
La anterior directora de Promoción Social de la Intendencia durante la gestión de Nicolás Olivera, Guadalupe Caballero, aclaró que “la denuncia sobre supuestos hechos ocurridos en el comedor estudiantil es reciente. Por eso pienso que, como ediles, deben tener cosas más importantes que realizar antes de levantar calumnias y además, tienen que informarse bien”.
Recordó que ingresó al cargo en noviembre de 2020 y “me encontré, al otro día, con una denuncia de un comensal que un auto paraba en el comedor 52 y se llevaba todo lo que quedaba de comida. Esa persona nos mostró las fotos, pero no quiso aportar las pruebas físicamente. Solo me las mostró desde su celular y, por lo tanto, no pudimos avanzar. Lo que hicimos fue una reestructura de los equipos para evitar inconvenientes ante posibles denuncias de los comensales”.
Caballero dijo a EL TELEGRAFO que “si hay denuncias, siempre se hicieron investigaciones administrativas. Como por ejemplo en el comedor 101 –ubicado en Ancap donde se elabora la alimentación que se distribuye en Chaplin, Vista Hermosa, Curupí y Suroeste– cuando la comida salió cruda. Después que dejé el cargo, esa investigación se encontraba en proceso sin una resolución por parte de Jurídica, el área encargada de las citaciones”.
La exdirectora señaló que “la nueva intendente entró el 11 de febrero y el día 12 se me informó que era cesada. A través de la prensa he visto que hay una investigación administrativa por parte de la actual administración, de la que no formo parte”.
Caballero reconoció que “denuncias de comensales por malos tratos, en general, no teníamos. Pero en caso de registrar alguna, lo que hacíamos era estar muy presentes en los lugares” y “dignificamos la porción de comida con el aporte de la gestión anterior porque lo que enviaba INDA no era suficiente. Además, se cambió la calidad de la comida que se daba en comparación a la administración de Guillermo Caraballo. Estos ediles, ante denuncias parecidas, miraban para el costado”.
Resaltó que “ahora se acuerdan y les preocupa, pero no se olviden que la comida que entregaban a la gente daba vergüenza. A ese cambio de calidad lo pueden corroborar los propios comensales. En cuanto a la dignificación, también hay que recordar que en el comedor Vista Hermosa se creó un coro de adultos, porque cuando entramos a la Intendencia, había denuncias de vecinos por problemas de convivencia en los distintos comedores. En el comedor 52 y en Vista Hermosa esa problemática hoy no se vive porque se trata a los comensales como personas y vecinos que son”.
Explicó que “la denuncia a la que se refieren en el comedor estudiantil es reciente. Además, hubo procesos que continuaron porque también se hizo una investigación por malos tratos de un funcionario a otro y finalizó hace poco con una sanción. Y conozco este caso solamente porque, como dije, estoy fuera de esta administración”.