El presidente de la Comisión Departamental del Patrimonio Cultural, arquitecto Rubens Stagno, ofreció una conferencia sobre valores patrimoniales de Paysandú en coordinación con un grupo de estudiantes que está realizando un trabajo sobre potenciales circuitos turísticos en nuestra ciudad.
En el marco de esa conferencia, el arquitecto planteó una serie de intervenciones necesarias en diferentes lugares de la ciudad. “Hace tiempo que vengo pensando que la ciudad se puede revitalizar a través de valorar, jerarquizar esculturas, murales que estén presentes y otras pequeñas intervenciones que yo les llamo ‘operaciones de cirugía’; eso daría otro aspecto a la ciudad, la mejoraría estéticamente y sería un atractivo para ofrecer al visitante, porque me parece que lo primero que hay que ofrecer si nos proponemos ser un departamento turístico es una ciudad atractiva”, indicó a EL TELEGRAFO.
Stagno afirmó que “hoy día tenemos bienes culturales totalmente abandonados. Yo mostré varios casos en esa charla. Paysandú tiene una arquitectura moderna, de valor, en la que deben ser reconocidos algunos ejemplos como Monumento Histórico Nacional, como ya se ha hecho, no en Paysandú”.
En tal sentido, uno de los ejemplos que se plantea poner a consideración para una eventual declaración es el balneario municipal, considerado por Stagno “una de las primeras experiencias para que la sociedad aprovechara los baños en el río”.
El presidente agregó que “en la década del 40, el joven arquitecto Oscar Garrasino generó una obra de vanguardia, como lo es el balneario municipal, su teatro de Verano, sus trazados peatonales, vehiculares, el parador, el barquito, etcétera, para conformar un diseño urbano que es un ejemplo excepcional”.
No obstante, tal declaratoria se considera imposible en las condiciones que presenta actualmente. “Primero habría que limpiar de una cartelería que tiene el parador en el techo. La fuentecita está pintada de azul y la arquitectura de Garrasino era totalmente blanca. Tenemos que llevarla a su estado original. Hay todo un pergolado de madera que tenía el parador que hoy no existe, eso habría que recuperarlo, rehacerlo y algunas otras pequeñas intervenciones para poner en valor esa obra”, detalló.
“¿Tenemos derecho a agredir así este ejemplo de la arquitectura moderna, orgullo sanducero?”, planteó el arquitecto.
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