Brocal: “Es imposible reubicar lo que ha sido destruido”

“Estamos azorados, tanto como los vecinos y como todos quienes defienden el patrimonio de la ciudad”, aseguraron los ediles departamentales del Partido Nacional José Pedro Illia y Williams Martínez. Expresaron “gran preocupación por la destrucción del brocal de Zorrilla de San Martín y avenida Salto”, ocurrido recientemente, aun cuando la Intendencia aseguró de inmediato que será reubicado.
Pero los ediles nacionalistas aseguran que “es imposible reubicar lo que ha sido destruido, destrozado a marronazos primero y con una retroexcavadora después; para asegurarse seguramente que no quedara nada del original recuperado hace algunas décadas, durante el gobierno de Walter Belvisi y colocado allí cuando Jorge Larrañaga era intendente”.
Recordaron que “en julio de 2018, cuando el intendente Guillermo Caraballo anunció la segunda etapa de las obras de avenida Salto, la propia página web de la Intendencia lo citó diciendo que ‘también se eliminará la rotonda ubicada en la intersección con Zorrilla de San Martín, donde se modificará el cantero central y se instalarán semáforos’. Después de decir eso, el intendente aseguró: ‘En tanto se conservará y reubicará el antiguo aljibe característico de la zona’. ¿Conservarlo? ¿reubicarlo? Pensarán convocar a los sanduceros a que lo rearmemos como si fuera un rompecabezas, porque de otra manera no podemos imaginar cómo lo harán después de destrozarlo como lo hicieron”.
“Acá no se conservó nada; es mentira. Se rompió, se demolió y los restos quedaron esparcidos por el cantero y la rotonda. Claro, no dudamos que podrán dentro de un tiempo, hacer otro brocal y ponerlo por ahí. Gran cosa. Destruyeron el existente. Lo que cualquier arquitecto, ingeniero o incluso capataz experimentado, hubiera hecho es tomar todas las precauciones, trabajar desde su base para evitar la mayor parte de roturas. Ahora si se empieza por arriba, como se hizo, obviamente que se destruye todo”, expresaron explicando su punto de vista Illia y Martínez.
“No estamos diciendo –advirtieron– que se trata de un bien patrimonial, pero claramente es un bien del Paysandú antiguo que bien conservado estaba y era orgullo de toda la barriada. Ahora ya no existe más. Podrán hacer otro y ponerlo vaya uno a saber dónde, pero no vemos un espíritu conservacionista. No costaba tanto tomarse algunos días más y hacer las cosas mejor”, agregaron.
Fustigaron también lo que a su juicio es “la total ausencia de (Rubens) Stagno, que tan preocupado aparece en otros temas, rasgándose las vestiduras, hablando de patrimonio pero lejos de la defensa real, cuando así lo determinan las circunstancias”.
Lamentaron asimismo “habernos enterado tarde, porque de otra manera sin dudas hubiéramos hecho alguna acción judicial para detener ese destrozo. Cuando llegamos, los vecinos, sin poder creer lo que veían, nos pedían que hiciéramos algo. Queda mucho dolor porque si algo nos había caracterizado a los sanduceros –hasta este gobierno– era la defensa de nuestros lugares significativos”.
“Pondrán semáforos, construirán en la zona algún brocal y tratarán de ‘vender’ la idea que es el mismo. Que quede claro, el que estaba fue destruído totalmente; como hace años otro gobierno destrozó la tradicional fuente de plaza Constitución. Eso, aunque pase el tiempo, no lo olvidamos”, resumieron Illia y Martínez.