cuenta con Ciclo Básico Rural.
“Cumplir 100 años es muy importante para cualquier institución, y más para una escuela rural tan alejada de la capital sanducera”, dijo la directora Eliana Peyró. En esta jornada “nos encontramos los de ayer, y los de hoy, todos con un mismo objetivo, celebrar la trayectoria de nuestra querida escuela”.
“La educación es la herramienta fundamental de los pueblos libres, esta razón devela la importancia del centenario de nuestra escuela; valorar la misión educativa en su total dimensión y celebrar su total y fructífero trayecto pleno de logros y realizaciones es el objetivo de hoy”, reconoció.
Peyró indicó que es una jornada de celebración, pero también de encuentros, de compartir historias y vivencias, con momentos imborrables del ayer y el hoy.
“Esta escuela no es un edificio vacío, es un lugar en donde se vive y se disfruta, es una institución activa, abierta, con metas claras que valora profundamente el legado de sus fundadores”. Asimismo, destacó que en la Escuela 16 se “busca permanentemente la calidad educativa y nos esforzamos para responder a los desafíos de la actualidad”.
Destacó además que es una institución “en permanente vínculo con su comunidad”, resaltando además la colaboración constante de los vecinos, de las familias, de las autoridades de la educación, de la Intendencia Departamental y las Juntas Locales.
Hubo tiempo además para la cultura, con música en vivo con el cantante Santiago Berisso y Marcelo Fagúndez, quien toca el acordeón en la Sinfónica de Tambores. Los niños de Inicial recitaron un poema, los de primaria cantaron la canción de Escuela Rural de Miguel Soller, y por supuesto no faltó el pericón con sus clásicas relaciones. Agradecieron además al docente Fernando Irecio y estudiantes del IFD, quienes pintaron el mural que identifica a la comunidad de Cerro Chato, y por lo tanto a la Escuela. Posteriormente, las autoridades descubrieron una placa de la Intendencia Departamental de Paysandú en la que se destaca la labor realizada por el centro educativo en la comunidad.
“AÑOS DE ENSEÑANZA Y EXPERIENCIAS”
En diálogo con EL TELEGRAFO, el inspector departamental de Primaria, Carlos Casaretto, destacó el centenario de la escuela en la localidad, “tantos años enseñanza y experiencias, vivencias de niños, de familias, de docentes y no docentes en una institución rural”.
Cabillón, en tanto, resaltó el trabajo que se realiza en el centro educativo. “Se viene trabajando precioso, se ha destacado en varios concursos con primeros premios a partir de una investigación de ahorro de energía que realizaron para el concurso de Salto Grande, que insumió mucho trabajo de investigación realizado por los propios niños”.
Asimismo, resaltó que en la escuela “se promueve el trabajo con propuestas creativas y aprendizajes de calidad para los niños”. A lo largo de los años “los recursos y la tecnología han cambiado, pero la esencia de la escuela sigue siendo la misma”.
Novas en tanto, añadió que la escuela cuenta con un maestro multigrado para nivel inicial 3, 4 y 5, y que el centro educativo viene trabajando en el marco del Plan Nacional de Lectura que se viene desarrollando en todo el departamento con el objetivo de “acercar la lectura y los libros a los niños”, algo que “es muy importante”.
Asimismo, resaltó la labor de los niños en los clubes de ciencia, en donde también obtuvieron premios. “Esta escuela con su directora, con los maestros y los vecinos, es una comunidad de aprendizaje”, reconoció.