Tomar conciencia, pero también actuar

Todos a la cancha, el programa de la Dirección de Deportes, trabaja con unos 300 jugadores juveniles.

La muerte del juvenil de Boston River Agustín Martínez despertó la alarma en el fútbol uruguayo sobre no solo la manera de prevenir la muerte súbita, sino además de la forma de actuar en caso de que en este caso un futbolista se desvanezca en la cancha.
A través del Programa Gol al Futuro se trabaja en diferentes aspectos con chicos de todos el fútbol juvenil de AUF, incluyendo a los equipos del Interior que juegan en su ámbito. Y se realizan una vez al año los chequeos médicos correspondientes, habiéndose detectado varias anomalías cardíacas. Al año se realizan, según confirmó a EL TELEGRAFO Pablo Hernández, responsable del programa, unos mil chequeos.
En el caso de Martínez, no fue sometido a los exámenes dado que había llegado hacía muy poco tiempo a Boston River, y desde el club no se había avisado al grupo de médicos de Gol al Futuro para que fuera incluido en los chequeos. Igual, vale remarcar que no están claras las causas de su fallecimiento y, quizás, los exámenes no hubieran evitado el trágico suceso.
AUF, en tanto, otorgó en su momento un desfibrilador por club, que en su mayoría no han sido mantenidos como corresponde. Pero ¿qué pasa con el fútbol del Interior? Sin dudas la situación es más compleja. OFI creó los centros de desarrollo Uruguay 2030, que cuentan con el apoyo de Gol al Futuro y, por ende, se realizan las evaluaciones médicas a esos jugadores elegidos específicamente para ser de la partida. Igualmente, por ejemplo en Mercedes se han detectado problemas cardíacos y, por ende, es más que seguro que a través de los tratamientos (y operaciones) realizadas, se haya salvado más de una vida.
El U2030 desembarcó hace algunas semanas en Paysandú, y el próximo 25 de octubre el equipo médico de Gol al Futuro llegará a nuestra ciudad para someter a exámenes médicos a los jugadores. Pero mientras tanto, la Intendencia a través de la Dirección de Deportes lleva adelante el programa Todos a la cancha, a través del cual se realizan controles médicos que, a partir de hace pocos días, incluye la realización de electrocardiogramas. Son unos 10 clubes del fútbol sanducero que están inmersos en el programa, con unos 300 jugadores.
Sin la posibilidad material de contar con ambulancias en cada partido, así como tampoco con la inversión en la compra de desfibriladores, el fútbol sanducero debe apostar no solo a suspender la actividad para concientizar sobre la situación, sino actuar al respecto. Por lo pronto, comenzar a erradicar los partidos de formativas en horarios inadecuados. Y de manera inmediata promover y realizar cursos de resucitación cardiopulmonar que tengan participación obligatoria.