
Medios de la República Argentina califican como “histórico” el aumento de la presencia de cianobacterias en balnearios ubicados en el lago de Salto Grande, en un fenómeno que ha dejado zonas “directamente inutilizables” para los bañistas. Si bien el fenómeno se aprecia en varios puntos de la cuenca, parece concentrarse “de manera alarmante en el lago aguas arriba de la represa”.
Un reportero de Diario Río Uruguay, de Concordia, realizó un recorrido por distintas playas y espacios del lado argentino del lago de Salto Grande y pudo captar imágenes que demuestran el estado del agua en el embalse. Una de las postales más impactantes captadas por el fotógrafo Juan Menoni muestra a un grupo de carpinchos en las inmediaciones de Puerto Luis, cubiertos por una capa de algas en todo su pelaje.
Quienes concurren al lugar también dan testimonio de cantidad de personas, en especial niños, “metidas en el agua a pesar del evidente color y el ‘insoportable olor’ que se sentía”, desoyendo las recomendaciones que publicó en los últimos días la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) ante el riesgo detectado de la posibilidad de ocurrencia de este tipo de situaciones.
CARACTERÍSTICAS
Este fenómeno, conocido también como verdín, “suele ocurrir durante el verano debido a las altas temperaturas y puede presentarse en distintos cuerpos de agua”. Las cianobacterias son microorganismos capaces de realizar fotosíntesis porque contienen clorofila, son reconocibles como “algas verde-azules”, y están presentes tanto en cuerpos de agua dulce como salada. Algunas de estas cianobacterias producen toxinas, lo que representa un riesgo para la salud humana y el ecosistema.
La proliferación de las cianobacterias puede afectar a las playas durante horas o días, con posibles impactos en la salud. La mejor medida de prevención es observar atentamente el agua y la arena. Si el agua presenta una coloración verdosa, aspecto turbio o acumulaciones de material similar a espuma, se recomienda evitar el contacto directo.
Las principales vías de exposición son la ingesta de agua directa —puede ocurrir involuntariamente al practicar un deporte acuático, o cuando niños y mascotas juegan en el agua— o el contacto directo con la piel. A mayor cantidad de agua ingerida, mayor es el riesgo de intoxicación. Los grupos más vulnerables a las toxinas producidas por las cianobacterias son los niños, embarazadas, adultos mayores, personas inmunodeprimidas, así como pescadores y guardavidas, quienes tienen mayor contacto con el agua. Asimismo, las mascotas también son especialmente sensibles y pueden manifestar síntomas en poco tiempo.
Los principales síntomas de exposición pueden ser: dolor de cabeza, malestar digestivo, náuseas y mareos, diarrea, vómitos, irritación de la piel (tipo rash) y ojos (conjuntivitis), inflamación de oídos (otitis), nariz y garganta, tos seca, neumonía y lesiones hepáticas graves.
Es fundamental destacar que los efectos de una intoxicación por cianotoxinas pueden ser de efectos agudos (intensos en un periodo corto) o crónicos (leves durante largos periodos de tiempo).
PLAYAS
En el reporte diario de la página del Ministerio de Ambiente no aparecen problemas en las dos playas uruguayas que remiten datos, Parque del Lago Este y Parque del Lago Oeste, así como tampoco en el resto de las playas sobre el río Uruguay. Sí se indicaba la presencia de bandera sanitaria a raíz de la presencia de cianobacterias en varias playas del Río de la Plata —entre ellas Arazatí, en San José—, en Colonia y en una de la ciudad de Florida, sobre el río Santa Lucía Chico.
Por su parte, el último registo de CARU, de fecha 3 de febrero, mostraba Alerta en nivel 2 en las playas Las Palmeras y Playa Sol, en el Embalse Salto Grande, en Concordia, así como también en las uruguayas Parque del Lago NE y “La Toma”, en Salto.