ALUR utiliza cuatro cereales para producir el bioetanol en Paysandú

La fábrica de bioetanol de Alcoholes del Uruguay (ALUR) en Paysandú está trabajando con cuatro tipos diferentes de cereal, que se alternan según la disponibilidad, los precios y la época de zafra, según dijo a EL TELEGRAFO el gerente general de la empresa para estatal, Pablo Cabán.
La planta “es multi cereal, podemos usar maíz, sorgo, trigo o cebada, eso depende de la disponibilidad y por ley para la producción de los biocombustibles tenemos que usar solamente granos nacionales. Entonces depende de cómo viene el clima, las cosechas, los precios, la disponibilidad, y eso no es solo por el rendimiento que da cada grano, sino que depende del precio que se compra vinculado al precio de venta, y también tiene que ver con la producción del alimento animal, que tiene diferentes precios porque varían los niveles de proteínas o de contenido graso”.
El gerente dijo que por esas razones, “se va rotando, no es constante. Este es un año en que usamos un poco más de maíz y menos sorgo, porque la zafra de sorgo se corrió un poco en la cosecha, se atrasó por la soja y la lluvia, y tuvimos que comprar un poco más de maíz, que además tuvo unos rendimientos extraordinarios, en Uruguay hubo 40% más de producción por hectárea y esto hizo que bajaran los precios y nos sirvió más la ecuación. Pero es algo coyuntural, es normal que se vaya variando”.

HAY PLANES PARA
PLANTAR SORGO

Consultado si ALUR mantiene la financiación para los productores que planten sorgo, el ingeniero químico dijo que “hay planes que son públicos, hay un plan sorgo para Paysandú, y ALUR es el principal comprador del Uruguay y si no se hace un plan puede bajar la oferta. De maíz y trigo no hay problema, no se hacen planes porque hay mucha cantidad”.
Además, si bien el sorgo fue el primer cereal que se manejó para la planta, “es más económico que sea multicereal, porque no dependemos solo del sorgo que, a pesar que es inter zafra (de la soja) es zafral igual, y de otra manera habría que tener un stock guardado, con un costo de almacenaje alto, y al usar maíz y otros bajamos costos y permite tener la planta mucho más disponible bajando los costos de capital de trabajo”.
En cuanto al precio del bioetanol a Ancap, “lo bajamos el año pasado, pero es un promedio, porque varía dependiendo de la materia prima. Hay una paramétrica donde está el precio de compra, el precio de venta de la harina (alimento animal) y ahí sacamos el precio del etanol, por lo que se mueve casi todos los meses, no hay un precio fijo”, y comentó que el aporte de biocombustibles a Ancap “da para hacer una mezcla con la gasolina de entre el 5% y el 8%”.

EVALÚAN ENVASAR
GAS CARBÓNICO

La planta produce también dióxido de carbono (anhidrido carbónico, CO2) que en principio se había estudiado la posibilidad de capturar ese gas generado por la fermentación de los cereales –que hoy va a la atmósfera– para su venta a quienes elaboran, por ejemplo, bebidas refrescantes gasificadas, aunque habría que purificar, licuar y envasar el gas. Al respecto, Cabán afirmó que “el proyecto sigue vigente, está en evaluación considerando la composición exacta del gas, porque sale CO2 pero no es puro, sale con otros elementos y como es para la industria alimenticia lo estamos estudiando porque hay que hacer una inversión importante. Pero también hubo una fusión de multinacionales que son las que lideran la comercialización del CO2, como es Praxair y también está Air Liquide, que tienen los mercados compradores en Uruguay”.