Excombatientes de FARC en Uruguay por experiencia de Fucvam

A mediados de diciembre de 2015, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos alcanzaron un histórico acuerdo de paz que puso en marcha un sistema integral de reparación a las víctimas, donde deja al Estado las principales responsabilidades en la materia, pero establece que el grupo guerrillero llevará adelante un trabajo colectivo, marcado por decisiones políticas y aportes personales. En el marco de su proceso de reincorporación a la vida civil, deberán reconstruir la infraestructura en los territorios más afectados y participar en programas de limpieza de minas y reforestación.
Tanto el gobierno como los excombatientes participan en los Planes de Desarrollo Rural con Enfoque Territorial (PDRET), de intención reparadora y orientado a las comunidades victimizadas, con restitución de tierras. A lo largo de más de cinco décadas de conflicto armado, se contabilizaron 5,7 millones de desplazamientos forzados, 220.000 muertos, 25.000 desaparecidos y al menos 30.000 secuestrados.
Instalar la paz y la reinserción social de más de 13.000 excombatientes se transformó en un desafío para las comunidades y el gobierno de Santos, porque los milicianos se encuentran en una situación de vulnerabilidad económica y social. La problemática de la vivienda y su entorno es un escollo a enfrentar y para eso, una delegación de cinco excombatientes llegó a Uruguay para conocer la experiencia constructiva de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Viviendas por Ayuda Mutua (Fucvam).
INTERNACIONALISMO
Hubo quienes se preguntaron públicamente y otros lo hicieron a través de las redes: “¿Qué tiene que ver uno de los referentes del cooperativismo uruguayo con un movimiento guerrillero como las FARC?” El coordinador del programa de Vivienda y Hábitat de la oenegé sueca We Effect en América Latina, Gustavo González, responde rápidamente: “el internacionalismo de Fucvam tiene muchos años y desde 1998, el movimiento firmó un acuerdo bilateral con el Centro Cooperativo Sueco y We Effect para que la federación trasladara su experiencia a otros países latinoamericanos. A todo esto se ha sumado en los últimos años, la organización suiza Urban Monde, a nivel de capacitación y por su compromiso con el Hábitat”.
El exintegrante de la dirección nacional de Fucvam recordó que “en 1998 comenzamos en Paraguay, seguimos en Bolivia y en 2003 me traslado a Centroamérica, donde comienza el trabajo de expansión en Honduras, Nicaragua, El Salvador y Costa Rica. Capacitamos a técnicos y pobladores, en tanto a esta altura ya contamos con organizaciones similares a Fucvam en todos los países y un número muy importante de cooperativas que se han desarrollado”.
A partir de los acuerdos de paz entre el gobierno de Santos y las FARC, We Effect genera una oportunidad de trabajo “y es así que me hablan acerca de la posibilidad de reinserción de los excombatientes, que son unas 13.000 personas aproximadamente que dejaron las armas y conformaron una nueva agrupación política”.
A raíz de su viaje a Colombia y tras mantener encuentros con representantes de las FARC, comprobó que además se habían integrado a una organización cooperativa de tercer grado denominada Ecomun, orientada fundamentalmente a dos objetivos. “Los excombatientes se encuentran en distintos campamentos, distribuidos en 25 zonas de Colombia. Es un conflicto que lleva 56 años y hay personas que quedaron a la vera del camino. Hay casos donde permanecieron más de 20 y 30 años en la guerra, y ahora el gobierno les otorga un subsidio de 200 dólares por mes a cada excombatiente, durante dos años. En realidad, con ese dinero, se puede hacer poco en Colombia y menos si son personas que no tienen oficios ni estudios universitarios. Al quedarse en los campamentos es que forman Ecomun, gestado por fondos comunes y allí fui a discutir la situación de la vivienda, que realmente es desesperante”, relató a EL TELEGRAFO.

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