Campeones de la Tierra 2024

Por Marco Rivero
Fotos: Pnuma, Xinhua, EFE

El premio anual Campeones de la Tierra es el máximo reconocimiento ambiental de la ONU y se concede a personas pioneras, que lideran esfuerzos para proteger a las personas y al planeta. Lo han recibido 122 personas y organizaciones desde que se instrumentó, en el año 2005, en mérito a su liderazgo ambiental excepcional e inspirador.

Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma, durante el acto de anunció de los premiados de este año, señaló que “casi el 40% de las tierras del mundo ya están degradadas, la desertificación va en aumento y las sequías devastadoras se están volviendo más regulares. La buena noticia es que las soluciones ya existen y están siendo impulsadas por personas y organizaciones en todo el mundo, que están demostrando de manera extraordinaria que sí es posible defender y sanar nuestro planeta”.

En tal sentido valoró el esfuerzo de los Campeones de la Tierra de 2024, quienes destacan “como un recordatorio de que la lucha por proteger nuestras tierras, nuestros ríos y nuestros océanos es una lucha que podemos ganar. Con las políticas correctas, los avances científicos, las reformas del sistema, el activismo, así como el liderazgo vital y la sabiduría de los Pueblos Indígenas, podemos restaurar nuestros ecosistemas”.

CAMPEONES

Los reconocidos este año como Campeones de la Tierra han sido:
Sonia Guajajara, la Ministra de los Pueblos Indígenas de Brasil, fue galardonada en la categoría Liderazgo Político, quien ha defendido los derechos de los pueblos originarios durante más de veinte años. Bajo su liderazgo, se han reconocido 13 territorios como pertenecientes a los Pueblos Indígenas con el objetivo de evitar la deforestación, la tala ilegal y el narcotráfico. Amy Bowers Cordalis, es defensora de los derechos Indígenas, recibió el premio en la categoría Inspiración y Acción. Utiliza su experiencia jurídica y su pasión por la restauración de la naturaleza para asegurar un mejor futuro en beneficio de la tribu yurok y el río Klamath en Estados Unidos. Gabriel Paun es un defensor del medio ambiente procedente de Rumania, quien también ha sido premiado en la categoría Inspiración y Acción. Es el fundador de la ONG Agent Green, que desde 2009 ayuda a salvar miles de hectáreas de preciosa biodiversidad en los Cárpatos, al denunciar la destrucción y la tala ilegal del último bosque primario de Europa. Lu Qi es un científico chino, fue premiado en la categoría Ciencia e Innovación. Ha trabajado en los sectores científico y político durante tres décadas ayudando a China a revertir la degradación de la naturaleza y a reducir sus desiertos. Madhav Gadgil, es un ecologista indio que ha sido galardonado en la categoría Trayectoria de Vida. Ha dedicado décadas a proteger a las personas y el planeta a través de la investigación y el compromiso con la comunidad. En la categoría Visión Emprendedora la galardonada fue Sekem, una iniciativa de agricultura sostenible que ayuda a más de 40.000 agricultores en Egipto a hacer realidad la transición hacia una agricultura más sostenible.

MINISTRA

La única sudamericana de la lista es Sonia Guajajara, de 50 años. Nacida en la selva amazónica, ejerce desde enero de 2023 el cargo de ministra de Pueblos Indígenas, cargo creado para este período de gobierno por Luiz Inacio “Lula” da Silva.
Poseé una extraordinaria trayectoria como activista, su designación como ministra es un hito para los Pueblos Indígenas de Brasil, ya que les da una voz sin precedentes en la protección de la naturaleza y la formulación de políticas sobre sus derechos, su territorio y su futuro. “Hace sólo unos años, nadie podía imaginar un ministro de origen indígena en Brasil. Mi nombramiento permite soñar a los Pueblos Indígenas”, afirmó Sonia Guajajara al Pnuma durante una entrevista en su oficina en Brasilia. “Ahora podemos hablar y representarnos a nosotros mismos. Somos conscientes de que ha llegado el momento de hacernos escuchar: Es hora de ponernos firmes”, afirmó. Guajajara ya ha representado anteriormente a su pueblo en instancias tan importantes como la Cumbre anual de la ONU sobre el Cambio Climático.

Los Pueblos Indígenas poseen, utilizan o gestionan al menos una cuarta parte de las tierras del mundo. Los especialistas aseguran que en las zonas que poseen o gestionan estas comunidades, la naturaleza se ha deteriorado por lo general con menos rapidez que en otras tierras. Esto es especialmente importante en la Amazonia, el mayor bosque tropical del mundo, un sumidero de carbono fundamental y hogar de casi la mitad de la población Indígena de Brasil, unas 867.900 personas.

