
La Federación de Funcionarios de Salud Pública avanza con el proceso de destercerización de trabajadores en el Hospital Escuela del Litoral que cumplen tareas de cocina, lavadero y mantenimiento de áreas verdes. En forma paralela, reclaman por ocho auxiliares de servicio que fueron dadas de baja y, para ocupar sus lugares, contrataron a una cooperativa de trabajo.
“Hace un mes presentamos la solicitud de trabajadores de una cooperativa sobre la posibilidad de su presupuestación porque son tercerizados desde hace más de 15 años. El informe fue elevado por la dirección del hospital, se encuentra en proceso y somos optimistas del resultado”, dijo la dirigente Cecilia Sánchez a EL TELEGRAFO.
Sus integrantes “cumplen servicios esenciales pero continúan tercerizados y durante el período pasado le pedían que bajaran sus cotizaciones para sostener la fuente laboral. Actualmente tienen que sacar préstamos para poder pagar al BPS y cumplir con las obligaciones. De lo contrario, tampoco cobran las facturas”.
Explicó que “la inestabilidad laboral es permanente porque nunca saben si quedarán o no. De hecho, también tuvimos una licitación por la guardia de seguridad y los trabajadores manifestaron la misma preocupación. Son parte de ASSE y cumplen una función fundamental pero no están integrados”.
Ocho auxiliares
Sánchez explicó que la situación de ocho mujeres auxiliares de servicio es diferente. “Existe un cupo para cubrir suplentes de funcionarios y Paysandú sobrepasó ese cupo. Ya lo habían avisado y confirmaron que se bajaron los cargos por esa razón. Incluso, ha intercedido la federación para que ASSE regional habilite un cupo extra para el pago de suplentes”.
El suplente cubre una vacante por enfermedad y cumple su labor de manera transitoria. “Tenemos claro que no es un trabajo estable. El hecho es que suspenden a estas ocho trabajadoras y para cubrir sus funciones, tercerizan con una cooperativa, cuando estamos hablando de destercerizar porque son cargos que la administración necesita”, dijo la dirigente.
Las trabajadoras en cuestión, “concursaron, están anotadas y se respeta la lista. Pero la falta de cupos es la raíz de esta decisión”.
Carencias
En el hospital sanducero “la realidad es que hoy se requiere de estas trabajadoras y muchos más. Somos conscientes que estamos bajo el presupuesto anterior, pero todo tiene un límite. Por ejemplo, la falta de camas es grave. Otra vez tuvimos que insistir y pedir por favor no internaran a usuarios comunes o con otras patologías en la sala de Psiquiatría”.
Reconoció que “es entendible que no tenemos camas, pero el problema permanece en el tiempo cada vez que hay un pico en la atención y hay que buscar una solución. Aspiramos que en este presupuesto quinquenal se contemple la cobertura de esas necesidades porque las consecuencias las sufre el usuario”.
Trabajo esencial
Desde 2007, la cooperativa Coopsosol se ocupa de la cocina, lavadero y mantenimiento de áreas verdes. “Presentamos licitaciones anuales o cada dos años pero siempre con la precariedad de ajustarnos a los precios que nos dan en ASSE. Con la nueva dirección del hospital se abren las puertas para la destercerización y un diálogo con mayor apertura de parte de las autoridades”, dijo Diego de León.
Resaltó que “buscamos la estabilidad laboral, evitar que todos los años tengamos que bajarnos el sueldo para seguir trabajando y que los recursos no nos alcancen para pagarnos los uniformes”. Los integrantes de la cooperativa perciben un salario promedio de $30.000 y aguardan la resolución en el próximo presupuesto quinquenal, luego de las gestiones efectuadas por la federación y el equipo de dirección del hospital.
Suplentes que concursaron
Un grupo de ocho mujeres que cumplen funciones de auxiliares de servicio en calidad de suplentes tenían asignados sus horarios para el mes de setiembre, pero fueron dadas de baja. “Luego nos enteramos que iban a contratar a una cooperativa de trabajo para la sala. Nunca hubo cooperativas allí, sino que se ocuparon de los espacios externos como pasillos o escaleras. Pero en las salas trabajan funcionarios de ASSE”, consignó Analía Rojas.
Reconoció que “no hay escasez de trabajo, sino todo lo contrario. Falta personal de servicio y de enfermería, pero ahora con las cooperativas se precariza la labor. Entendemos que la decisión es regional y ya no hay cupos para completar con funcionarios suplentes, sino con contrataciones de cooperativas”. Rojas enfatizó que el grupo dado de baja concursó para aspirar al cargo. “Estamos por un llamado que sigue abierto. Por eso nos preguntamos de qué sirve concursar, entrar por la lista del llamado si van a contratar cooperativas”. Finalmente, destacó que “somos todas jefas de hogar que vivimos de nuestro trabajo. Hay mujeres que hace 10 años que están todavía como suplentes y en esta categoría de suplente se hacen muchas más tareas que los funcionarios en el cargo. Ahora luchamos para volver a trabajar”.
Be the first to comment