Carne de pollo aumentó más de 30% en el último mes

En 30 días, la carne de pollo en nuestro país ha tenido un aumento superior al 30%, hecho que no solamente ha resentido la venta, sino la preocupación de los carniceros, que desconocen esta “suba desmedida” de una carne muy requerida por la población.
“Comenzamos el mes de agosto con un precio de $58 el kilo”, explicó a EL TELEGRAFO el responsable de carnicerías de la ciudad de Paysandú. “Allí tuvimos una suba que hizo llegar el precio a $62, a mediados de mes el aumento la llevó a $68 y ahora la tenemos a $77”, indicó.
“Estamos hablando de una suba en poco más de 30 días por encima del 30%, que indudablemente es mucho”, enfatizó. Además, “era nuestro caballito de batalla, pero hoy ya quedó para atrás, más allá de que comparada con lo demás, quedó barata”.
Aclaró el empresario local que “la venta se resintió a partir de esta suba y el fin de semana estuvo quieto, porque de bajar entre 20 y 25 fundas, este fin de semana bajamos entre 10 y 12 fundas, e incluso nos sobró”, subrayó.
La suba que se produjo a fines de la semana anterior es la quinta que se ha verificado en los últimos 60 días –la del pasado viernes osciló entre 8 y 9 pesos el kilo–, por lo que ya acumula un incremento que supera fácilmente el 30%, dijo el empresario sanducero.
Desde el sector de la industria, entienden que el valor de la carne de pollo venía de valores muy bajos por una sobreproducción, lo que implicó pérdidas para el sector industrial, además de incidir la pérdida del mercado venezolano. Precisamente, en el caso de la empresa exportadora Granja Tres Arroyos, de capitales argentinos e instalada en la antes Granja Moro, la falta del mercado venezolano para colocar la producción se siente. A eso se suma un mercado interno saturado de pollo que el consumo no puede absorber y un valor internacional sumamente bajo.
Para el presidente de la Unión de Vendedores de Carne, Hebert Falero, esta suba “es una cosa desmedida”, sosteniendo que “se están pasando para el otro lado”, porque no se puede creer que con una inflación del 8% un producto suba un 40%.
Esta situación ha hecho analizar la posibilidad de importar pollo proveniente de Brasil.
Uno de los inconvenientes que se apreciaba desde hace varios meses era el valor muy deprimido del pollo a causa de una superproducción de la especie, que determinaba que las empresas perdieran dinero todos los meses, comentó recientemente el presidente de la Cámara Uruguaya de Productores Avícolas (Cupra), Domingo Esteves.
El dirigente manifestó a El País que cuando hay una superproducción y cae el precio del pollo porque el mercado interno no puede absorber esa mayor oferta, “las empresas bajan su producción y llevan el producto al precio real que debería tener. La realidad es que las empresas durante todo este año –y diría desde fines del año pasado– han venido perdiendo dinero por sobreproducción”.
En Uruguay, el nivel normal de crianza o por lo menos el punto de equilibrio es alrededor de 600.000 pollos por semana y actualmente se está en alrededor de 500.000 o 550.000 pollos producidos por semana.
A nivel de consumo, según los datos del Instituto Nacional de Carnes (INAC), al cierre de 2016, los uruguayos consumían alrededor de 20 kilos per cápita de carne aviar al año, aunque las empresas avícolas sostienen que estaba por encima e incluso desarrollaron una campaña de marketing con la meta de elevar dos kilos más al año. Incluso se denunciaba una alta evasión en el sector que llevó a que el INAC trabajara con la Cupra.