Tras haber trabajado días anteriores en Guichón, Chapicuy, Quebracho y Porvenir, esta semana los equipos de la cooperativa social Coseden y del Comité Coordinador Departamental de Emergencias (Cecoed) iniciaron la tarea en la ciudad para el relevamiento de datos LIRA, en el marco de las acciones preventivas contra el dengue.
La referente epidemiológica de la Dirección Departamental de Salud (DDS), licenciada en Enfermería Nataly Rodríguez, destacó a EL TELEGRAFO que cumpliendo con el acuerdo de los países integrantes del Mercosur, dos veces al año, en primavera y en otoño, se efectúa el relevamiento de datos por el método LIRA, el que permite establecer un cuadro de situación sobre los riesgos de transmisión del dengue en base a la presencia del mosquito Aedes Aegypti.
Una vez que se detecta las zonas más comprometidas, se trabaja en la prevención sobre las vulnerabilidades en cada área, con la perspectiva de reducir los riesgos de transmisión en caso de que se manifiesten focos de dengue o de otras enfermedades de origen tropical como el Zika y el Chikungunya.
Rodríguez destacó que “estamos en un nuevo diagnóstico LIRA, que hacemos en la primavera y el otoño, por compromiso Mercosur, y venimos ya desde la semana pasada trabajando en las localidades del interior del departamento, y desde este lunes y hasta el viernes vamos a hacer el diagnóstico en Paysandú ciudad”.
Precisó asimismo que “todos los años los equipos que están conformados por la cooperativa social Coseden, e integrantes de instituciones del Cecoed, están trabajando en el horario de 8 a 12, cuando los equipos recorren zonas que les han sido asignadas. Este año estamos trabajando en una metodología de conglomerados o de clusters, donde tenemos inicialmente veinte manzanas de la ciudad de Paysandú y en cada una de esas manzanas índices y en las contiguas se visitan cincuenta casas consecutivas”.
Agregó la funcionaria de la DDS que “eso nos permite tener una muestra representativa de como está la infectación con el vector en la ciudad de Paysandú. Los equipos van debidamente identificados para darle a la gente mayores garantías y facilitar el ingreso a los fondos de las viviendas. La tarea consiste en que ellos puedan ingresar y recorrer el peridomicilio o el fondo de la vivienda en busca del criadero del vector”.
“Estamos solicitando una vez más la colaboración de la población, que es precisamente lo que nos permite a partir de este diagnóstico determinar cuales son las zonas de mayor riesgo y cuales están siendo los recipientes donde el vector se está reproduciendo”, acotó la Lic. Rodríguez, quien explicó que “estamos registrando siempre a nivel de otoño índices elevados por las condiciones climáticas, las lluvias que se registran y que son índices que generalmente descienden en primavera”.
Recordó que en el otoño de 2018 “pudimos identificar algunas zonas puntuales de la ciudad donde los índices eran de alto riesgo y se pudieron aplicar algunas estrategias focales y puntuales en esas zonas, donde por ejemplo el primer recipiente problema eran los móviles o descartables, y se hizo el descacharre. En otras zonas los recipientes identificados como más problemáticos eran las tarrinas, y se aplicó un plan piloto denominado ‘tarrinas seguras’”.
