Escuela 23 de Quebracho trabaja en proyecto basado en “las emociones al escenario”

En Paysandú ocho escuelas continúan llevando adelante actividades en el marco del Programa de Escuelas de Verano en las que asisten aproximadamente 500 alumnos. En tanto, cada institución se encuentra desarrollando un proyecto que fue presentado oportunamente por el equipo docente a la Inspección Departamental de Primaria. En el caso de la Escuela 23 de Quebracho, la maestra directora Valeria Menéndez dijo a EL TELEGRAFO que se trata de “Las emociones al escenario: alegría y tristeza. Segunda edición”.
La citada escuela es una de las tres del interior departamental que se sumó al programa. “Recibimos de lunes a viernes entre 50 a 60 niños de inicial y primaria de las escuelas 23, 97 y del jardín de infantes 109 de Quebracho. Contamos con un equipo de trabajo con cinco personas entre funcionarios docentes y no docentes. Además contamos con un niño con asistente personal, la cual nos ayuda en el desarrollo de nuestro proyecto”, explicó Menéndez.

Las actividades del proyecto se realizan en rotaciones entre los tres docentes: la maestra directora, la maestra Alejandra Díaz y el profesor de Educación Física Henry Trinskenchú. “Apuntamos en desarrollar la imaginación y la autonomía de los niños, junto a la competencia creativa. La meta de aprendizaje de nuestro proyecto es que los niños desarrollen la sensibilidad, creatividad y la valoración de los hechos artísticos para elevar su autoestima y regular sus emociones. Cabe considerar importante este bello arte para reforzar la oralidad de los niños. Además es perfecta para que ellos comiencen a entender el juego de roles”, dijo la directora.
La experiencia de Escuelas de Verano “permite la formación integral de todos los niños y niñas generando vínculos y diferentes interacciones a partir del disfrute y participación en actividades recreativas tanto lúdicas como deportivas, lo cual favorece el desarrollo corporal así como la dimensión socioemocional. El proyecto educativo surge de la necesidad de encontrar espacios áulicos diversos y apropiados para abordar el código lingüístico, donde la motivación continua es el elemento fundamental para el aprendizaje significativo. Por ello, incorporar el teatro en el aula, es uno de los caminos fascinantes que permite, a la vez, explorar y desarrollar las habilidades socioemocionales y afectivas”, comentó.

Los niños disfrutan mucho de las aventuras y las fantasías. El aprendizaje a través del teatro, como todo proceso de enseñanza, necesita elementos que contengan diversión, sentido y temática a abordar motivadora. “En este mundo excedido de peso, deshecho en valores y repleto de tecnología, el arte salva. Es necesario porque desarrolla la sensibilidad y la capacidad creativa poniendo al ser humano como único centro, con su singularidad como fundamental riqueza. Además que hacer teatro con los niños es sumamente positivo. Como hecho colectivo el teatro se hace con los otros. Es una creación grupal en la que cada uno pone su parte. El ejercicio de escuchar a los demás, de aceptar la diversidad de opiniones, entrar en una convivencia inclusiva”, explicó.
El juego teatral coloca a los niños en desafíos de tomar decisiones, en buscar la imaginación y creatividad, expresar con el cuerpo y respetar el espacio personal del otro. Con el mismo se experimentan todas las artes: incluye la literatura, la expresión corporal, la expresión musical y las artes visuales. Es una oportunidad propicia para valorar el arte y el cuerpo. En lo visual, lo auditivo, lo verbal y los gestos, la mirada, la voz, el movimiento o la ausencia de éste, el cuerpo se convierte en el instrumento natural de relacionamiento con el mundo. “Además de desarrollar creatividad, buscamos utilizar el hermoso espacio de recreación con que cuenta nuestra localidad; martes, miércoles y jueves visitamos las piscinas a modo de aprendizaje y recreación”, dijo Menéndez.
El equipo de la Escuela 23 está integrado además por Judith Martínez como auxiliar de cocina y Valentina Álvez como auxiliar de servicio. “Todos formamos un equipo sólido e interesado en motivar y despertar el interés de nuestros alumnos en el aprendizaje”, precisó la maestra directora.