Agua y goles: Paysandú trae un puntazo del Liebig’s

FRAY BENTOS (Pedro Dutour, enviado especial). En medio de una intensa lluvia, que dejó el campo de juego completamente lleno de charcos y que hizo muy difícil el normal desarrollo del compromiso, Paysandú igualó 2-2 ante Fray Bentos anoche en el Parque Liebig´s por la primera final del Regional Norte Litoral de la Copa Nacional de Selecciones de OFI. La Blanca afrontó un duelo de alto voltaje con mucha intensidad, ordenado, y manejando las circunstancias en una cancha anegada y con una pelota que apenas picaba.
Con una oncena que presentó algunos cambios de nombres y posicionales respecto a cotejos anteriores, con Andrada –de gran labor– en la zaga, Sabaño como lateral izquierdo, los retornos a la titularidad de Rossi y Mattiauda, y la apuesta de Duarte en la delantera, Paysandú se plantó en terreno rival con la intención de jugar el encuentro lejos de su arco. La movilidad de Ángelo en la ofensiva fue una de las mejores cartas de la visita en el primer tiempo. El compromiso arrancó con una gran dinámica, de ida y vuelta, sin tregua, con muchos roces producto del terreno resbaladizo y mojado.
A los dos minutos Fray Bentos abrió el marcador por intermedio de Rosano, quien aprovechó una pelota perdida por el arquero Giossa en un centro envenenado proveniente de una pelota quieta cerca del área sanducera. El público fraybentino, que llenó el estadio pese a las inclemencias del tiempo, rugió y alentó con más fuerza.
Pero Paysandú no se achicó. Ganando de a poco la batalla de la mitad de la cancha, con la claridad de Cuelho y Agüero, logró enseguida el tanto del empate. Ángelo se internó en el área entre tres defensores, lo bajaron y penal, clarísimo. Cuelho facturó, a los seis minutos, no sin suspenso: el golero local casi se lo ataja. De inmediato, Andrada lo tuvo pero su remate dio en el palo y Duarte marcó con un disparo en el área chica, pero el juez –tampoco el línea– se dio por enterado al interpretar que el balón fue sacado en la raya.
Mejor plantada la Blanca, el local insistió por una vía que sería la más practicada dada la situación, en medio de una lluvia que nunca dejó de caer: los centros y los pelotazos frontales. En el último tramo del primer capítulo, la visita aguantó y se la jugó a la contra, donde Cuelho contó con la más clara en esos momentos.
El complemento comenzó con la misma intensidad y con más agua, con más zonas encharcadas, que hacían imposible dar dos pases seguidos. La idea era recuperar, salir en largo, cambiar de frente, meter el centro y ver lo que pasaba. Lo del envío aéreo le funcionó mejor a Fray Bentos, pero siempre se encontró con una defensa de Paysandú muy concentrada.
Ya a los 49 minutos, la Blanca remontó el marcador con un golazo de Rossi, una preciosa vaselina que entró rozando el horizontal. Por unos minutos el Liebig’s quedó en silencio y pasmado. El impacto lo sintió el conjunto fraybentino que entró en un torbellino nervioso que Paysandú bien pudo haber aprovechado pero lo dejó pasar.
Producto del gran desgaste y por el hecho de ir ganando, la visita empezó a replegarse en el campo de juego, parándose demasiado cerca del área y de Giossa. Fray Bentos solo tenía que enviarla sobre la media luna para complicar y para probar si podía sacar alguna falta cerca de la zona caliente.
En ese contexto cayó el tanto del empate de los fraybentinos, en una pelota que recogió Ramírez en el área y definió por encima del golero sanducero a los 64 minutos. Los ingresos de Silveira, Guiyama y Pedreira le dieron aire a un equipo visitante exhausto, que no paraba de correr.
Una seguidilla de faltas –algunas inexistentes–, permitieron a Fray Bentos machacar sobre la retaguardia rival hasta el último minuto, al tiempo que Paysandú buscaba la forma de sostener el punto, muy valioso teniendo en cuenta que el fin de semana se definirá el título del Regional Norte Litoral en la ciudad. La Blanca quedó mejor posicionada, pero no está todo dicho y habrá que confirmarlo en el Estadio Artigas.