En el marco de la jornada “Psoriasis al Norte del Uruguay”, realizada en la sala de actos de Comepa, especialistas destacaron la importancia del diagnóstico precoz, los cambios en el estilo de vida y el acompañamiento emocional.
La actividad convocó a pacientes, familiares, acompañantes y profesionales de la salud, y fue organizada por Comepa junto al Centro Médico de Salto, la Asociación Médica de Paysandú, la Cátedra de Dermatología de la Universidad de la República, la Sociedad de Dermatología del Uruguay y la Asociación Psoriasis Uruguay (Apsur).
El encuentro tuvo por cometido “comprender mejor la psoriasis, empoderar a los pacientes con conocimiento y mejorar su calidad de vida a través del intercambio y la información”, según destacó la organización.
EL TELEGRAFO dialogó con los dermatólogos Dra. Patricia Levrero y Dr. Diego López, especialistas en psoriasis e integrantes de la Cátedra de Dermatología, quienes participaron como panelistas.
SISTÉMICA Y NO CONTAGIOSA
La Dra. Patricia Levrero explicó que la psoriasis “es una enfermedad inflamatoria de la piel”, pero es importante entender que “es sistémica”, lo que significa que la inflamación que se manifiesta en la piel también puede afectar otros órganos.
Indicó que “en un 30% de los pacientes puede haber una artritis psoriásica, lo cual es muy importante diagnosticar en forma precoz”. Agregó que también pueden verse comprometidos otros sistemas, aumentando el riesgo “de diabetes, hipertensión arterial, enfermedad coronaria y algunas afectaciones a nivel neurológico como depresión o ansiedad”.
La especialista insistió en la necesidad de tratar la enfermedad en forma integral.
FACTORES INMUNOLÓGICOS Y EMOCIONALES
Respecto al origen de la enfermedad, Levrero señaló que “la psoriasis es una enfermedad determinada genéticamente. No cualquier persona la desarrolla”, pero “hay determinados factores que pueden gatillar” esa predisposición. Subrayó además que “no es contagiosa, porque no es una enfermedad infecciosa sino inmunológica”.
“Es una enfermedad crónica que no la curamos, pero sí la tratamos. Tenemos tratamientos como para que no esté tan activa”, remarcó.
La especialista también aludió al impacto emocional. En este sentido, reflexionó que cualquier enfermedad crónica puede afectar el estado de ánimo. En la psoriasis esto es frecuente, porque los brotes pueden generar depresión o ansiedad, alteraciones del sueño y cansancio emocional.
AVANCES TERAPÉUTICOS Y ESTILO DE VIDA
La dermatóloga destacó los avances en los tratamientos, especialmente en los casos severos. “Hoy sobre todo para las psoriasis severas hay muchos tratamientos nuevos que son muy eficaces y también para la artritis psoriásica”, afirmó.
No obstante, consideró que el abordaje debe ser integral. “Estamos trabajando mucho en la importancia de los cambios en el estilo de vida”, subrayó. La alimentación saludable, la actividad física regular y el descanso adecuado son claves porque tienen efecto antiinflamatorio, según indicó.
Mencionó que durante la jornada se abordaron estas cuestiones con distintos especialistas, entre ellos una deportóloga, que “destacó el valor de moverse todos los días, no solo hacer gimnasia”, porque eso también ayuda a controlar la enfermedad.
DIAGNÓSTICO PRECOZ Y CONTROL MÉDICO
El Dr. Diego López enfatizó que el diagnóstico temprano “es fundamental porque la psoriasis puede ser la ventana para detectar otras enfermedades”.
Explicó que muchos pacientes consultan por la piel, “pero también pueden tener hipertensión, diabetes, obesidad o artritis psoriásica, que afecta a uno de cada tres pacientes”.
Sobre esta última, refirió que los pacientes presentan síntomas como dolores en la mañana, la rigidez en la espalda, las manos o las rodillas. En este sentido, remarcó que con un diagnóstico a tiempo, se puede prevenir el daño articular.
Agregó que “la psoriasis hoy se considera un factor de riesgo cardiovascular independiente. El solo tener psoriasis aumenta el riesgo de infarto o accidente cerebrovascular tanto como el tabaquismo”.
Por eso, insistió, “el seguimiento médico es fundamental” y “el dermatólogo es el profesional capacitado para el diagnóstico, el seguimiento y el tratamiento”.
SÍNTOMAS A LOS QUE PRESTAR ATENCIÓN
Entre los signos más frecuentes, López mencionó “lesiones rojas con una escama color nás blanco, blanco grisáceo, que se ubican en codos, rodillas, cuero cabelludo”.
También puede observarse afectación en las uñas, “con pequeños agujeritos o uñas amarillas. A su vez puede haber alteraciones en la zona de la espalda baja, la zona glútea, en las palmas y plantas”, lo que puede generar dolor e incluso impedir el movimiento, observó.
El médico destacó la importancia de la consulta dermatológica para confirmar el diagnóstico: “Solo el dermatólogo, por su formación universitaria, puede diferenciar con certeza si se trata de psoriasis u otra enfermedad”.
ACOMPAÑAMIENTO Y ESPERANZA
Consultados sobre el mensaje a los pacientes y sus familias, López subrayó: “Que no se rindan. Siempre hay un tratamiento para cada paciente. Hoy, por suerte, es muy raro que un paciente no tenga ningún tratamiento para él”.
Por su parte, Levrero destacó el papel del autocuidado y del apoyo emocional: “Ya tienen en sus manos cómo empezar a tratar su psoriasis: cuidándose, alimentándose bien, haciendo ejercicio, moviéndose, cuidando el sueño y generar buenos vínculos”.
Valoró los espacios de intercambio, como los que promueve Apsur, pues ayudan a sobrellevar las cargas difíciles. “Vincularnos también nos desestresa, nos mejora la depresión y además nos desinflama, o sea que también trata la psoriasis”.
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