
Nicolás Olivera fue edil departamental, encargado de la Unidad de Vivienda y director general de Obras en la Intendencia, diputado por dos periodos, el segundo de los cuales interrumpió para asumir como intendente departamental. Ahora, mientras vuelve a presentarse a la Intendencia, asumió como senador de la República.
Ser senador, dijo Olivera, “era algo que no lo tenía en la hoja de ruta hace dos años. Se fue dando a pedido de algunos compañeros, del sector que integro hoy –D Centro–, a pedido en su momento de quien fue nuestro candidato a la Presidencia, Álvaro Delgado”.
“Hacen falta voces del interior en la Cámara Alta. Es necesario para evitar que todo sea tan metropolitano, tan centralista. Para mí será una trinchera donde dar la lucha por las cosas por las que uno viene luchando hace mucho”, agregó.
Sostuvo que “el momento más trascendente de un gobierno en materia legislativa son los primeros meses. Cuando el gobierno define sus prioridades y las plasma en un presupuesto. Cuando se estudia el presupuesto se ve la visión del gobierno entrante, qué es lo que quiere, dónde quiere distribuir los recursos”. De ese proceso participará en los primeros meses de gestión parlamentaria.
RECURSOS PARA EL INTERIOR
En la Cámara de Senadores “matemáticamente es más fácil de llegar a entendimientos al ser menos y administrar prioridades”, pero la realidad es que “las leyes se aprueban en dos cámaras. El partido del futuro gobierno no tiene mayorías parlamentarias. Entonces, de nada sirve no contemplar a la oposición en una Cámara cuando se sabe que se la necesitará en la otra. Vamos a luchar por las cosas por las que luchamos hasta noviembre. Vamos a dar batalla por recursos para el interior, por las cosas que creemos, para cosas que queremos y que el país precisa. También seguir insistiendo en el tema de la seguridad, en el tema de la educación”.
“Los partidos más o menos tenemos los mismos propósitos. Podrá haber alguna diferencia, podrán estar tiznados de más o menos color, más o menos ideología. Los propósitos grandes son más o menos lo que queremos todos”, afirmó.
UN ACTOR CALIFICADO
Aseguró que es “un actor calificado para hablar y levantar la mano cuando se trate de hablar de educación, de universidad, de descentralización universitaria, de cómo pueden terminar sus estudios los muchachos de los quintiles más pobres. Tras cuatro años y dos meses al frente de una gestión departamental, he podido apreciar todas las áreas de la vida de una persona, porque pasan por la Intendencia. Entonces no me suenan ajenos ninguno de los temas nacionales”.
Resaltó que “hay muchas cosas que se piensan en Montevideo, en los ministerios, en el Parlamento, que son cosas que en la teoría parecen excelentes pero que después cuando aterrizan no funcionan. Por la gestión departamental sabemos lo que no funciona. Ahora vamos a estar en los lugares donde se toman decisiones para diseñar y para llevar adelante las cosas que queremos para que la gente pueda vivir mejor”.
Olivera expuso que entiende que “los temas nacionales tendrían que abarcar a todo el país. Voy con una visión más pragmática de cómo tienen que aterrizar en el interior, porque sé lo que es que Buricayupí haya pasado 100 años sin agua, lo que es que pueblo viejo de El Eucalipto haya pasado 60 años, 70 años sin agua. Sé que un pueblo como La Cuchilla estuvo toda la vida ahí. Entonces, cuando me hablan de vivienda, de servicios, de descentralización, sé muy bien de qué se trata”.
Asimismo, al pasar a la oposición, “la coalición se probó para ganar hace cinco años, se probó para gobernar y ahora seguramente se tenga que probar en el modo de oposición”.
“NO QUIERO QUE LA OBRA QUEDE INCONCLUSA”
Asumirá el Senado, pero con la intención de volver a ocupar en julio venidero la Intendencia de Paysandú. “Siento que hay cosas que tengo que seguir haciendo acá.
Cuando uno plantea un proyecto, no lo plantea solo a cinco años. Cuando se empieza a construir una casa no se la da por terminada después de los cimientos. Hay que seguir hasta el techo. Siento que mi razón de ser está en destinar los próximos cinco años de mi vida a que Paysandú siga creciendo, siga siendo el mejor lugar para vivir. Se han hecho en estos cinco años muchas cosas pero de todas formas es una obra inconclusa. No quiero que quede inconclusa”.