
En las últimas horas, se viralizaron videos de un insólito control de tránsito en Ushuaia, Argentina, donde agentes de la Policía intentan detener a motociclistas con armas de aire comprimido cargadas con bolas de pintura (paintball). Esta práctica generó polémica en la ciudad. Mientras algunos vecinos se preguntaban si el procedimiento está autorizado, otros remarcaron el peligro que podría representar el uso de estos métodos.
Desde la Policía de Tierra del Fuego explicaron que el uso de estas armas responde a las “reiteradas denuncias por picadas ilegales en la ciudad, con vehículos que circulaban a alta velocidad y ponían en riesgo la seguridad ciudadana”.
“La comisaría primera detectó ocho vehículos realizando picadas por la avenida Maipú, los cuales se dieron a la fuga al avistar el móvil policial”, agregó la Policía en diálogo con Infofueguina. Además, señalaron que “los infractores fueron nuevamente observados ignorando las señales de alto y avanzando hacia el personal policial”.
Gastón Sánchez, subcomisario de Ushuaia, aseguró que el operativo se llevó a cabo en respuesta a los reclamos de los vecinos. “Es algo que se viene repitiendo todas las noches, más ahora en vacaciones, y se acrecienta el uso de la motocicleta”, afirmó. También indicó que estos operativos se realizan a diario en horario nocturno y que las quejas incluyen ruidos molestos, motos sin luces, picadas y vehículos circulando sobre las veredas.
Por otro lado, Sánchez defendió el uso de este tipo de armas, aclarando que no representan un peligro. “Se trata de un arma no letal que funciona con aire comprimido”, explicó, y agregó que la bala es “una bolita de gelatina dura, con el propósito de identificar al infractor para que en el próximo control se lo ubique”.
Según el subcomisario, el método es efectivo, ya que “se ha podido incautar vehículos”. Además, afirmó que algunos casos fueron llevados a la Justicia, dado que las maniobras de los conductores pueden poner en riesgo a los policías.