
Con motivo de su última visita a Paysandú, donde participó del II Congreso de Emergencias, el médico Ramón Soto dialogó con EL TELEGRAFO sobre su reciente designación como referente nacional para las Ruralidades por parte del Ministerio de Salud Pública. La decisión, tomada por la ministra Cristina Lustemberg, lo coloca en un rol clave para tender puentes entre las políticas sanitarias nacionales y las realidades del interior profundo. Soto reside y ejerce desde hace más de 30 años en Valentín, una localidad del departamento de Salto. Su trayectoria lo ha vinculado de forma directa con los desafíos sanitarios del medio rural y con la Sociedad de Medicina Rural del Uruguay. Desde esa experiencia asumirá un papel estratégico: representar, articular y dar visibilidad a las necesidades de los equipos de salud rural.
“El rol es direccional”, explicó. “Es decir, tratar de aterrizar las políticas sanitarias que imparte la ministra en los territorios rurales y, a su vez, llevar las inquietudes de las inequidades territoriales que existen a nivel del país”, para ver “qué soluciones se les pueden ir brindando”, puntualizó.
Para Soto, las desigualdades entre las zonas urbanas y rurales son evidentes y persistentes. “A nadie se le escapa la brecha que existe entre lo rural y las capitales en general, pero mucho más con Montevideo”, sostuvo. Aunque han existido estrategias en distintos gobiernos, reconoce que “esas estrategias no han cristalizado, por ejemplo, en mitigar la migración permanente o mejorar la calidad asistencial”.
LA URGENCIA DE PLANIFICAR EL RECURSO HUMANO
Entre los desafíos centrales identificados por el referente, el primero es el fortalecimiento del recurso humano en salud. “No se planificó determinada característica o perfil de recurso humano para las zonas rurales, que sí debe tener ciertas actitudes, ciertas inquietudes y ciertas aptitudes”, señaló.
Estas condiciones específicas deberían contemplarse incluso desde la etapa de formación universitaria. “Yo creo que el eje fundamental son los recursos humanos”, insistió, y enfatizó la necesidad de contar con remuneraciones acordes para todo el equipo. “Si los médicos rurales están postergados, el personal de enfermería está mucho más fragilizado. La mayoría son mujeres, comprometidas con la asistencia, pero cuando logran competencias, se las lleva la ciudad”, observó.
También remarcó las dificultades para atender patologías tiempo-dependientes, como emergencias o siniestros de tránsito, donde la distancia juega un papel determinante. “Hay una gran inequidad por cómo está organizado el sistema sanitario. La siniestralidad nos agarra donde nos agarra, y la capacidad de respuesta debe ser acorde a lo que pensamos” como “un país en desarrollo”, apuntó.
“NO SE PUEDE QUERER LO QUE NO SE CONOCE”
El hecho de que el Ministerio de Salud Pública haya designado a alguien del ámbito rural como referente nacional es, para Soto, un paso fundamental. “No porque sea yo el representante, sino para que esto se perpetúe en el tiempo y se convierta en una política de Estado”, sostuvo. “Tener a alguien del ámbito rural en la mesa ya hace que “se piense en la ruralidad, porque muchos no la conocen, y no se puede querer lo que no se conoce”.
Advirtió, sin embargo, que la lógica de priorización de recursos suele jugar en contra de las zonas más alejadas. “Cuando la frazada es corta se atiende lo realmente urgente, y por números siempre son las ciudades grandes. Montevideo y el eje turístico. A veces no se piensa en estas lejanías”. De modo que, tener un referente de la salud rural, sin importar quién, “creo que nos hace pensar en dar un poco de la frazada hacia esas zonas que están siempre desprotegidas”, valoró.
ARTICULACIÓN Y TRABAJO EN RED
Respecto a la dinámica de trabajo que espera desarrollar, señaló que será clave la articulación con distintos niveles de gobierno e instituciones locales.
“Hoy la tecnología nos acerca. Estamos trabajando mucho con Zoom dentro del norte mismo”.
Hay que articular, con las intendencias, las RAP, el Mides, consideró, entendiendo que se debe “concebir la salud como algo integral e integrado, más aún en los ámbitos rurales”.
Sabe que los desafíos son grandes, pero no pierde el foco. “Ojalá que podamos realizar algo tangible en estos cinco años. Es el deseo de todos”, expresó. Valoró esta iniciativa del Ministerio así como el respaldo recibido. “Hay mucha gente que ya se puso a la orden, grados 5 de diferentes cátedras, entendiendo las dificultades que existen en el ámbito rural”, señaló.
Recordó también que en 2021, todos los diputados esgrimieron por unanimidad un proyecto de fortalecimiento de las zonas rurales, aunque no logró concretarse. Aun así, apuesta al camino colectivo. “Hay que trabajar, escuchar mucho, hablar poco y manos a la obra. En eso estamos”, concluyó.