
En la Catedral Basílica San Juan Bautista, de Salto, se viene trabajando en la instalación del órgano de tubos más grande con el que cuenta nuestro país. Construido en 1950 por el prestigioso taller suizo Orgelbau Kuhn, fue donado a la Diócesis de Salto por la Parroquia del Sagrado Corazón de la ciudad de Lenzburg (Suiza), gracias a las gestiones del organero sanducero Mario d’Amico, como se ha informado anteriormente.
“Avanza viento en popa la instalación del instrumento más grande que nunca se haya instalado en Uruguay, a 75 años de la última vez que se instaló un órgano en el país”, informó d’Amico desde la capital salteña. El organero definió al instrumento como “un monstruo de 11 metros de ancho, 7 toneladas de peso y 2.500 tubos, cada uno de los cuales es un instrumento musical en sí mismo. Si hay, por ejemplo, 56 notas y un sonido de trompeta, allí adentro hay 56 trompetas. Si hay un sonido de flautas, hay 56 flautas, y así se va conformando la totalidad de estos 2.500 instrumentos dentro de este mega instrumento que es el órgano de la catedral de Salto”.
Impacto cultural y educativo
El órgano tiene un valor de 1,5 millones de dólares, “que fue regalado a Salto y se está instalando en este momento”. Entre quienes llevan adelante ese trabajo se encuentra el carpintero sanducero Nicolás Stekel, “que está dirigiendo la obra. Él estuvo en Suiza desmontando y preparando el instrumento para el viaje, y ahora se ocupa del montaje técnico en Salto”.
Una vez finalizado el montaje técnico, “habrá que ajustar los 2.500 tubos a la acústica de la catedral, para que este monstruo haga vibrar los muros del templo”. D’Amico destacó que el instrumento no solo será una novedad para el culto religioso, sino que también estará al servicio de la actividad concertística, mediante los conciertos del Festival Internacional de Órgano del Uruguay, que desde hace muchos años organiza Cristina García Banegas, trayendo a nuestro país a los más grandes ejecutantes del instrumento. Además, servirá como herramienta pedagógica a través de la Escuela Universitaria de Música, dependiente de la Facultad de Artes de la Universidad de la República, cuya única filial en el interior del país se encuentra en Salto. El costo de instalación del instrumento, según se informó, supera los 60.000 dólares, por lo que se viene solicitando la colaboración de la sociedad salteña para reunir los fondos que permitan culminar el trabajo. “Todo tiene su precio: el transporte, el trabajo de Nicolás y quienes están ayudando, el alojamiento, las cuestiones técnicas… Se está juntando dinero, pidiendo ayuda a toda la ciudadanía de Salto para finalizar el montaje técnico del órgano”, concluyó d’Amico.