Solicitada

Sr. Director
Como es mi costumbre, me dirijo a usted con el afán me haga publicar este artículo sobre la Plaza de Deportes. Ya finalizando los trabajos de la empresa que ha construido a nuevo esta remodelada pista, quiero hacer algunas puntualizaciones respecto a su pronta y esperada reinauguración.
He seguido muy de cerca y día a día todos los trabajos allí realizados, he recolectado un material fílmico para que sirva como historial y guía por si acaso llega a haber algún problema y que es bueno conocer todo para poder actuar en consecuencia.
Una de las puntualizaciones que quiero hacer es la no construcción de la necesaria jaula de protección para los lanzamientos que, sin la protección que ella brinda a todos, es imposible poner en marcha una pista moderna y que sin duda va a tener muchos usuarios a los cuales hay que proteger en primera línea. Y lo más lógico es que en Paysandú todas las medallas más importantes y récord nacionales y sudamericanos han sido logrados en estas especialidades, y que tienen mucho futuro, porque en Paysandú hay material humano para desarrollar y alguien muy capacitado para enseñar como ya lo ha demostrado.
Por ejemplo: si usted arma una cocina toda azulejada bien linda pero no tiene cocina o heladera no está completa y si no la tiene para funcionar bien, para qué le sirve la inversión. Para mostrarse, no. Me parce que la pista debe quedar completa antes de comenzar a funcionar.
El alambrado que tiene puede todavía funcionar, pero las columnas de hormigón podrían pintarse para que quede más coqueto.
Falta poner a punto las gradas, arreglarlas y pintarlas y falta la iluminación de la pista adecuada a ella y previendo competencias que alcanzarían a la noche.
Prever una nueva batería de baños pensando en eventos con concurrencia importante.
Hacer una buena plantación de árboles para protección y colocación de bancos y mesas.
Todo es sumamente necesario para los que concurren asiduamente y los que van a acompañar a los que nos visitan en eventos.
Tenemos que estar prontos para mostrarnos como sociedad cuando nos toque y que el visitante –por lo menos en esta parte– salga conforme.
Cuando dejan pintados los andaniveles con sus números y la pista quede pronta, debemos sentirnos responsables totalmente y hacernos la idea que es parte de nuestra casa y nuestra persona y ser bien celosos de todo su cuidado material, espiritual y de salud. No es necesario que a usted le prohíban fumar, sino que usted no adquiera a ese vicio malo y quien vaya a la plaza de Deportes a fumar o a mostrarse delante de los chicos como lo hacen habitualmente debe ser retirado. Todo, primero entra por los ojos.
No debería haber ninguna persona en la redonda de la plaza, gente tomando y durmiendo, mostrando su mala apariencia y su vicio transformándose en una clase directa de cómo hacerlo.
Tiene que ser realmente una zona limpia de mañas y vencer lo torcido dándole enseñanza de primera de buenas costumbres a la gente que concurre y a la cantidad de jóvenes que van a circular en uso de la pista, la piscina, las canchas interiores y el polo de enseñanza.
Tenemos aquí la oportunidad de rescatar el espíritu sanducero y usarlo como usina regeneradora de ideas nuevas y cambiar la mala onda en muy buena.
Esta inversión no debe caer en saco roto y cuidar a los paracaidistas que estén esperando caer en la plaza como sucede en todos los ámbitos, sin estar preparados para cumplir funciones ni mentalmente ni corporalmente para desempeñarlas. Esto no puede fracasar, es muy importante, muy valioso, y Paysandú todavía tiene material humano como para tomarlo, cuidarlo, usarlo y desarrollarlo como antes, pero debe desaparecer la cuota e idea política que daña todo. Esto es de todos, para todos, démosle la bienvenida y atesorémoslo como si fuera nuestra hija.
Víctor Santos