Penado por violencia doméstica y por causar daño a un patrullero

Poco antes del mediodía del sábado, la Policía recibió un llamado desde la zona suroeste de la ciudad, sobre un caso de violencia doméstica donde la agredida acusó a su pareja, de 20 años. Los efectivos policiales concurrieron al domicilio señalado por la víctima, y los recibió un hombre joven con el que trataron de mantener el diálogo, pero comenzó a insultar a la mujer y se desacató ante la policía, por lo que fue reducido y colocado en el celdario del patrullero. Una vez allí, comenzó a golpear su cabeza y sus pies contra las mamparas y puertas de seguridad, a las que dañó, siendo ello registrado por una de las cámaras de seguridad.
Sobre el mediodía del sábado ante la Seccional Segunda un funcionario policial denunció los daños causados en uno de los vehículos oficiales que acudió a atender el llamado. Ante ello, el sujeto fue conducido para su valoración médica al Hospital Escuela del Litoral y luego la Fiscalía Letrada dispuso la comparecencia del involucrado y de los policías actuantes en horas de la tarde del mismo día. Luego de tomar declaraciones, la Justicia resolvió la formalización de la investigación y posterior juicio abreviado del encausado de 20 años por la presunta participación en un delito de violencia doméstica especialmente agravada y un delito de daño especialmente agravado en reiteración real, y se lo condenó a la pena de ocho meses de prisión. La cumplirá de dos maneras y con condiciones, ya que pasará seis meses de prisión efectiva y los dos meses restantes bajo el régimen de libertad vigilada con cinco condiciones, como residir en un lugar determinado donde sea posible la supervisión por la Oficina de Seguimiento de la Libertad Asistida (OSLA); estar sujeto a la orientación y vigilancia permanentes de esa oficina; ejercer una profesión, oficio, empleo, arte, industria y comercio bajo la modalidad que se determinen en el plan de intervención; presentarse una vez por semana en la Comisaría de su domicilio debiendo permanecer una hora cada vez y por último la prohibición de relacionamiento y de acercarse a la víctima en un radio de 200 metros.