Ni vos, ni yo: empate clásico y gusto a poco

Argentina's Mauro Icardi (L) and Uruguay's Diego Godin vie for the ball during their 2018 World Cup qualifier football match in Montevideo, on August 31, 2017. / AFP PHOTO / Miguel ROJO

Uruguay 0 Argentina 0
Escenario: Estadio Centenario. Público: 55.000 personas. Árbitros: Víctor Carrillo, Jonny Bossio y Coty Carrera (Perú).
Uruguay: Fernando Muslera; Martín Cáceres, José Giménez, Diego Godín, Gastón Silva; Nahitán Nández, Álvaro González (Mathías Corujo 67), Matías Vecino, Cristian Rodríguez; Edinson Cavani, Luis Suárez (Cristian Stuani 83). DT: Oscar Tabárez.
Argentina: Sergio Romero; Gabriel Mercado, Federico Fazio, Nicolás Otamendi; Marcos Acuña (Lautaro Acosta 60), Lucas Biglia, Guido Pizarro, Ángel Di María (Joaquín Correa 90); Lionel Messi, Mauro Icardi, Paulo Dybala (Javier Pastore 71). DT: Jorge Sampaoli.
Amonestados: Giménez, González, Rodríguez (U); Mercado, Pastore (A).

No gustó. Tuvo a gusto a poco, y con el paso de los minutos pareció quedar claro que el empate sin goles les servía a los dos.
Uruguay y Argentina no se lastimaron en el Centenario, empataron sin goles, pero el salto es positivo para la selección celeste si se tiene en cuenta que sumó ante un rival complicado, que tiró atrás una mala racha de tres partidos con derrota, y que esa unidad le permite mantenerse en zona de clasificación y dependiendo de sí mismo cuando restan tres partidos para cerrar estas eliminatorias rumbo al Mundial 2018.
No hubo sorpresas. Uruguay apostó a su idea clásica: mantenerse firme atrás y esperar algún contragolpe letal. La primera parte del libreto fue llevada a la práctica casi a la perfección, pero le faltó animarse, careció de manejo de pelota y precisión en los pases como para intentar complicar a los argentinos.
Los primeros 15 minutos fueron en los que los locales mostraron una mejor cara. Incluso Uruguay llegó en un par de ocasiones generando peligro al arco de Romero. Suárez aprovechó un pase atrás fallido de Messi para avanzar y mandar el centro a Cavani, pero sin suerte.
Minutos después Suárez intentó de larga distancia por arriba del golero, pero no pudo.
Y la más clara fue a falta de pocos minutos para que se cerrara la primera etapa, en la que los de Tabárez se perdieron el gol por tres veces en la misma incidencia, luego de que Romero tapara un remate de afuera del área, luego uno a quemarropa a Cavani y posteriormente el pelotazo de Vecino que se fue afuera.
Argentina, en tanto, fue fiel a su clásica tenencia de pelota, con la intención de hacerla rotar en búsqueda de los espacios que Uruguay nunca dejó.
Messi aportó poco, mucho menos de lo previsto, pero igualmente se las ingenió para incursionar en el área y rematar sin que Otamendi pudiera conectar, o sobre el final cuando remató encontrando la reacción de Muslera.
Fue todo parejo, con ese lógico manejo de pelota de Argentina, pero con Uruguay apostando a cortar el circuito ofensivo con el que llegó Sampaoli para debutar en la eliminatoria como técnico de la selección albiceleste.
La segunda mitad no cambió demasiado la tónica, pero la diferencia fue que prácticamente sellaron las áreas y los goleros no sufrieron el embate de los delanteros.
Messi tuvo un tiro libre y luego fueron pocas las posibilidades sobre ambos arcos. Argentina dominó terreno y pelota, Uruguay apostó a mantener el planteo de abroquelarse de mitad de cancha hacia atrás para no dar los espacios en los que los albicelestes pueden ser letales. Y con el paso de los minutos pareció que el objetivo fue dejar correr el reloj. Finalizaban algunos partidos, se conocían resultados, y no era necesario arriesgar de manera innecesaria.
A los dos les servía el punto. Uruguay no sufría, tenía en claro que sumaba un punto más que interesante para cortar esa racha negativa que lo hizo retroceder demasiado en la tabla de posiciones.
A Argentina, el empate clásico tampoco le venía mal. Así, la visita optó por hacer mover la pelota en los últimos instantes, como para hacer correr el reloj. Uruguay esperó, se mantuvo expectante en la recuperación hasta el final.
Y el clásico, que tuvo gusto a poco y a Uruguay en el debe a la hora de generar con la pelota, terminó en empate.
Quedan tres partidos, tres finales, y la primera será el martes ante Paraguay. Y Uruguay sigue dependiendo de sí mismo.