Aunque la deforestación en la Amazonia se ha reducido desde que Lula asumió la presidencia en 2023, los Pueblos Indígenas siguen sufriendo ataques de madereros ilegales, mineros de oro y narcotraficantes. “Queremos devolver el territorio a los Pueblos Indígenas para que puedan vivir con dignidad y según sus propias costumbres”, explicó Sonia Guajajara, bajo cuya gestión se han reconocido 13 territorios como tierras indígenas en los últimos dos años. Guajajara dice que es casi el número total aprobado en la década anterior. Además de 520 territorios reconocidos oficialmente, hay otros 270 más en diferentes fases del proceso de demarcación.

SALMONES

Amy Bowers Cordalis la otra americana entre los premiados, es, además de abogada, miembro de la tribu indígena Yurok, de California. Ha dedicado décadas de su vida al esfuerzo por restaurar el flujo natural del río Klamath, en Estados Unidos, un cauce que atraviesa los estados de Óregon y California. En su tiempo fue la tercera vía fluvial productora de salmón de Estados Unidos, pero cuatro represas hidroeléctricas construidas entre 1911 y 1962 sofocaron su caudal, diezmando las poblaciones locales de esta especie que era la piedra angular en la forma de vida de los Yurok.

Las presas en el Klamath provocaron floraciones de algas tóxicas estacionales, que cambiaron las temperaturas y alimentaron enfermedades, disminuyendo la calidad del agua. Sumado a ello, las poblaciones y asentamientos en el entorno aumentaron la presión sobre el río. En octubre pasado, Cordalis y los Yurok celebraron la destrucción de la última de las cuatro presas de Klamath, como resultado de una decisión de 2022 por la restauración del río. La decisión marcó la culminación de décadas de defensa, protestas y acciones legales de los Yurok, un proceso en el Cordalis jugó un papel clave, dirigiendo el llamamiento a los reguladores y propiciando un acuerdo con los gobiernos de ambos estados así como con el propietario de las represas.

Un disparador del activismo de Cordalis fue un episodio de 2002, cuando el gobierno federal desvió agua del Klamath para destinarla a la agricultura, acción que resultó en la baja del caudal del río y la muerte de unos 34.000 salmones adultos.

BOSQUES

El activista ambiental Gabriel Paun, de 47 años, no se explica cómo ha sobrevivido tanto tiempo. Ha sido agredido, perseguido, amenazado y hasta arrojado en la carretera como reacción a su persecución a la tala ilegal en los bosques nacionales de Rumania. “No estoy molesto, ni enfadado, ni preocupado. No tengo nada de qué quejarme”, aseguró, con una sonrisa irónica. Lo que él llama la “mafia forestal” son grupos de leñadores inescrupulosos que, de acuerdo con observadores, están causando estragos en algunos de los últimos vestigios de los bosques antiguos de Europa.

“Lucho no solo por los árboles, sino por todo el ecosistema forestal, incluidas los miles de especies que viven bajo y sobre el suelo”, precisó Paun en declaraciones a Pnuma). “Los bosques primarios y antiguos son de suma importancia. Tengo todos los motivos para dedicarles mi vida y mi vocación”, afirmó.

Rumania alberga dos tercios de los últimos bosques antiguos de Europa, según datos de la Unión Europea. Estos bosques se encuentran principalmente a lo largo de los Cárpatos y proporcionan servicios ecosistémicos esenciales, regulación del clima y control de inundaciones, a millones de personas. También albergan algunas de las mayores poblaciones de grandes carnívoros de Europa, como linces, osos pardos y lobos. Paun fundó en 2009 la oenegé Agent Green con el propósito de denunciar delitos contra el medio ambiente en Rumania y se estima que su acción ha permitido preservar decenas de miles de hectáreas de bosques primarios y antiguos. Gabriel sostiene que su organización se dedica a trabajar sin violencia, pero que sus oponentes no siempre están en la misma tesitura. Agent Green ha presentado cientos de demandas para impedir la tala ilegal. En el parque Retezat, el más antiguo de Rumania, en 2015, Paun fue agredido y sufrió lesiones graves en costillas, cabeza y mano. A nivel mundial, más de 1.700 defensores del medio ambiente de 61 países fueron asesinados entre 2012 y 2021, según un informe del Pnuma.

