Uruguay y Argentina aspiran a ser sedes del Mundial 2030 de fútbol, con el que se festejarán los 100 años de la primera Copa del Mundo, disputada en Montevideo y ganada por los celestes.
El trabajo en conjunto se retomó hace algunos días en Buenos Aires, y Fernando Cáceres, director de la Secretaría Nacional del Deporte (SND), dijo a EL TELEGRAFO que “nos fue excelente”.
El jerarca explicó que se dejaron atrás algunos inconvenientes que permitieron retomar el tema. “Tuvimos primero una situación complicada en la AUF, luego una crisis importante en la AFA de la que se está empezando a salir, pero también tuvimos unos años de dificultades en el relacionamiento diplomático de los gobiernos, que también complicó. Pero Argentna tomó nota de la importancia y la perentoriedad de tomar decisiones, y convocó a esta reunión”, aseguró.
Cáceres adelantó que “el 30 de agosto volveremos a reunirnos en Montevideo”, y se anunciará “la composición del equipo de trabajo que se designó para diagramar un plan de campaña, y que comenzará a trabajar sobre las condiciones necesarias para ser sede”.
La gran pregunta es cuánto se puede soñar. Para el responsable de la Secretaría Nacional, “lo primero que tenemos que hacer es darnos la oportunidad de soñar”. En ese sentido, se explayó: “Los uruguayos no siempre estamos dispuestos a hacerlo, pero hay que soñar con responsabilidad y sensatez. Esa es la condición básica. A partir de ahí venimos trabajando muy bien con Argentina, porque quedaron atrás las diferencias a favor de las coincidencias con un sentido práctico y generoso de trabajo”.
Tanto la Copa América de básquetbol, como la candidatura en conjunto entre Uruguay y Argentina para el Mundial de básquetbol de 2023, ha permitido que pueda reencauzarse la idea de ser anfitriones del Mundial 2030.
“Es cierto, todo sirvió. En cuanto al Mundial de Básquetbol, la candidatura se definirá el 9 de diciembre y consideramos que tenemos amplias posibilidades. A Argentina le dijimos que de los ocho grupos queremos tener dos en Montevideo, en el Antel Arena. Uno lo integrará Uruguay, y en el otro queremos a Estados Unidos. Y Argentina dijo que sí, porque es un hecho que allá se jugará la final; por el mercado y la realidad actual. El básquetbol uruguayo tiene mucha gloria pero ubicada en un pasado bastante lejano, y la realidad del básquetbol argentino es presente, de mucho desarrollo, prestigio internacional y títulos”.
Ahora: en el fútbol se puede soñar al revés. “Y sí, acá se jugó el primer torneo, así que tenemos que pensar que al menos la apertura o la final sea acá. Y que por lo menos podemos tener una llave potente, o quizás soñar con algo más que una llave porque falta mucho tiempo para estas cosas, porque hay margen de negociación porque la candidatura se decidirá no antes de 2023. Para otras cosas el tiempo no es mucho”, dijo.
Cáceres exteriorizó un aspecto importante en el que se coincidió con Argentina: “La expectativa es que la sede sea producto del compromiso de los gobiernos, pero también que haya un compromiso grande y económico de la FIFA. Pero no queremos llegar a 2023 con inseguridades, y prefiriríamos que en lugar de votarse se aprobara la sede por aclamación”.
