“Preocupa que no se respete la herramienta de los Consejos de Salarios”, señaló Marcelo Secco

El CEO para el Conosur del grupo Marfrig, doctor Marcelo Secco, señaló ayer a EL TELE-GRAFO que “se debe tener una discusión que no permita que temas particulares se generalicen a toda la rama de la actividad, con los perjuicios que eso genera”. Así se refirió con respecto al paro de actividades que se desarrolló entre miércoles y jueves de esta semana y mostró su preocupación porque no se respeta “la herramienta de los Consejos de Salarios”.
“Nosotros somos más que respetuosos de los derechos de todas las partes”, aclaró el empresario. Pero le preocupa que la industria frigorífica “tiene un convenio colectivo firmado en el ámbito del Consejo de Salarios hace cinco meses por tres años, que los venimos respetando como debe ser y venía funcionando con normalidad”.
Entiende que dentro de cada una de las empresas “hay ámbito de negociación, pero todo amparado dentro de un convenio colectivo que, entre otras cosas, tenía paz sindical. Lo que sí preocupa es que no se respete la herramienta”, subraya Secco.
“En un contexto donde el ejecutivo de este país, los sindicatos y las empresas funcionamos en un ámbito de negociación colectiva, que es voluntario, preocupa que se desconozca esta herramienta y se tome una medida de fuerza”. Sostiene que “en una cadena en donde toda la estructura agropecuaria está bastante comprimida por costos, falta de liquidez y expuesta, como la agropecuaria, a precios internacionales –que por suerte medianamente están estables– e incluso con precios estables, con rentabilidad están muy comprometidas en rubros como la carne y la lechería también”.
En ese contexto, sostiene que “teniendo un acuerdo de rama, que se sigan generando estas distorsiones, –pero hay que mejorar esos ámbitos para que no pasen estas cosas, si no entraría en descreimiento la herramienta que se pretende que funcione”.
AUDITORÍA
Esta semana y la próxima, estará funcionando en Uruguay una auditoría del ministerio de Canadá, que viene a auditar el sistema de inspección higiénico-sanitario a Uruguay. Esto implica la recorrida por organismos oficiales, como puerto, Dirección de Laboratorios Veterinarios (Dilave), hasta las plantas frigoríficas.
Frente a una medida de paralización de actividades, “era interés de todos (públicos y privados) llevar adelante esta auditoría que hace muchos años que no venía”, explica Marcelo Secco. Además, todo se coordina con mucha antelación “y, una vez que están en el país, es casi un causal de fuerza mayor no atenderlas, porque podría implicar una complicación del mercado y que Uruguay quedara fuera del mercado, o una planta. Aquí, el riesgo es más país que planta”, detalló.
El empresario indicó que “se hicieron gestiones con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), que es la contraparte de esta auditoría. Cuando se conocía que la medida se llevaba a cabo, los auditores, que estaban en viaje hacia Tacuarembó el martes, entendieron la situación y optaron por hacer la auditoría igual, sin la actividad de faena y desosado, viendo toda la documentación el miércoles en la planta de Marfrig en Tacuarembó, a la que acompañamos personalmente”.
Subrayó que “por suerte y por mérito del sistema y del propio equipo de planta, la auditoría fue exitosa, más allá de que no es lo mismo hacerla con o sin actividad, pero comprendieron la situación”, dijo. “Este jueves tuvieron otro desafío, ya que se continuó la inspección en otras plantas, pero relegando en la planta de la faena, y viendo otras operaciones que no están implicadas en la paralización”. De todas maneras, sostiene que “siempre es importante el informe final, que será el viernes de la semana próxima”.
DOS EFECTOS IMPORTANTES
Sobre la paralización en sí, Secco manifestó que “hay dos efectos muy importantes. Por un lado, la detención de actividades genera parar compromisos oficiales que vienen rodando, ya que hay muchas producciones que deben hacerse en la propia semana y no puede diferirse más, porque hay fechas de embarques programadas, cargas pactadas y contenedores pedidos en los barcos”.
El otro factor importante “es detener un proceso en el que, en un momento con oferta de haciendas, con demanda de embarques, una paralización de este tipo obviamente implica dolores a todos los sectores. Desde los propios trabajadores que, obviamente, no tienen su jornal, hasta los proveedores y clientes”.
Esto además afecta al mercado. “De la misma forma que en un momento de oferta de hacienda el mercado lo tranca, genera señales bastante inoportunas, por lo menos distorsivas para su funcionamiento y, desde el punto de vista de los precios de ventas también, por no poder cumplir con un cliente y tener que atrasarle una semana un embarque. Muchas veces para reprogramarlo también pide un resarcimiento o descuento, o lo que fuera, al igual que las navieras”.
ACATAMIENTO
De acuerdo con lo informado por el sindicato de trabajadores de la industria cárnica (Foica), el paro de 48 horas de esta semana logró nuevamente un alto grado de acatamiento, pero fue menor al de la semana pasada. Según un relevamiento de Tardáguila Agromercados, al menos en cuatro plantas de las 20 más importantes hubo actividad de faena, en tanto en alguna otra hubo tareas de desosado. En la mayoría de las plantas no hubo actividad, sin embargo, en el paro realizado el martes de la semana pasada fueron solamente dos las plantas en las que hubo faena.
La medida de paro fue acompañada en algunas plantas por la ocupación o formación de piquetes a la entrada por los trabajadores sindicalizados y otras personas ajenas a las empresas, que impidieron el normal trasiego de mercadería y el ingreso de los trabajadores que pretendían cumplir con sus tareas.
Este fue el caso del frigorífico Solís –que nuevamente quedó con animales dentro de la planta sin poder procesarlos–, de PUL en Melo y de Cledinor en Salto. Además, se realizó un piquete que impidió la salida de carne de Abasto Saturno el miércoles.
RESPONSABILIDAD
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, lamentó estos hechos y aseguró que son “conscientes de los perjuicios que generan a los productores ganaderos, a la industria y al país, pero si tenemos que señalar un responsable, es el delegado de la empresa Frigorífico Solís, que en lugar de traer propuestas concretas, vino en una actitud que no era constructiva para el diálogo”.
Lamentó la actitud del delegado de ese frigorífico porque, a su entender, “concurrió a una negociación sin propuestas, luego de que habíamos hecho un acuerdo 24 horas antes en ese pequeño pueblo de Lavalleja, donde la gente vive un drama al haber sido sorprendida por este tipo de medidas después de creer que habíamos avanzado, porque el acta firmada el lunes 27 fue redactada con la propia empresa”.