Durante el Simposio sobre Desinformación, realizado en una de las sedes de la Universidad Católica del Uruguay en Montevideo y organizado por Búsqueda en alianza con Chequeado –y con el apoyo de la Unión Europea–, parte de la agenda estuvo dedicada a presentar experiencias de verificación de contenidos y buenas prácticas en distintos países. Entre ellas destacó la presentación de la alianza chilena Comprueba, un modelo de colaboración periodística para combatir la desinformación electoral, y la exposición de Chequeado sobre los desafíos que plantea la inteligencia artificial (IA) en este campo.
La primera intervención estuvo a cargo de Tomás Martínez, editor de Comprueba y director del medio especializado en verificación Mala Espina, junto a Anella Reta, responsable de AFP Factual para Iberoamérica. Ambos explicaron que Comprueba surgió como una alianza inédita en Chile, compuesta por más de 40 medios de comunicación distribuidos en las 16 regiones del país, con el objetivo de descentralizar la producción y difusión de información verificada.
Martínez, con dos décadas de experiencia en periodismo político y académico en distintas universidades, explicó que uno de los principales problemas en el ecosistema informativo chileno es la fuerte centralización en Santiago. “La Alianza de Medios Comprueba es una alianza de más de 40 medios chilenos que reflejan también la transversalidad del país, desde el norte de Chile están incluidos medios de todas las regiones, 16 en total, y uno de los principales objetivos que teníamos era justamente que representara a todas las regiones, que fuera descentralizado”, señaló.
El mecanismo de trabajo es colaborativo. Mala Espina y AFP Factual identifican contenidos que circulan en redes sociales o a través de líneas de WhatsApp, los verifican de forma conjunta y los publican en sus plataformas. Luego, los medios aliados republican esos contenidos, amplificando su alcance. “Mala Espina es un medio pequeño, no es mucha gente y tampoco es una red social muy grande, entonces eso permite llegar a muchas más personas”, indicó Martínez. La estrategia busca integrar medios grandes y reconocidos, que permiten llegar a audiencias amplias, y medios locales o comunitarios, que tienen mayor penetración en zonas rurales y poblaciones pequeñas.
En cuanto números, se han verificado 15 desinformaciones relacionadas con el proceso electoral, en un contexto en el que aún no ha comenzado oficialmente la campaña.
Desinformaciones que apuntan a instituciones y candidatos
Anella Reta, periodista de AFP desde 2004 y con experiencia en coberturas internacionales y en la dirección de proyectos de verificación en América Latina, explicó que el criterio principal para elegir qué contenidos chequear es el potencial dañino y su capacidad de viralizarse. “No nos interesan muros básicos, sino la idea es que sea un contenido que sea dañino, que sea viral y que pueda afectar lo que es el proceso electoral”, sostuvo.
El trabajo de monitoreo, que incluye múltiples plataformas, requiere técnicas específicas y una evaluación constante de la relevancia de cada contenido. “A veces lleva mucho más tiempo que el chequeo en sí”, comentó. También subrayó que no todo resulta verificable: las opiniones, las afirmaciones sobre el futuro o ciertos contenidos humorísticos que no se presentan inicialmente como información quedan fuera, salvo que se transformen en creencias masivas.
Martínez complementó: “No es que uno apriete un botón y te salgan diez, cien desinformaciones y sea todo automático. Es harto de ir conversando, ida y vuelta, definiendo criterios, viendo qué sirve, qué no sirve”. El proceso, describió, es “manual” y “artesanal”, y requiere acuerdos entre las partes sobre el valor y el impacto potencial de cada verificación.
Según detalló, en sólo dos meses de funcionamiento se han realizado cerca de 300 publicaciones –sumando redes sociales y sitios web– gracias a la red de medios aliados. El proyecto, financiado por la Unión Europea, se extenderá durante siete meses, abarcando toda la campaña presidencial de Chile, que tendrá su primera vuelta en noviembre y, eventualmente, una segunda en diciembre.
La inteligencia artificial como nuevo desafío
Tras la presentación de Comprueba, la segunda exposición estuvo a cargo de Ana Laura García Luna, formadora del equipo de Educación de Chequeado y con más de una década de experiencia académica en Argentina. Su intervención se centró en cómo la inteligencia artificial está transformando el ecosistema informativo y aumentando los retos para la verificación.
García Luna identificó cuatro áreas principales de impacto: la producción acelerada y de bajo costo de contenidos falsos; la proliferación de sitios de noticias generados íntegramente por IA sin supervisión humana; la personalización extrema de los contenidos a través de algoritmos; y la erosión de la confianza pública en lo que es real.
En el primer punto, destacó que, ante un hecho relevante o disruptivo, “aparece un contenido generado por la inteligencia artificial con intención o no de desinformar, pero sí altamente viral”. Casos recientes incluyen imágenes manipuladas de supuestos tsunamis en costas latinoamericanas o la fotografía del Papa Francisco con un atuendo inusual que generó rumores sobre su autenticidad.
Sobre la multiplicación de sitios sin supervisión, advirtió que actualmente existen más de 1.270 medios digitales generados casi por completo por IA, lo que representa un riesgo si se integran a sistemas de recomendación automática sin verificación humana.
La personalización algorítmica, explicó, puede derivar en entornos informativos cerrados, donde los usuarios solo reciben contenidos alineados con sus creencias, reduciendo la exposición a perspectivas distintas. Finalmente, señaló que la proliferación de imágenes y videos creados por IA está generando un fenómeno de duda generalizada: “Nos está empezando a costar identificar si una imagen es real o es creada por inteligencia artificial, porque de alguna manera empezamos a dudar de todo”.
Un problema que cruza fronteras
Ambas presentaciones coincidieron en que la lucha contra la desinformación requiere colaboración, criterios claros y herramientas técnicas, pero también una comprensión del contexto local. En Chile, la alianza Comprueba busca garantizar que la información verificada llegue a todo el país, especialmente a las zonas históricamente menos cubiertas por los medios nacionales. En Argentina y la región, Chequeado advierte que la irrupción de la IA obliga a adaptar las metodologías y a fortalecer la educación mediática.
El Simposio sobre Desinformación se completó con presentaciones de medios uruguayos y de otros países, que expusieron investigaciones y tendencias locales. La actividad, realizada en la Universidad Católica, formó parte de un proyecto regional de cooperación financiado por la Unión Europea.
