Osepi reclama pronta decisión política para que Vivienda compre la vieja planta de PILI

(Imagen de archivo)

Los trabajadores de PILI nucleados en Osepi manifestaron su desazón ante el escaso avance en las negociaciones que posibiliten una solución a la problemática que atraviesa la industria local, cuya cadena productiva involucra a unas 800 familias y hoy afronta dificultades en el pago de salarios y en el procesamiento de leche, ante el retiro de productores remitentes.
El comunicado emitido por el sindicato señala que esta empresa “con más de 40 años de trayectoria reconocida no sólo a nivel local sino también durante muchos años premiada por el BROU como una de las 10 empresas más exportadoras del Uruguay, hoy agoniza”.
Recordaron que la empresa “hasta pocos años atrás fue orgullo de nuestra sociedad sanducera” y hoy “se encuentra en una situación límite económica, por una inversión totalmente necesaria en una planta industrial de última generación, ya que la vieja planta había quedado obsoleta frente a las exigencias de métodos de producción e inocuidad que exigen los mercados”. Osepi consignó que “quizás esa inversión no se hizo en el momento adecuado, quizás no se debía invertir en una planta tan grande, con una capacidad de procesamiento de leche que nunca se tuvo ni se previeron mecanismos para incentivar a los productores para siquiera acercarse a esos volúmenes de materia prima necesarios para hacer viable este emprendimiento; quizás no había que apostar todo a un solo mercado como el venezolano y tener otros, aunque sensiblemente menos atractivos económicamente por los precios que en su momento pagaba el mercado caribeño”.
Los operarios indicaron: “esas son preguntas que con ‘el diario del lunes’ nos hacemos los trabajadores y quizás también se las haga el empresario”. Desde hace más de un año y medio, “luego de superar una etapa de reestructura de la empresa –la que no fue nada fácil pero como clase trabajadora y organizada pudimos sortear y salir adelante con cero despidos y 100% de capacitaciones para nuestros afiliados– tuvimos que ponernos una pesada mochila que no nos pertenece y salir a golpear puertas; vaya si golpeamos puertas, de ministerios, bancos, comisiones de diputados y senadores, Intendencia, Junta Departamental, OPP y la lista continúa”.

Una esperanza

Osepi reafirmó su convencimiento de la necesidad de “salvar la fuente laboral de nuestros compañeros y la conservación de toda la cadena productiva del departamento. En muchas de esas puertas hemos sido escuchados al plantear nuestra problemática y si bien se han ocupado del tema, nuestros tiempos no son los mismos que se manejan a nivel político”.
Los trabajadores “venimos soportando atrasos de más de 30 días en nuestros salarios, aceptando el pago del aguinaldo en 4 meses, licencias con pagos a 15, 30 y 45 días o más, acarreando estos problemas no sólo con el pago de las obligaciones mensuales que tiene cualquier familia, llámese UTE, OSE, Antel, alquiler, o lo básico que es la comida, sino también el relacionamiento familiar al estar todos los días con la incertidumbre de no saber cuándo vamos a cobrar o si vamos a conservar nuestra fuente laboral”.
Reconocieron la existencia de “una esperanza, una posibilidad que si bien no soluciona el problema de fondo, nos daría un respiro y una cierta tranquilidad por un tiempo, y es la posible concreción de la venta del inmueble de la vieja planta de PILI S.A., de calle Vizconde de Mauá”. En tal sentido, se llevan adelante gestiones ante el Ministerio de Vivienda, “que estaría interesado en ese predio, por parte de la empresa con el apoyo de la OPP, el intendente Guillermo Caraballo y la comisión de Asuntos Laborales de la Junta Departamental”.
De acuerdo a la información manejada por Osepi, “las negociaciones estarían muy avanzadas y sólo faltaría el visto bueno del principal actor en esta transacción que es el Ministerio de Economía y Finanzas”. Explicaron que ante la ilusión por el avance de la selección uruguaya en el Mundial de Rusia, se debe recordar que “en Paysandú también hay 800 familias ilusionadas con que esta empresa de capitales sanduceros, que por más de 40 años ha dado trabajo a tanta gente y esta tan arraigada en el corazón de nuestra sociedad siga adelante, y no se desintegre toda una cadena láctea, sector estratégico importantísimo para nuestro país por lo que ha significado durante décadas, en cuanto al ingreso de divisas y a la cantidad de mano de obra que emplea”. Manifestaron que esperan “con angustia pero también con esperanza, que todo el esfuerzo que venimos haciendo los trabajadores hace ya más de un año, tenga sus frutos y quien hoy tiene la decisión política de aportar su granito de arena para que no caiga otra industria en nuestro querido Paysandú, lo haga. Ahora es el momento”, señala el comunicado.

Pago de salarios

El presidente de Osepi, Marcel Petrib, dijo a EL TELEGRAFO que a fines de la semana pasada cobraron “la mitad de la quincena correspondiente a junio. La empresa se comprometió a pagarnos este jueves 5, la otra mitad y el viernes, la primera cuota del aguinaldo. El viernes de la semana que viene finalizaría el pago de junio”. En una reunión efectuada la semana pasada, “la empresa nos trasladó que si recibía ese dinero, se ponía al día con acreedores, fleteros y trabajadores, además de comenzar a pagar el fecha y ver la posibilidad de captar nuevos productores”. El directorio continúa “trabajando con tres grupos de inversores, pero es la única información que tenemos”, resaltó.