El productor, a medida que va cerrando las chacras toma posición vendedora, a pesar de que el precio no ayuda, y en el corto plazo, no hay ningún indicador que permita ser optimista en la recuperación de los valores, lo que tiene desconcertados a los agricultores.
El tema precio del grano de soja es considerado “la otra cara de la moneda” para la presente zafra, “porque los valores han seguido bajando y no se ve ningún indicio de posible recuperación”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Luis Simean.
Actualmente se menciona valores que “oscilan entre 288 y 290 dólares por tonelada, bastante por debajo de las expectativas que todos teníamos, y además con la necesidad de tomar posición e ir cerrando, porque el productor tiene necesidad de vender”, dijo el gerente de Copagran, filial Paysandú.
“Habrá que ver si con kilos se puede compensar esta caída de precios, que fue mayor que la que todos nos imaginábamos”, precisó el técnico sanducero.
“Todos esperamos que el mercado cambie, pero la realidad es que no se está concretando”, acotó. “Hay indicios de que en algún momento mejore el volumen de negocios de China con Estados Unidos y eso repercuta en el precio. Pero por otro lado tenemos cosecha récord en Argentina, y muy buena cosecha en Brasil, lo que diluye lo que pueda haber de negociación entre China y Estados Unidos, y que el precio continúe bajando”.
AVANZA LA ZAFRA
La zafra avanza con buen ritmo, especialmente motivado porque algunos anuncios de lluvias no se han concretado, y ello permitió ingresar a las chacras sin problemas.
“Al momento estimamos que vamos entre un 20 a 25 por ciento del área cosechada, quedando un área importante para levantar, confirmándose los pronósticos de rendimientos que teníamos, con una amplitud grande de situaciones de chacras, pero confirmando los potenciales de rendimientos que los técnicos habían estimado”, precisó.
Para Simean hasta el momento los rindes promedio “oscilan entre 2.500 a 2.600 kilos y con gran variabilidad. Desde chacras buenas a muy buenas que van de los 3.600 a 3.700 kilos, hasta las más pobres que andan entre 2.200 y 2.300 kilos”.
Al momento de analizar por qué se dan rendimientos tan dispares, dijo que hay “muchos factores y aún no lo tenemos hecho, pero creo que hay una adversidad de situaciones”. Se refirió al efecto de la lluvia y como fueron excesos de agua de diciembre y enero, “que en algunos casos afectaron la implantación”.
También citó el caso de falta de lluvias al momento “del llenado de grano, y si bien están con buen número de chauchas, el tamaño del grano quedó chico y no completaron el potencial de buen rendimiento”.
En el caso de las chacras que vienen obteniendo arriba de los 3.000 kilos, “se dieron todas las condiciones”, indicó.
“Buena implantación al momento de la cosecha, las lluvias de enero que vinieron muy bien y pudieron lograr buen desarrollo vegetativo”, consideró.
