Solicitada: Lacalle Pou ¿fue un presidente zurdo?

Se precisa oficio --y del bueno-- para escribir sobre temas serios y a la vez divertir al lector. Hay quienes lo han logrado. Son pocos. Muy pocos. Entre ellos, nuestros inefables Peloduro y Leo Maslíah. Esto viene a cuento de que recientemente tuve la grata sorpresa de encontrar una nota* en EL TELEGRAFO que leí, y releí. Una nota que nos explica el origen de varias calamidades con un humor envidiable. Ya el título despertó mi curiosidad: 2020-2024-El último gobierno frenteamplista (sic). A renglón seguido un subtítulo nos advierte que La vida está hecha en ciclos. Y a continuación se despliega casi una columna y media con escasa puntuación y párrafos tan largos que ansiaba un punto y aparte. Este maratón casi me desanima, pero por suerte seguí leyendo. Y fue todo un inesperado hallazgo. El autor hace escribir a un enredado científico-politólogo con una prosa que adquiere una de las características de las mejores novelas rusas: hay que volver hacia atrás para entender de qué venía el asunto. En estos párrafos se destacan algunos pasajes de antología. Por ejemplo, y refiriéndose al fin de la pandemia, se señala que para regocijo de “los muchachos del mal” (léase los “zurdos”), “las trompetas que conmemoraban la victoria se apagan y suena la cumbia”. Que la cumbia desplazara a las trompetas logró mi primera sonrisa. Me pareció de un humor sublime la ocurrencia de enfrentar augustas trompetas con populares cumbias, y que estas terminaran triunfando. El segundo subtítulo nos habla de “Un pasado muy recienteque se proyecta a un futuro largo”. Aquí, el autor (ahora casi antropólogo), afirma que “El proyecto del hombre ateo, sin terruño, sin columna vertebral, sin respeto, simploide, superficial, orgulloso de su ignorancia y su brutalidad…”, es la causa que tengamos “ese hombre tan uruguayo de hoy”. Sí, señoras y señores. No lo duden: esta especie de monstruooriental que hoy circula por nuestras calles es, ni más ni menos, que “…el fruto de cien y tantos años de vida socialista”. De la admiración al desencanto, es el tercer subtítulo. Allí el autor (ahora devenido politólogo-sociólogo), ironiza sobre el gobierno de Lacalle Pou parodiando la simpatía de muchos blancos para con dirigentes “zurdos”. Mientras tanto, en alguna vieja y derruida tatucera (supongo yo), por distraídos, no nos percatamos que “crecía el embrión de nuestra Democracia Fayuta” (en vez de “falluta” el autor escribe “Fayuta”, una concesión populista). Finalmente, la nota vuelve al principio. Luego de todo lo expuesto, el autor cierra el círculo (o el ciclo) y culmina como empezó: “Para terminar, parafraseando el título de este escrito diría: Luis Lacalle Pou, el último presidente frenteamplista”. En resumen, la nota en cuestión me pareció de un humor descacharrante y tan original que no resistí a la tentación de recomendarla. Gracias, Rodolfo Beccaría.

Carlos Caillabet * Rodolfo Ángel Beccaría Pesce, EL TELEGRAFO, 17/08/2025,w pág. 18.

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