Rieles, durmientes y lagartos

Se presentó en Montevideo un estudio de factibilidad que busca implementar un servicio ferroviario de pasajeros empleando el trazado del Ferrocarril Central, al día de hoy el único que registra actividad, aparte del que cubre el tramo entre Rivera y Tacuarembó. De acuerdo a cómo se anunció desde la cartera, este estudio se realizó en el marco del Memorándum de Entendimiento firmado en 2024 entre el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y el consorcio francés Setec. Lo que se presentó fue el diagnóstico y las conclusiones del proyecto que está pensado para los próximos 50 años. “El objetivo central del estudio fue evaluar tanto la viabilidad técnica como sus beneficios sociales, en el marco de una posible incorporación del tren de pasajeros al sistema de transporte metropolitano”.
Indica el Ministerio que la firma francesa delimitó el área de estudio al Área Metropolitana, Montevideo y Canelones, “con un enfoque en el eje del corredor 5, que incorpora como destinos la ciudad de Progreso y la localidad de 25 de Agosto, en Florida. Las conclusiones apuntan a un proyecto viable y escalable, con potencial para impulsar el desarrollo sustentable y mejorar la movilidad del área metropolitana”.
La ministra de Transporte y Obras Públicas, Lucía Etcheverry, encuadró esta posible solución en un enfoque que considera posible “cambiar la competencia por la complementación y el desarrollo conjunto”.
Los problemas de movilidad que tiene la capital del país y la zona metropolitana, especialmente en horarios pico, quedan a la vista cuando se ven escenas como la hace unos días, cuando el incendio de un automóvil obstruyó la vía de acceso al centro por la Rambla y se formó una congestión que provocó que miles llegaran tarde a sus puestos de trabajo, o mismo ahora, que se anuncia que por algunas semanas va a haber una sola senda en dirección a Montevideo en los accesos por Ruta 5. Si una combinación —poco probable— de incidentes en el tránsito llegara a obstruir en forma simultánea ese acceso, avenida Italia y el de la Rutas 5, el impacto podría llegar a medirse en una fracción de punto del PBI. Así es el grado de dependencia actual. Y el tren puede llegar a ser una solución que descomprima en algo este escenario, que además tiende a agravarse porque cada vez más personas se bajan del ómnibus para subirse al auto. Quiere decir que hay un aspecto cultural en el que trabajar también.
Etcheverry agregó que el país está atravesando un momento de definir cambios sustantivos en el transporte, “especialmente en el área metropolitana”, se analizaron distintos escenarios energéticos para el sistema ferroviario, en diésel, eléctrico e hidrógeno y se analizaron las posibles frecuencias de los trenes: uno cada 20 minutos y otro cada 30 minutos, de acuerdo a la tarificación (favorable al usuario) y se identificaron mejoras necesarias en la infraestructura ferroviaria.
Hay además, para complementar el panorama, un proyecto que se presentó durante el pasado gobierno, de crear un tren/tranvía, que utilice el cantero central de avenida Italia y que corra desde la Ciudad de la Costa y una idea planteada por el sindicato de AFE, la Unión Ferroviaria, que propone reactivar las viejas vías abandonadas desde Atlántida y Parque del Plata para correr servicios de pasajeros, a un costo supuestamente más barato que construir toda la infraestructura desde cero.
Pero en estos momentos en los que parece haber tanta preocupación por estos temas, ha quedado aparentemente en el olvido toda la inversión que se realizó en la recuperación de las vías en nuestro departamento con una inversión de casi 120 millones de dólares para que, hace casi una década, los rieles estén tomando sol y juntando óxido en medio del campo sin que hayan corrido por ellos más que un par de excursiones llevando jubilados a las termas por iniciativa y a riesgo personal de un concejal del departamento de Tacuarembó. Propiamente el lujo en la miseria. Es inaudito que en todo este tiempo no se haya encontrado una forma de terminar esa obra inconclusa y que puedan volver a correr trenes.
Claro que también es posible que haya que hacerse cargo, y a ver quién dice yo, de haber planteado destinar esos recursos a revivir las mismas vías que proyectó una empresa de capitales ingleses a fines del siglo XIX. De una forma u otra la inversión se hizo, aunque parcialmente, se hizo, y hoy, así como están, esos hierros son el más grande monumento al despilfarro y a la falta de previsión. Lo triste del caso es que esos recursos pudieran haber sido aprovechados para tantos otros usos que realmente hubieran significado un impacto en la economía departamental. Y casi que podríamos decir lo mismo del puerto, si no fuese porque durante algunos años operó un servicio regular de movimiento de contenedores y se mantuvieron activos algunos fletes a granel. Hoy la realidad es que la operativa es prácticamente nula y hubo que encontrar una solución alternativa, la de servir para resguardar buques en larga estaría para obtener réditos, que ciertamente ya finalizó. Que no está mal, es una forma de generar recursos, pero es como alegrarse de haber abierto un estacionamiento donde antes funcionaba una industria.
Lo peor de este escenario es que después es difícil rebatir que se destinaron recursos al territorio al norte del río Negro, cuando por ejemplo hay casi 120 millones de dólares puestos sobre la tierra, como los lagartos, escondidos entre los pastos.

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