Los fines de semana y feriados cruzar los puentes internacionales Paysandú-Colón y Fray Bentos-Puerto Unzué cuesta ahora la mitad, por decisión de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), desde que se exonera el pago del peaje de regreso –en cualquier sentido–, siempre y cuando el mismo se realice el mismo día. La medida no rige en los feriados largos.
Pero es un avance, no hay dudas, el mismo avance varias veces reclamado desde nuestras páginas, atento a que el puente está operativo desde hace más de cuarenta años y hace ya décadas que ha cubierto todos los costos de construcción. Puede pensarse que tiene costos de mantenimiento, lo que es real, pero de todas maneras parece excesivo que eso justifique un cobro de 8 dólares (240 pesos uruguayos) por su uso, por vía. Es un costo que está por encima del promedio internacional y tratándose de una obra totalmente financiada, resulta demasiado caro, pues evidentemente no solamente cubre los costos de mantenimiento sino además todo el andamiaje burocrático de la CARU, que debería tener otras fuentes de financiación.
Pero las cosas están así y deberá correr mucha más agua debajo de los puentes para que algo cambie. Por eso, resulta bienvenida la iniciativa de favorecer el turismo, permitiendo el traslado al otro lado del puente pagando la mitad, en fines de semana y feriados (seleccionados).
En verano pues, los miles de argentinos que llegan a Colón en busca de un poco de paz, tranquilidad y naturaleza, podrán pensar más detenidamente en la posibilidad de pasar un día en Paysandú, desde que el pago del peaje no será tan elevado como lo fue –sin ir muy lejos– el verano pasado. Cruzar el puente Paysandú-Colón implicaba a los porteños (buena parte del turismo en Colón proviene de Buenos Aires) más que todo el dinero pagado en todos los peajes camino a la vecina ciudad entrerriana. Incluyendo el del complejo de mega puentes y viaductos Zárate-Brazo Largo (actualmente 60 pesos argentinos).
Es bastante más cara la tarifa que aquí se paga incluso que esa enorme obra que es el puente Rosario-Victoria, sobre el río Paraná que ahora cuesta 30 pesos argentinos, lo que ha motivado –de paso– grandes protestas porque durante años el precio fue de 9 pesos argentinos.
Durante años EL TELEGRAFO ha señalado al puente internacional Paysandú-Colón como una traba para la llegada del turismo en nuestra ciudad, nuestro departamento y el país en general. En especial para aquél que quiere conocer Paysandú, esa ciudad que ven del otro lado del río, a solo unos kilómetros de Colón, ciudad que convoca miles de turistas cada verano. Pero además, más allá que un tendido como ese es un brazo de unión, de progreso, los altos costos del peaje también eran y son una traba para el corredor del Paralelo 33, el sistema de carreteras que fracasó en nuestro país porque la ruta 26 es un camino de tropas, la Aduana hizo todo lo posible para trancar el tránsito interoceánico de cargas y la CARU le agregaba lo que faltaba para desestimular a los pocos que porfiadamente aún quisieran acortar 100 kilómetros entre Chile y San Pablo: un peaje astronómico.
Por lo tanto, esta medida tomada por los delegados de ambos países debe ser bienvenida y resaltada. Correrse a Paysandú por unas horas resultará ahora más atractivo para los argentinos. Pasarse hasta Colón u otras localidades entrerrianas para disfrutar una tarde de domingo (por ejemplo) también. Porque el turismo es hacia ambos lados, beneficia a ambas orillas.
Como ya ha sido expresado, las autoridades de turismo, los emprendedores del área, los centros comerciales, pueden planificar actividades que sean atractivas para el turismo. Pero los turistas no llegan solo atraídos por ellas, sino considerando los costos globales, así como las dificultades que se le presentan. Por más dinero que se tenga, nadie está dispuesto a “tirar” plata porque sí.
Pues bien, lo mismo sucede en nuestra zona. Nuestra playa, por ejemplo, es muy estimada por nuestros vecinos de Entre Ríos. Pero son los menos. Para el próximo verano se abre una enorme expectativa, porque se podrá apreciar si la medida realmente es un imán que atraiga parte de esos miles de turistas que llegan a Colón. Aunque para que realmente sea efectivo, debería estar vigente toda la semana, y no solo los sábados y domingos.
Igualmente, habrá que mejorar algunos servicios, el ramo gastronómico deberá prepararse debidamente; habrá que trabajar en la organización de espectáculos y actividades de esparcimiento. Para todo hay tiempo y los sanduceros somos capaces de responder a los desafíos.
No obstante, desde nuestro punto de vista, el verdadero desafío lo tiene delante de sus narices la propia CARU. Ha demostrado que ante elecciones, fiestas populares y fechas especiales puede otorgar el beneficio de exoneración del costo del peaje de retorno.
El paso dado ahora, es bueno y merece el expreso reconocimiento, tal y como lo estamos haciendo. Pero igualmente 8 dólares (en un solo sentido) es un costo elevado para cruzar un puente ya totalmente financiado. Lo que realmente tiene que decidir CARU es una rebaja sustancial y concreta. Continuar por el camino de rebajas excepcionales es darle vueltas a un asunto que es evidente y claro.
CARU se mantiene con el cobro del peaje en dos de los tres puentes internacionales, pero poner un elevado precio al peaje no es la solución real. Lo que debe hacer es reducir gastos, ver dónde se gastan millones de dólares al año en “administrar” el río Uruguay y ajustarse el cinturón a la realidad de nuestros países, para así poder bajar los peajes.
Es bueno que podamos usar los puentes los fines de semana y feriados a menor costo. Ahora hay que ir por más, hay que ir por todo, hay que realmente favorecer a la región. La decisión la tiene, nuevamente, CARU.