(RÍO NEGRO AHORA)
Por primera vez en 41 años, Mary Zabalkin pudo declarar ante la justicia, y realizó un raconto de lo vivido con las detenciones de vecinos de San Javier, entre ellos su esposo Valdimir Roslik, que fue detenido 3 veces, siendo la última el 16 de abril de 1984. Esta semana comenzó el juicio oral por el caso del médico Vladimir Roslik, secuestrado y asesinado por torturas en Río Negro durante la dictadura.
Ella contó que esa noche del 16, cuando su hijo Valery tenía 3 meses “como a las 4 de la mañana sentimos ruido, se empezó a vestir pensando que lo venían a buscar para atender a alguien”. Sin embargo los militares entraron “lo empujaron para adentro, lo encapucharon y le ataron las manos”.
En la casa, “los militares tiraron todo, revolvieron todo y se lo llevaron… No lo vi más”, según contó. Allí se quebró y no pudo seguir su testimonio. Luego minutos más tarde retomó su relato y contó que Vladimir lloraba al momento de ser encapuchado y “él decía otra vez no, otra vez no”. Ella optó por ir a la comisaría con la excusa de llevarle la cédula y subrayó que había un gran movimiento. “Me dijeron que lo trajeron por averiguaciones”.
Al ser consultada si reconoció a algún militar dijo que no. “Eran muchos los militares, a él lo agarraron entre dos, andaban otros con la bayonetas, alrededor de la casa corrían”. Agregó que las detenciones en San Javier, a su entender, “fue algo planificado desde cuando visitaban el pueblo” hechos que iniciaron en la década del 60.
Sobre el momento de como se enteró de su muerte, contó que ese 16 de abril a las 6 de la mañana fue su padre para darle la noticia. “Yo sabía que lo habían matado”, dijo. Cuando llegó a Fray Bentos vio “el cajón tirado” y estaba abierto. “Vladimir estaba chorreando sangre, tenía la nariz chorreando”. “Me prestaron un teléfono, llamé a Burjel y lo llevé. Saiz me cerró la puerta”. La autopsia decía que era “una cuestión cardíaca” y rápidamente emprendieron el camino hacia Paysandú, y al llegar ya había militares en el cementerio en la morgue.
Entre todo eso pasó todo el día. “Recién de nochecita” cuando pidió el resultado de la nueva autopsia, “me dan el mismo papel que me habían dado. Era una autopsia falsa, no tenía fecha o firma, no recuerdo bien”, agregó
El relato puede verse en el canal de la APU en YouTube.
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