Prestamista colombiano apeló a la violencia para recuperar su dinero

Un colombiano fue formalizado por la justicia penal luego de comprobarse que mediante amenazas y presiones constantes, pretendió recuperar dinero prestado a una pequeña comerciante, utilizando la modalidad conocida en su país como “gota a gota”, por lo que se le impuso una medida cautelar de no acercamiento y comunicación por 90 días.
El 11 de febrero, una mujer denunció en la Comisaría 3ª que, debido a la crítica situación económica en que se encontraba, se contactó con un prestamista de origen colombiano que residía en la ciudad y a quien conocía porque le había dejado en su casa una tarjeta donde le ofrecía préstamos de dinero sin garantía ni consulta de clearing.
El acuerdo era que la devolución sería en cuotas en forma diaria (de ahí el término gota a gota). Ella accedió y acordaron un préstamo de 10.000 pesos, en 24 cuotas de 500 pesos diarios pagaderos de lunes a sábado.
La denunciante trabaja en un expendio de comidas y bebidas en la zona noreste, por lo que el sujeto y un socio comenzaron a ir diariamente a cobrar el arancel pactado.
Acotó la denunciante que por cada pago no le entregaban recibo ni otro comprobante, registrándose el pago en unos cartones pequeños donde se consignaba la fecha y el monto, que quedaba en poder de los acreedores.

COMIENZO DE LAS AMENAZAS
Con el transcurso de los días y una baja en las ventas, comenzó a atrasarse en el pago, alcanzando solo a abonar 12 cuotas ($ 6.000). A partir de allí comenzaron las presiones, transformándose en un calvario, con insultos y amenazas de todo tipo, hasta de muerte. La violencia psicológica creció, ya que el hombre fue a la casa de la mujer, donde entró sin autorización, rompió un objeto y tomó un televisor como forma de pago.
Acorralada por la situación, comenzó a entregar de a 50 o 200 pesos, pero a esto se le sumaban los altos intereses por el atraso. Ante la imposibilidad de hacer frente a los pagos, se contactó con su expareja, a quien le solicitó ayuda. Este dialogó con el prestamista para establecer una fórmula de pago. Entre el monto prestado, más lo entregado hasta ese momento, la deuda ascendía a 7.200 pesos, que fueron acordados en 24 pagos de 300 pesos, no documentándose el acuerdo.
Pero debido a la merma en las ventas, nuevamente ni la mujer ni su expareja pudieron hacer frente a la cuota pactada, por lo que las amenazas volvieron pero para ambos. Llegaron al punto que el 9 de febrero el prestamista intentó tomar a golpes a la expareja de la comerciante.

INTERVENCIÓN DE LA JUSTICIA
La señora y su expareja decidieron realizar la denuncia. Al intervenir la Fiscalía, ordenó la detención del sujeto, de iniciales O.L.T.O.. Llevado ante la jueza penal de 8º turno, dispuso la formalización del detenido por la presunta comisión de un delito de violencia privada.
Atento al pedido fiscal de continuar la investigación, buscando aportar más elementos para llevar el caso a un juicio abreviado o en su caso a una suspensión condicional del proceso, se le impuso a O.L.T.O la obligación de fijar domicilio y no ausentarse sin conocimiento del tribunal, la obligación de informar a la sede en caso de retirarse por un plazo superior a cinco días hábiles, la prohibición de salir del país sin autorización previa del tribunal, la retención de sus documentos de viaje –entregados al juzgado penal por el plazo de 90 días–, la prohibición de comunicación, acercamiento y cualquier tipo de contacto con la víctima, así como su domicilio y lugares de trabajo en un radio no inferior a los 200 metros. Las medidas serán por el término de 90 días.

SISTEMA “GOTA A GOTA”
Este tipo de procedimiento nació en Colombia, fue “exportado” al resto de América Latina, y hace poco menos de un año se está usando en nuestra ciudad. También llamado préstamo express, es llevado a cabo por grupos compuestos muchas veces por colombianos.