(EL OBSERVADOR)
Desde su creación en 2011 por el expresidente José Mujica, el Fondo de Desarrollo Nacional (Fondes) ha sido depósito de esperanzas para muchos y objeto de críticas y denuncias para otros. A seis años de su génesis, su marco institucional es diferente del modelo original y además enfrenta algunos obstáculos importantes, como los préstamos no devueltos y el congelamiento de los fondos provenientes del Banco República (BROU). La transición entre el gobierno de Mujica y de Tabaré Vázquez implicó una reconversión del Fondes, que se dividió en dos partes, una administrada por el Instituto Nacional del Cooperativismo (Fondes Inacoop), y otra a cargo de la Agencia Nacional de Desarrollo (Fondes ANDE).
El Fondes Inacoop negó préstamos a emprendimientos que cerraron y fueron asumidos por los trabajadores, y en su lugar volcar los fondos a proyectos nuevos o cooperativas ya existentes que quisieran mejorar su producción. Aunque todavía no otorgó nuevos préstamos bajo el nuevo diseño institucional, el Fondes volvió a dar pérdidas en 2016. El rojo del organismo alcanzó los U$S 15 millones el año pasado, una cifra mayor a la del 2015, cuando las pérdidas habían llegado a U$S 14,3 millones, según informó el semanario Búsqueda.
El representante del Pit Cnt en el Fondes Inacoop, Carlos Aulet, explicó a El Observador que en esas pérdidas hay un arrastre de los problemas que enfrentan algunos emprendimientos financiados por el Fondes. “Hay varios emprendimientos en dificultades. Estamos preocupados y queremos tomar medidas”, agregó.
Paralelamente, el Fondes mantiene una pesada cartera de préstamos con problemas de cobranza, que eleva la provisión contable para créditos incobrables a U$S 63 millones, casi el 90% del total de préstamos. Es que de los 22 emprendimientos que obtuvieron dinero a través del Fondes –que en total suman US$ 69,2 millones– varios cerraron sus puertas o mantienen serios problemas financieros que obstaculizan el pago de la deuda.