Año complicado para las esquilas “con atraso importante debido a las lluvias de octubre”

Técnico agropecuario Carlos Piovani.

“Más allá que se ha trabajado bastante bien cuando el tiempo lo ha permitido, el año ha sido complicado para las esquilas en gran parte del país”, señaló a EL TELEGRAFO el técnico agropecuario Carlos Piovani, responsable de esquila y acondicionamiento del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), al referirse a la actividad que aún no ha finalizado.
“El atraso se originó especialmente en octubre, que es el fuerte de la esquila en Uruguay, y en el norte del país hubo no más de 6 o 7 días de trabajo en los 31 días de ese mes, lo que generó un atraso importante”, precisó el técnico.
Explicó que a tal punto fue el atraso, que a fin de noviembre, “cuando tradicionalmente se termina la esquila, porque los productores manejan esa fecha para no ver complicada la situación con la flechilla –madura de noviembre para adelante–, este año vino fuerte y hemos tenido algunos problemas, no muy graves, pero complican”.
En la medida que el tiempo acompañe, Piovani estima que “en no más de una semana, la mayor parte de las empresas de esquila estarán finalizando su trabajo”.
En cuanto a la calidad de los vellones, “durante los años en donde el verano y el otoño son lluviosos, la baja de la calidad de la lana se percibe en la esquila, sobre todo desde el punto de vista del color”, aclaró. Y aunque entiende que “no ha sido muy grave, se ha visto algo más de color en las majadas que parieron con lana. Esto también se percibe, porque las esquilas preparto fueron buenas y la calidad también, un indicador de que la tecnología que es para otra cosa, también favorece la cosecha de lana y mejorado su calidad”.
Expresó que al llover mucho las lanas “están livianas, y sobre todo por un buen rendimiento al lavado, aspecto importante que nosotros estamos empezando a trabajar con los productores, ya que aquellos que miden objetivamente, tienen que usar en la negociación no solo el micronaje, que es el aspecto más importante en el valor del lote, sino también que en los rendimientos al lavado la cantidad de base de lote es muy importante, y en especial en estos años en donde hay poco peso sucio, hay más lana limpia en proporción, que es un dato para comenzar a usar en la comercialización”.
SANIDAD
La humedad que se ha apreciado en varias jornadas de la primavera, “favorece a la aparición de hongos y bacterias de todo tipo, que aparecen sobre todo en las recrías, y fundamentalmente en el lomo con las coloraciones verdes y rosadas, y algunas infecciones en la piel”, consideró Carlos Piovani.
Sobre la raza Merino, indicó que “se ha trabajado mucho en el micronaje; se ha mejorado el color, ya que la lana blanca en general es menos propensa a desarrollar coloraciones que bajen la calidad de los lotes. Y sí en las razas con cerdas más cremosas, como Corriedale, Rommey y Merilin donde hay más color”.
Piovani explicó que el amarillamiento “genera que después la lana quede teñida de forma permanente, y afecte el color, y fundamentalmente después, con los colores que se pueden usar, al utilizarse la lana en la fabricación de telas o prendas”.
Desde el SUL se procura “acreditar más empresas como grifa verde porque la demanda ha crecido”, señaló el técnico, indicando que “estamos trabajando fuertemente en el tema de tratar de acreditar más empresas, y no es fácil, sobre todo con estos años lluviosos en donde los equipos se desarman mucho”.
En el norte y basalto del país, en donde hay una incidencia grande de lanas finas y que tienen una mayor diferencia de precios, “el acondicionamiento y la grifa verde ha llegado para quedarse”. Citó que en departamentos como Artigas, Salto y Paysandú, “hay más de 70 productores que tienen ovinos y utilizan esta herramienta. Departamentos con buenas densidades de ovinos como Durazno y Florida, están en el entorno del 50%”, finalizó diciendo Carlos Piovani.