Memoria e identidad

ESPACIO CONTRATADO

Celebramos los 200 años de la Independencia Nacional.
Celebramos un mojón importante en la historia de la Patria, sabemos de las distintas interpretaciones históricas sobre el significado de esta fecha, pero sin duda tiene un valor simbólico inocultable.

En 1825 se reunió la Asamblea de la Florida constituida principalmente por los orientales protagonistas de la Cruzada Libertadora de los Treinta y Tres.
Esta asamblea presidida por el Pbro. Juan Francisco Larrobla , redactó el acta de la Declaratoria de la Independencia Nacional en un rancho cercano a la Iglesia de la Virgen -aquella que custodiada por el indio Antonio Días tras recibirla de los jesuitas -, por lo que los asambleístas fueron a venerarla.

Desde entonces el pueblo unió la gesta libertadora con esta pequeña y bella imagen llamándola Virgen de los Treinta y Tres.
En 1961 fue coronada solemnemente por el cardenal Barbieri por mandato del Papa Juan XXIII en presencia del presidente del Consejo Nacional de Gobierno, Eduardo Víctor Haedo.
En medio de un mundo globalizado donde se pierde la identidad y el sentido de la vida, la memoria y las raíces nos recuerdan de donde venimos y de alguna manera nos indican el camino.
La Patria es la herencia y a la vez el acervo patrimonial que se deriva: esto se refiere ciertamente a la tierra, el territorio .Pero el concepto patria incluye también valores y elementos espirituales que integran la cultura de una nación

San Juan Pablo II en la multitudinaria Misa celebrada en Tres Cruces el 1 de abril de 1987 “Vuestra Patria nació católica. Sus próceres se valieron del consejo de preclaros sacerdotes que alentaron los primeros pasos de la nación uruguaya con la enseñanza de Cristo y de su Iglesia y la encomendaron a la protección de la Virgen de los Treinta Tres. El Uruguay de hoy encontrará los caminos de la verdadera reconciliación y del desarrollo integral que tanta ansía si no aparta los ojos de Cristo, Príncipe de la Paz y Rey del Universo.