MURALLA

Lu Qi es el científico jefe de la Academia China de Silvicultura, cuyo objetivo es luchar contra la desertización y crear un oasis verde en uno de los paisajes más inhóspitos de China, el desierto de Ulan Buh, donde se estableció el Centro Experimental de Silvicultura en Desiertos, en la ciudad de Bayannur. El Ulan Buh es uno de los 12 grandes desiertos en el país y forma parte de un ecosistema que cubre más de una quinta parte del territorio chino. Se estima que el avance de desertificación, agravado por los efectos del cambio climático, causan más de 9.000 millones de dólares en pérdidas económicas directas al año. La solución con la que China enfrenta este problema parece sencilla: plantar y preservar franjas de bosques para bloquear la expansión del desierto. Lu Qi es experto en todos estos desafíos y se ha sumado al histórico Proyecto de los Tres Nortes. La apodada como “Gran Muralla Verde”, es una iniciativa que se puso en marcha en 1978 y es el mayor proyecto de forestación del mundo. Abarca más de 30 millones de hectáreas en todo el norte del país y se espera que se extienda a más de 400 millones hacia 2050. A principios de año, el gobierno chino prometió U$S 1.700 millones para reforzar el Proyecto de los Tres Nortes, en vistas de que, según la Administración Nacional de Bosques y Pastizales de China, sus resultados han sido alentadores. Mientras a finales del siglo XX los desiertos de China se expandían 3.436 kilómetros cuadrados cada año, desde 2009, los desiertos se han reducido en 2.424 kilómetros cuadrados anualmente, logrando transformar hasta 8,8 millones de hectáreas en tierras verdes.

DEL PUEBLO

El reconocimiento Campeones de la Tierra 2024 a la trayectoria se adjudicó a Madhav Gadgil, un investigador y ecologista originario de India. En una carrera científica que abarca seis décadas, Madhav Gadgil siempre se ha considerado un “científico del pueblo”. Sus investigaciones han contribuido a proteger a personas marginadas, promover la conservación comunitaria de ecosistemas, desde bosques a humedales, e influir en la formulación de políticas al más alto nivel.

Autor de siete libros y unos 225 artículos científicos, su obra cumbre es el conocido como Informe Gadgil, en el que abogaba por la protección de la cordillera india de los Ghats occidentales, una coordillera frágil desde el punto de vista ecológico a causa de las crecientes amenazas de la industria y la crisis climática. En 2011 el informe alertó por los efectos negativos de un desarrollo descontrolado en la zona, por lo que recomendó, junto a otros investigadores, categorizar las zonas de los Ghats como ecológicamente sensibles. Aunque la zona sigue bajo presión, el señor Gadgil cree que ha ayudado a replantear el discurso sobre la protección ecológica y los esfuerzos de restauración en toda la India.

Gadgil asesora a grupos de jóvenes de las aldeas sobre sus derechos forestales comunitarios, ayudándoles al mismo tiempo a comprender mejor los ecosistemas que les rodean. A sus casi 80 años piensa seguir luchando por la conservación de los ecosistemas más frágiles de la India.

BIODINÁMICA

El reconocimiento a la visión emprendedora se otorgó a Sekem, una iniciativa cuya historia comenzó a escribirse en el lejano 1977, en el desierto de Egipto, con una carpa, un tractor y un piano. Su fundador, Ibrahim Abouleish, regresaba a Egipto tras 20 años en el extranjero, trabajando en la industria química y en farmacología, cuando el país enfrentaba el dilema de tener que alimentar a una población en rápido crecimiento, con un sector agrícola subdesarrollado y con tierras de cultivo que perdían terreno frente al desierto y con un abuso de pesticidas y fertilizantes que envenenaban los suelos.

Abouleish se instaló en su carpa en una franja virgen de desierto, al noreste de El Cairo, y fundó la organización que lleva el nombre de un jeroglífico que significa “vitalidad del sol”, que se convirtió en un semillero de agricultura biodinámica, una forma de agricultura orgánica que enfatiza la armonía entre la naturaleza, el desarrollo humano y la espiritualidad. Sus dos primeras inversiones fueron un tractor y un piano que simboliza “la importancia de las emociones y sentimientos”, para reconectar a la humanidad con la naturaleza. Ibrahim Abouleish falleció en 2017 y desde entonces la organización la dirige su hijo Helmy. “Para mi padre, siempre se trató de construir una relación con el desierto donde, básicamente, de la nada se crea un organismo”, dice. Hoy Sekem se ha convertido en una organización que ayuda a contrarrestar la desertificación, construir sistemas alimentarios resilientes, abordar la pobreza rural y abordar la crisis climática. A fines de este año se estima que habrá ayudado a 15.000 agricultores a cambiarse a la agricultura biodinámica desde 2022, extendiendo la práctica a unas 19.000 hectáreas de tierras agrícolas.