En la Meseta volvió a brillar el Sol del Encuentro con el Patriarca

Pudo hacerse. Como los anteriores 23 años en que se conmemoró el 23 de setiembre, aquel de 1850 cuando falleciera José Gervasio Artigas, hoy prócer de los orientales, hoy honrado y respetado en su tierra como no entonces. Los gauchos de siempre, quienes se sienten atraídos por las prácticas camperas y se unen dejando por unos días sus tareas ciudadanas, pudieron cabalgar hasta la Meseta, subir los cincuenta metros y al trote pasar frente al monumento coronado por un Artigas mirando al río, soñando con la patria grande.
El sábado por la noche pocas eran las esperanzas de que el XXIV Encuentro con el Patriarca pudiera llevarse a cabo. Advertencias meteorológicas rojas, naranjas y amarillas se distribuían por el territorio nacional. Miles de personas estaban concentradas en la Meseta de Artigas, tras culminarse la marcha a caballo que desde 1995 une Paysandú con el sitio histórico, con la intención de disfrutar de la Noche de los Fogones, que a las 19 fue suspendida por el color naranja (alta peligrosidad ante eventos atmosféricos). Prefectura recorrió los fogones advirtiendo de las previsiones de Inumet.

Algunas aparcerías emprendieron el retorno

Eso llevó a que unas cuantas sociedades nativistas decidieran preservar sus cabalgaduras como a sus integrantes y en la misma noche del sábado abandonaron la Meseta, retornando a sus lugares de origen, o estableciéndose en espacios considerados más seguros.
En la ciudad de Paysandú la tormenta fue muy intensa y en varias ocasiones cayó granizo. Pero en la Meseta de Artigas la situación fue diferente. Muchos truenos y poca lluvia. Hasta Quebracho los chaparrones respondieron a las alertas meteorológicas, pero hacia el norte no. A la medianoche del sábado, el comisario Alfredo Coelho monitoreaba la situación con personal policial y al ser advertido que la lluvia amainaba luego de Quebracho, comenzó a informar a los campamentos que estimaba que en una media hora el núcleo fuerte de la tormenta llegara a la Meseta de Artigas.
Pero como si un ser sobrehumano se hubiera interpuesto entre medio, la lluvia dividió al departamento en dos, tomando como eje Quebracho y su zona.
Al amanecer, mientras seguía lloviendo en el sur del departamento, en la Meseta las nubes con más y con menos grises comenzaban lo que podría denominarse desconcentración. Lentamente. Las sociedades nativistas que permanecían apreciaron felices que la culminación del encuentro podría realizarse dentro de lo previsto. Comenzaron a aprontar las cabalgaduras, emprolijar las gauchas vestimentas, acomodar los estandartes y a las 9.30 comenzaron al trote a ingresar al camino que lleva a la Meseta de Artigas.
Poco público, eso sí. A diferencia de lo que había ocurrido en los últimos años, excepto algunas excursiones, se pudo apreciar poco público. Eso, entre otras áreas, incidió directamente en la gastronómica y en la feria de artesanías, ropa y bazar.

Todo listo para la celebración

En la Meseta, frente al monumento, una carpa había sido instalada para las autoridades y una tribuna para el público. Entre las primeras, el intendente Guillermo Caraballo, los senadores Jorge Larrañaga y Álvaro Delgado, los diputados Cecilia Bottino, Nicolás Olivera y Walter Verri, el jefe de Policía comisario general ( r) Luis Mendoza, el comandante del Batallón “General Leandro Gómez” de Infantería Mecanizado Nº 8, teniente coronel Isidro Nieto, los alcaldes de Chapicuy Eduardo Ceballos, de Quebracho Mario Bandera, de Piedras Coloradas Jorge Giosa, de Tambores Ricardo Soares de Lima. Posteriormente, desde que venía a caballo, se unió el senador Guillermo Besozzi.
Durante una hora exactamente desfilaron las sociedades nativistas, muchas de las cuales habían hecho la marcha desde Paysandú, otras habían partido desde lugares más alejados del país y otras solamente habían cabalgado ayer mismo, para llegar al acto central, pues se encuentran en las cercanías de la Meseta. En total, de acuerdo a los organizadores, desfilaron por la meseta 1943 jinetes.
Además, integrantes del Regimiento de Blandengues y del Ejército Nacional, que revistan en varios batallones a lo largo del país.

“¡Viva la patria!”

La real fiesta, la llegada a la Meseta, el cruce frente al monumento al prócer se vivió entonces, desde las 11.36. Curiosamente, por esas cosas de la naturaleza, al mediodía, cuando el reloj llegaba a las 12, los primeros rayos del Sol que fueron haciéndose lugar, derrotando a las nubes y haciendo valer el celeste del cielo. El comandante en jefe del Ejército Nacional, Guido Manini Ríos fue leído, en apoyo al Encuentro, resaltando la figura de Artigas.
Tras una hora de aplausos, de reiterados “¡Viva la Patria!”, de hombres, mujeres y niños de a caballo, orgullosos de vivir un momento para el que se habían preparado durante mucho tiempo, llegó la parte oratoria, a cargo del intendente Guillermo Caraballo. Posteriormente, la ofrenda floral al pie del monumento y el descenso hacia la Casona del Patriarca para el descubrimiento de la plaqueta conmemorativa, como cada año.
Y entonces, cada cual a su juego, algunos a desensillar, otros a la charla distendida, otros a reunirse en sus fogones, o caminar por el improvisado centro comercial, o buscando saciar el hambre y la sed.
La patria de a caballo vivió otra vez su gran fiesta, contra pronósticos adversos. Quizás por eso el grito guerrero de “¡Viva la Patria!”. Que viva.