Sí, fue una vergüenza

Hace un par de semanas, durante un acto político en la localidad de Rodríguez, en el departamento de San José, el precandidato del Frente Amplio, Daniel Martínez, expresó que la URSS “fue una vergüenza”. La frase sorprendió viniendo de un socialista, pero no por lo certera de su afirmación. Sin embargo, lamentablemente, el exintendente de Montevideo se desdijo y se contradijo luego de las duras críticas de los comunistas y otros sectores de su partido.
De cualquier modo, nada cambia la realidad sobre el nefasto régimen que gobernó la URSS durante 80 años, sus crímenes, su autoritarismo, su infamia. Hay quienes siguen viendo en la Unión Soviética un signo de amor y bondad, cuando siempre resultó ser exactamente lo contrario. Martínez se animó a decirlo, a reconocerlo públicamente, hasta que le saltaron a la yugular por tal atrevimiento.
“¿Quién dijo que tiene que ser todo del Estado? Yo no estoy de acuerdo. La Unión Soviética para mí ni siquiera era socialista. Fue un desastre. Además, socialismo sin democracia no existe. Fue una vergüenza y todavía estamos pagando los horrores que hizo la URSS, porque el campo progresista terminó identificándose con una experiencia lamentable”, aseguró el precandidato frenteamplista según consignó en su momento El Observador. Además, el debate planteado por Martínez tuvo un agregado todavía más tajante: “Yo no estoy para que sea todo público”. Estas declaraciones, como era de esperar, no fueron compartidas por el Partido Comunista vernáculo, al que pertenece otro de los precandidatos del Frente Amplio, Oscar Andrade. Consultado por El Observador Juan Castillo, secretario general del Partido Comunista, afirmó: “No comparto para nada lo que dijo. Tiene todo el derecho a pensar eso, pero no lo comparto”.
“No ubicarse en el contexto, en la coyuntura que existía, es perderse gran parte de la referencia y puede derivar en conclusiones totalmente erróneas y que no son las que queremos o necesitamos en la izquierda”, indicó Castillo, quizá buscando ponerle contexto a los millones de muertos que generó el régimen comunista de la URSS. Más delirante fue la reacción de la directora de la División de Programas para Personas en Situación de Calle del Mides, Micaela Melgar. “No existió, en la historia de la humanidad, un proyecto colectivo tan trascendente como la Unión Soviética. Para las ciencias, para las mujeres, para el desarrollo social, para las ideas basadas en la igualdad y para el freno al odio. La URSS, amores, nos salvó la vida”, escribió en su cuenta de Twitter.
Y hubo más en su disparatada defensa del régimen opresor por antonomasia: “Hablemos más de su desarrollo, de sus etapas, de sus conquistas. De las mujeres que la lideraron, de las grandes masas organizadas, de vivir amando. Mucho más pensar en la URSS y menos en que el mundo es un celular gigante”.
Lo triste es que Martínez tuvo que salir a “aclarar” de alguna manera sus certeros dichos y disculparse públicamente de Andrade, el candidato comunista. Lo hizo justo antes del debate televisivo que éste tuvo con el precandidato colorado Ernesto Talvi. “Tengo ganas de darle un abrazo a @Oandradelallana y a través de él a todas y todos los compañeros a los que molesté con mis declaraciones. Y al Boca decirle, además, que hoy de noche la razón y el corazón frenteamplista latirán fuerte escuchándolo”, publicó el socialista en Twitter.
La URSS, por supuesto, no representó un campo del amor, del nacimiento del hombre nuevo, sino que se convirtió en una máquina perfecta de asesinar y reprimir, cargada de mentiras y cinismo. Los números hablan por sí solo. A lo largo de la historia soviética, millones de personas se convirtieron en víctimas de la represión política de la Unión Soviética, que fue en varios grados un instrumento de política interna del régimen desde los primeros días posteriores a la Revolución de Octubre de 1917. Tuvo su punto más alto durante la era estalinista.
El comunismo, en su mejor época, causó la muerte de más de 100 millones de personas. Solo en la URSS, la cifra alcanza los 21 millones. Hubo fusilamientos de decenas de miles de rehenes o personas presas sin juicio; asesinato de centenares de miles de obreros y campesinos rebeldes entre 1918 y 1922; asesinato de decenas de miles de personas en campos de concentración entre 1918 y 1930; 690.000 muertos en la Gran Purga de 1937-1938; la hambruna de Ucrania con seis millones de muertos y otras hambrunas con mismo desenlace patético de miles de decesos.
Esto sin hablar del manejo errático de la economía de un país potencia y de la explotación de la clase campesina que, lejos de darle más oportunidad, siguió viviendo igual o peor que en la época de los zares. La Unión Soviética fue un régimen de terror y al ser uno de los ganadores de la Segunda Guerra Mundial, contó con la capacidad para expandir sus ideas y su forma de gobierno, y así mantener un buen número de países bajo su ala, viviendo las mismas penurias.
Sí, fue una vergüenza la URSS. El precandidato presidencial por el Frente Amplio, Daniel Martínez, tenía razón. Seguro que lo sigue pensando pese a esas disculpas que hizo, seguramente, con interés electoral. Debería quedar cada vez más claro lo nefasto de aquel régimen para que no se vuelva a repetir en ningún lado.