

En un remate destacado por el volumen y la calidad de la oferta, La Magdalena de Los Tordos concretó ayer la venta de 147 toros y 167 vientres, con los toros Polled Hereford promediando U$S 3.913, los Angus U$S 4.438, Braford U$S 5.240 y los Brangus a U$S 4.888, en subasta a cargo de los escritorios Correa y San Román y Roberto Bertsch.
Bajo el martillo de Martín San Román y Juan Cruz Lorenzelli, se dispersó la totalidad de la oferta en pista hacia distintos puntos del país. Primero fueron los 147 toros de las cuatro razas que cotizaron a razón de U$S 4.366 cada uno.
En primer lugar, los 55 toros Angus, que tuvieron promedio de U$S 4.438, cifra 13,13% superior a la del año pasado, con máximo de U$S 10.800, adquirido por Ney Predebón, y mínimo de U$S 2.760.
Luego fueron los pampas. Los 43 toros Polled Hereford hicieron promedio en U$S 3.913, 11,48% más que en 2024, con máximo de U$S 6.960, compró José María Tonna, y mínimo de U$S 2.400. Y los 9 Hereford vendidos entre U$S 4.800 y 2.520, con un promedio de U$S 2.960.
Los 19 toros Brangus hicieron promedio de U$S 4.882, 18,24% más que hace un año, con máximo de U$S 7.320, compró Sociedad Ganadera 3 Rincones, y mínimo de U$S 3.600. Y los 21 toros Braford hicieron promedio en U$S 5.240, cifra 50,83% superior a la del año pasado, con máximo de U$S 7.800, compró Xavier Antúnez Hnos., y precio piso de U$S 2.760.
Respecto a los vientres, se vendieron: 36 Angus entre 4.800 y 1.440, promedio U$S 1.870; 21 vientres Polled Hereford entre 1.440 y 1.140, promedio U$S 1.397; 11 vientres Hereford U$S 1.080; 66 piezas de cría HS U$S 984 y 33 vacas preñadas HS U$S 1.560.
“Vender todo y con buenos promedios nos deja más que contentos”, expresó Diego Otegui, principal de la cabaña, al cierre de la venta. Visiblemente satisfecho, destacó que el remate fue “muy ágil”, con una dinámica que se mantuvo desde el inicio: “Arrancamos pasadas las tres, con una gran cantidad de gente y ofertas constantes. Terminamos cumpliendo con lo que queríamos”.
Para Otegui, la satisfacción no se limitó a los valores obtenidos. Subrayó el esfuerzo realizado para poner en valor la infraestructura del local de Valentín. “Este año, con más tiempo, pudimos darle un último empujón a todo lo que es el acondicionamiento del local. Fue pensado para ventas de toros de estas características, adaptando un viejo local feria a un remate de primer nivel. Funcionó muy bien, sin demoras ni interrupciones”, señaló.
Para Martín San Román, “fue un muy buen remate, donde casi 150 toros hicieron más de 4.300 dólares de promedio. Sobresalieron claramente las razas sintéticas, especialmente el Brangus y el Braford”.
El consignatario resaltó además la “gran dispersión de compradores”, con interés firme en todas las categorías. “Hubo mucha gente, y los vientres se vendieron bastante por encima de lo que habíamos calculado previamente. Fue un remate fluido, con ventas continuas y valores destacados”, comentó.
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