Carolina Cosse: “Ya no tenemos que mirar un país destruido, sino pararnos sobre lo que construimos”

Gerardo Giano, Mariela Coiro, Carolina Cosse.

Iniciando lo que definió como “un mes para mover la democracia” estuvo en Paysandú Carolina Cosse, candidata al Senado. “De distintas maneras, en Paysandú y Montevideo con la lista 42020, en Canelones con la 1916 -el año de nacimiento de Liber Seregni- y en el resto del país con la 1001”. En Paysandú tiene el apoyo de la candidata a la diputación Mariela Coiro, cuyo primer suplente es Gerardo Giano.
Cosse en recorrida por el país aprecia “a los frenteamplistas muy activos, entusiasmados preguntando, comprendiendo la importancia que tiene la elección de octubre. No creo que sea más difícil para el Frente Amplio que las anteriores, pero sí estoy convencida que es más importante”.
“Una cosa es tener elementos de la realidad con los cuales prepararse para el futuro, otra creer que el futuro es como la borra en una taza de café, que ya está escrito”, aseguró ante las diferencias en la intención de voto que registran las encuestadoras. “La vocación del Frente Amplio es formar la realidad y personalmente lo que me planteo para octubre es ayudar a que el Frente Amplio vuelva a ganar; estoy trabajando para eso. Ahora, qué va a pasar, lo vamos a saber el venidero 27”.
Pero sí aprecia a “la gente en movimiento en el Frente Amplio, militando, conversando, reflexionando. Eso me parece muy bueno; no creo en la actividad política de los anuncios por televisión -con el respeto que me debe ese medio-, hay que salir y conversar porque al final del día el contacto humano que nos quede es insustituible”.
Tampoco cree que esta sea la instancia electoral más complicada por la que tuvo que pasar el Frente Amplio. “A lo largo de su historia ha vividos situaciones más difíciles, como en 1971 con el ‘Pachecato’, en 1984 con partidos y líderes proscriptos y durante el embate neoliberal. Es compleja como todas, pero no la más difícil”, aseguró.
Destacó también que “sí es la primera vez que llegamos con tres periodos de gobierno, tras construir pilares que permiten ver el país de otra manera. Ya no tenemos que mirar un país destruido sino que tenemos que pararnos sobre lo que construimos y a partir de ahí proponer futuro”. Y aseguró que “en estos tres períodos que hemos gobernado se ha construido una sociedad nueva”.
Asegura que no hay rastros de decepción alguna después de no ser elegida como candidata a la vicepresidencia de la República. “Tengo la enorme satisfacción de haber llevado adelante una campaña interna en intenso contacto con la gente, cuando aprendí mucho. Están conmigo todos los abrazos y conversaciones que he tenido con los compañeros a lo largo del país. Pero soy profundamente frenteamplista y siempre voy a apoyar desde donde me toque estar. Nada malo queda en mí después de las internas”.
Por eso se ha lanzado decidamente a la campaña electoral, comprendiendo que “estamos en el siglo XXI jaqueado por una nueva civilización, una diferente manera de producir que desafía todo lo que antes articulaba la sociedad tal y como la conocemos. Seguramente Uruguay no puede cambiar al mundo, pero ha construido algunos pilares que tienen que ver con la protección del esquema de sociedad que se basa en valores, el establecimiento de una agenda de derechos, de una salud que no es para ricos sino para pobres, un avance en la industrialización, en el conocimiento”.
“Nuestros gobiernos -dijo más adelante- han naturalizado cosas que antes nos parecían imposibles y eso para mí es construcción de esperanza. En un siglo que cada vez se muestra más difícil es muy importante que la esperanza esté en el motor de desarrollo de la sociedad. No quisiéramos que dejáramos escapar esa esperanza”.
Confía en cumplir una buena labor en el Parlamento. “La democracia significa la posibilidad de dialogar con profundidad y tratar de llegar a la mayor cantidad de acuerdos posibles, porque lo importante es el bien común. En el Parlamento voy a estar representando la intención de la gente que me votó y eso no lo debo olvidar”, aseguró.
Pero además subrayó que “no nací ingeniera, ni presidente de Antel, ni ministra. No tengo miedo a hacer cosas, siempre se aprende y en el Parlamento no voy a estar sola sino acompañada por todo el Frente Amplio y por toda la gente que me vote”.
Se mostró dispuesta a participar activamente del proceso parlamentario porque “estoy acostumbrada a manejar el desacuerdo. En el ministerio (de Industria, Energía y Minería) todo el tiempo me solicitaban mesas de diálogo tanto empresarios como sindicatos o el Pit Cnt entero. Me pasé resolviendo cosas muy complejas, así que no es nuevo esto de negociar”.
“Soy ingeniera y resolver una complejidad es mi profesión. Las complejidades -como se dice entre los ingenieros- no se resuelven en un escritorio, el papel resiste cualquier cosa, pero el asunto es la realidad”, sostuvo.
Luego expresó que “hay una leyenda urbana: que la cuestión ejecutiva es una cuestión entre pocos no es verdad. Yo dirigí una empresa de seis mil personas (Antel) y no la dirigí sola, no podría haberlo hecho. Hubo trabajo de mucha gente y acuerdos con mucha gente. Las cosas no salen solo porque hay dinero. Por ejemplo, si hubiera dicho del proyecto de fibra óptica ‘Hágase’ ¡quién sabe qué hubiera salido! La clave está en negociar, involucrarse, esa área también está llena de complejidades. No es verdad que en las empresas públicas todo es hacer, porque todo lo que implique a las personas es complejo”.
Por la tarde estuvo en el Paysandú Wanderers en una charla abierta y luego se reunió en la sede del Frente Amplio para ver el debate presidencial. Pernoctó en Paysandú y luego volvió al camino. Cuando puede, prefiere quedarse en las mañanas en su casa de Montevideo, estudiando y leyendo. Ahora mismo ha vuelto a “Moral para intelectuales”, de Carlos Vaz Ferreira. “No ha perdido actualidad” aseguró.