MGAP descarta emergencia agropecuaria pero hay zonas en donde la situación “es muy preocupante”

La decisión adoptada por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) descartando la emergencia agropecuaria, tras la reunión que el titular de la cartera, ingeniero agrónomo Enzo Benech, mantuvo con productores y técnicos en Tacuarembó, contrasta con la realidad que atraviesan zonas de los departamentos de Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro, Tacuarembó y Durazno, que la están pasando muy mal debido a la falta de pasto y agua en sus campos
Las zonas más complicadas con el actual déficit hídrico “son el suroeste de Artigas, el Este de Salto y Paysandú”, mencionó a EL TELEGRAFO el coordinador de la regional Litoral Norte del Instituto Plan Agropecuario, ingeniero agrónomo Marcelo Pereira Machín, al referirse al área en donde éste viernes efectuó una nueva recorrida para observar la situación.
“En estos casos, se trata del área que concentra suelos duros –superficiales–, en donde ha llovido muy poco, a tal punto que desde diciembre a la fecha no van más de 20 a 30 milímetros acumulado, lo que es muy poca agua”, citó el profesional.
Respecto a las precipitaciones del pasado fin de semana, explicó que “se produjeron lluvias entre 5 y 25 mm, las cuales no aportan mucho, a pesar de que en lugares muy puntuales ha llovido, incluso en la zona de ruta 26, más de 100 milímetros”.
Sostuvo que las tasas de crecimiento de pasto en el mes de diciembre y en enero, “han estado en un 19 y 20 por ciento, respectivamente, por debajo del promedio de los últimos 17 años”.
Hay lugares en donde a pesar de las complicaciones mencionadas, “han manejado cargas ajustadas y tienen algo de pasto, o tienen pasto; aquellos que tienen sobrecargados el campo hace rato que tienen problemas importantes, incluso están dando fardo o pasto”, precisó Pereira. Recordó que desde hace varios meses viene insistiendo en que Uruguay a nivel general “tiene una alta carga de unidades ganaderas por hectárea, porque hace 9 años que no teníamos crisis forrajera y cuando ocurre un período de déficit hídrico como está pasando ahora, y agarra a los predios cargados, se tornan rápidamente vulnerables”.
Considerada que “es importante decirlo”, porque “una de las cosas que la gente está haciendo y nos comenta, es que hay varios productores que desde diciembre están ajustando la carga y vendiendo animales, e inclusive varios nos dicen que pretenden vender en forma temprana los terneros. Otros, después de hacer el diagnóstico de actividad ovárica, pretenden sacarle ‘una foto’ al rodeo, viendo cuales son las preñadas, las que están en anestro superficial y las que están en anestro profundo, tomando algunas medidas con el destete, o lisa y llanamente vender las falladas”. “Hay pronósticos que dicen que a mediados de marzo se regularizarán las aguas, y esperemos que sea así”, explica el técnico. “Pero el otoño es la última posibilidad que tenemos de juntar pasto para diferirlo al invierno. Hoy sabemos que aún con cargas ajustadas vamos a entrar con muy poco pasto al otoño, y queda esta época para generar un poco de pasto y trasladarlo al invierno”.
Para Pereira esto solo puede hacerse “si tenemos la carga ajustada, sino estamos augurando que será un invierno muy duro desde el punto de vista del desempeño de los animales, sabiendo que en invierno, todo depende de la cantidad o altura del pasto que entremos al inicio de esa estación”.
ENTORES
Los entores efectuados en forma temprana –noviembre y parte de diciembre– “anduvieron bien”, aclaró el coordinador del Plan Agropecuario. “Después, los celos se cortaron en enero, y hay muchos diagnósticos de actividad ovárica realizados en un número alto de vacas, que mencionaban que en enero la mitad de las vacas no estaban ciclando”. “Hemos visto que hay lugares de suelos superficiales y duros, en los que en enero el porcentaje de forraje verde no llegaba al 5 por ciento, por lo que estaba todo seco. Esto determina que se corten los celos”, puntualizó.
Los datos de diagnósticos de actividad ovárica, establecen que al menos “el 50% de las vacas no estaban ciclando. Es de esperar estén en mejor situación aquellos que entoraron, o realizaron sincronizaciones en forma temprana”.
Aclaró que en este tema “no hay generalidad”, sino que se visualizan “diferentes situaciones, una muy cerca de la otra, lo que brinda cierta heterogeneidad. Gente a la que le ha llovido bien y otros que llovió mal”.
Este viernes circuló desde Salto a Paysandú desde la ruta Jones y posteriormente la 26, “apreciándose que hay lugares en donde falta el pasto, y está verdeando por lo que se ve que llovió, y otros lugares en donde hay pasto, con la gente trabajando con cargas ajustadas”.
Para Pereira “no es una situación de crisis forrajera generalizada y grave”. De todas maneras, puntualizó que “no significa que no haya situaciones puntuales graves. Pero no es como otras crisis forrajeras que atravesamos –la última fue en el año 2008–, en donde si fue muy delicada”.
SE SECARON POZOS
El ingeniero Pereira Machín indicó que en zonas como Guichón, Piñera, Merinos, Tres Árboles, Piedra Sola y Tambores, entre otros, “se han secado pozos de molinos y cañadas, y no hay agua para el ganado”. Entiende que este tema “es el más complicado y grave que tienen los productores, incluso por encima de la falta de pasto”, acotó. Al recordarle que hubo casos de productores que ni siquiera tuvieron viento y terminaron solicitándole a la alcaldía de Guichón que les proveyera agua para el ganado, Pereira manifestó que “en algunos lugares del basalto –Queguay Chico, cerca de ruta 26–, nunca había pasado que aún con viento, se secaron molinos, con pozos que habían funcionado regularmente bien”.
TACUAREMBÓ
El presidente de la Asociación Rural de Tacuarembó, Juan Pedro Ricetto, manifestó tras reunirse con Benech, que “es una burocracia tremenda. El ministro no solucionó nada”.
Sobre el encuentro dijo molesto que “no colmó las expectativas de los productores, porque no aportó nuevos paliativos” y es más, “ni siquiera recorrió la zona”, dijo Ricetto a El País. Según Ricetto, el secretario de Estado les mandó “hacer los deberes a los productores” y les dijo que ajusten las cargas ganaderas en los campos, como están recomendando los organismos de investigación. Eso implica volcar más ganado al mercado y tirar abajo los precios, además de descapitalizar la empresa.
Benech recordó en el marco del encuentro que hay productores que todavía están debiendo dinero al Fondo, luego de haber sido asistidos en la sequía de 2008 y 2009. “Hubo una morosidad de casi el 70 por ciento en el pago”, admitió Ricetto.