Pedidos de incorporación voluntaria avalan los beneficios del SNAP, afirmó su directora

Con el magnífico telón de fondo del atardecer en la costanera de Nuevo Berlín se llevó a cabo el acto de celebración de los 10 años que han transcurrido desde la incorporación al Sistema Nacional de Áreas Protegidas, SNAP, del Parque Nacional Esteros de Farrapos e Islas del Río Uruguay.
La directora de la División SNAP del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Lucía Bartesaghi, presentó una rendición acerca de lo que se ha logrado y de los asuntos pendientes al cabo de esta década, en la que destacó que en su conjunto las 15 áreas actuales alcanzan al 1% del territorio nacional terrestre y marítimo. La rendición excedió los aspectos vinculados a la conservación de la biodiversidad, ya que también la construcción social asociada a las áreas protegidas es un valor para el sistema.
“El SNAP es un conjunto de áreas protegidas que representan los valores de la biodiversidad del país, sean ecosistemas, especies, paisajes, pero también de los valores culturales y de las distintas expresiones que ocurren en el territorio, de los relatos, de las anécdotas, los oficios, que están vinculados a territorios del país, y que las áreas protegidas también buscan conservar”, señaló.
Estas 15 áreas “representan en el entorno del 40% de las especies que tienen problemas de conservación y en el entorno del 40% de los ecosistemas con problemas de conservación”, señaló.

GATO DE PAJONAL
En Esteros de Farrapos se está realizando este año un monitoreo general que reveló, por ejemplo, la presencia de una especie poco frecuente, como el gato de pajonal, que habita territorios muy pequeños en lugares muy restringidos del país. “Eso es un resultado en conservación que podemos encontrar en las áreas protegidas”, afirmó la directora.
Manifestó además que “los actores locales identifican beneficios y que los valores de conservación de las áreas se mantienen intactos o han mejorado en estos 10 años de gestión”.
Al respecto, en una publicación realizada con motivo de los 10 años del sistema, se indica que en el 79% de las áreas se reconoce que persiste cierta degradación, en el 21% los actores locales evalúan que la biodiversidad y valores asociados están mayormente intactos. Estas cifras del relevamiento efectuado en 2015 muestran una evolución respecto al 2005, cuando en el entorno del 50% de los sitios evaluados en ese momento -que luego serían áreas del SNAP-, la degradación era severa.
Bartesaghi señaló que “también hay resultados positivos en lo que respecta a los beneficios que las áreas protegidas dan a la sociedad” y destacó en este sentido los asociados “a la producción en las áreas, la producción agropecuaria, asociada a los valores naturales, en particular la ganadería sobre campo natural, la producción de miel, que en esta área es bien importante asociada a las islas, y también al desarrollo turístico asociado al turismo de naturaleza”.

PEDIDOS DE INGRESO
Estos beneficios, dijo, “los podemos identificar cuando algunos propietarios hacen la solicitud voluntaria para ingresar a las áreas protegidas, para formar parte del SNAP”, como ocurre en la Quebrada de los Cuervos, que extenderá su territorio justamente por la incorporación de propietarios que así lo han solicitado.
Al respecto, en la publicación antes mencionada se indica que en 2015 en un 43% de las áreas los actores locales consultados destacan que existen beneficios económicos, en un 14% de ellas se evalúa que no aportó beneficio alguno y en un 7% se afirmó que existe un flujo significativo de beneficios.
“Estamos con el desafío de crear nuevas áreas y de consolidar las que hoy ya tenemos incorporadas a SNAP”, afirmó Bartesaghi, quien anunció que también se trabaja en el ingreso de Paso Centurión y Sierra de Ríos en Cerro Largo, así como de áreas en las lagunas costeras en Rocha. Otro desafío es lograr que más gente se sienta parte, dijo, y en este aspecto destacó las acciones de construcción de identidad, en actividades como agrupamientos escolares y encuentros de ganaderos de áreas protegidas, que se han realizado.

POSIBILIDADES DE DESARROLLO
El acto contó con la presencia de representantes de organizaciones civiles, ministerios y entidades de gobierno vinculadas con el funcionamiento del área protegida.
Para Jorge Firpo, director de Desarrollo Departamental y Descentralización, que representó a la Intendencia de Río Negro, es “más que importante que nuestro departamento cuente con un parque nacional, y sobre todo que involucre a dos comunidades muy importantes en nuestro departamento”, como Nuevo Berlín y San Javier, ubicadas en los extremos del área.
El jerarca agregó que el área brinda “oportunidades de desarrollo desde todo punto de vista: desarrollo turístico, en especial desarrollo de todo tipo de investigación, ya sea del área biológica, lo cual para nosotros es muy importante”.
Firpo destacó además el proyecto de corredor biológico “que uniría los Montes del Queguay y los Esteros de Farrapos”, el que las intendencias de Río Negro y Paysandú trabajan junto a organizaciones civiles. El director destacó, por ejemplo, que se sorprendió por la cantidad de gente que visitó San Javier, cuando la Dirección de Turismo le presentó los números del pasado mes de octubre.