Mañana inauguran la nueva policlínica de ASSE en Chapicuy

Mañana jueves será inaugurada la policlínica de Chapicuy, construida con una donación de Estados Unidos y equipada por la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y la Intendencia de Paysandú, concretando la aspiración de una comisión de vecinos de contar con un lugar adecuado para la atención médica más cómoda de los residentes. El monto total de la obra, en construcción y equipamiento, asciende a unos 800 mil dólares.
Se trata de un edificio de más de 300 metros cuadrados, con sala de espera, consultorios, enfermería, baños, sala de médicos y farmacia. Trabajan en el lugar una médica de familia y una enfermera que viven en Chapicuy, y además asisten periódicamente un médico pediatra, una partera que cumple el servicio de obstetricia y control de embarazadas y vacunaciones. Allí se atienden aproximadamente unas 750 personas del centro poblado y de la zona, pero hasta ahora lo hacían en un local de unos 40 metros cuadrados, cedido por Mevir en un anexo al Salón Comunal. El nuevo edificio, construido por una empresa contratada por el gobierno estadounidense, está en el padrón Nº 7.839, señalado como el solar 3 de la manzana B, de Chapicuy, que es propiedad de ASSE.

VIENE DE 2009,
RETOMADO EN 2016

Este es un proyecto que lleva 10 años desde su anuncio, y que se vio retrasado por problemas de financiamiento primero y con una empresa constructora después. Cuando desde la Oficina de Cooperación de Defensa de la Embajada estadounidense se propuso en 2009 esta construcción –a instancias de un grupo de vecinos– comenzó el proyecto pero luego se detuvo por falta de recursos. En mayo de 2016, las autoridades de ASSE y de la Intendencia fueron convocadas por la embajadora de EE.UU., Kelly Keiderling, para anunciar que ahora sí contaban con el dinero necesario. Se comunicó el acuerdo tripartito en setiembre de 2016, mientras que el inicio de obras iba a ser en febrero de 2017 y la culminación en octubre de ese año.

ATRASOS Y CONFLICTOS

Los arquitectos de ASSE consideraron nuevamente el proyecto y una empresa constructora peruana, contratada por los estadounidenses, comenzó las obras. Sin embargo, se registraron atrasos en lo planificado, y hasta hubo un conflicto sindical por falta de pago de aguinaldos y licencias en noviembre de 2017. No obstante, ya en octubre de 2017 la obra estaba casi terminada, tras la instalación de las aberturas por una empresa salteña.